Javier Lima Estévez
A finales del siglo XIX, los efectos de la britanización
sobre suelo isleño estaban generando múltiples consecuencias, tal y como se
advierte en la obra del reverendo Charles F. Barker bajo el título Dos años en las Canarias, cuya publicación
más reciente corresponde a Ediciones Idea, con prólogo del profesor Manuel
Hernández González y traducción de José A. Delgado Luis. De tal aportación
analizamos la descripción respecto al núcleo de Los Realejos. Su autor era un
británico que llegó a Canarias como representante de la British and Foreign Bible Society, redactando una obra que nos
sitúa y aproxima ante la difusión, aceptación, inquietudes o rechazos a su
labor en Canarias a finales del siglo XIX, acudiendo a diversos puntos de Gran
Canaria, Tenerife y La Palma.
Tras describir con gran detalle su estancia en la Villa de
la Orotava continuaría con el desarrollo de su misión en Los Realejos. Hasta
ese lugar es acompañado por Mr. Tisoe, distribuyendo diversos ejemplares de
Evangelios a lo largo del camino, localizando incluso a una señora que
recomendaba su lectura tras haber adquirido un libro en el Puerto de la Cruz.
Relata su paso por El Toscal, accediendo en ese núcleo realejero a una vivienda
donde encuentra a una familia que tenía ciertas dudas respecto a adquirir o no
algún libro sagrado. Sus dudas venían motivadas por la condena que el
beneficiado había realizado previamente en torno a ello. Sin embargo, en la
vivienda intercambiaron diversas impresiones. Finalmente, logra vender un
Testamento y un libro de Salmos. En el Realejo Bajo terminó por vender el
último Evangelio que llevaba consigo, encontrando a un hombre que le comentó
algunos detalles positivos. Tras esa circunstancia regresa por la carretera mediante
un viaje que llega a calificar como “muy agradable, disfrutando del aire fresco
de la tarde tras el calor que había hecho durante el día”.
Justo cuando se dirigía a Icod el Alto es llamado en inglés
por un militar que había conocido en la capital. El hombre le invitó a
descansar en su casa, aceptando Barker tal ofrecimiento. De la misma forma,
tras su paso por Tigaiga, realizó la venta de varios ejemplares antes de
continuar su marcha.
Cuando ya había abandonado el lugar resulta significativo su
encuentro en Arico con dos realejeros “vendiendo artículos de ropa blanca”,
continuando en su compañía hasta El Lomo.
Son, pues, pequeñas aportaciones en torno a la difusión de
la British and Foreign Bible Society
en Los Realejos durante los últimos años del siglo decimonónico.
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