Evaristo Fuentes Melián
Me lo cuenta un
amigo íntimo (es como mi otro yo). Fue en coche desde el Puerto de la Cruz a
Los Cristianos a coger el barco a La Gomera con su familia. Se iba a hospedar
al hotel Tecina, cerca de Playa Santiago. Al llegar a San Sebastián a media
mañana, se tomaron un bocata y compraron el periódico. Luego continuaron al
Tecina. El hotel Tecina, bien. Calor y
aire acondicionado en bungalós, piscinas y también una piscina y una playa en
la costa, con ascensor. Esos días habían suprimido el servicio del barco de
pasajeros desde Playa Santiago a San Sebastián y Los Cristianos. Eso está mal.
Al regreso, quiso
probar el avión, te deja rápido y cerca del Puerto de la Cruz, en el aeropuerto
TF Norte. Sin embargo, mi amigo que tiene un cierto miedo a volar en avión, se
fue ‘acongojando’ a medida que se iba acercando por carretera desde Playa
Santiago al aeropuerto gomero, porque se ve situado sobre una montaña allanada,
pero con los bordes muy en pendiente, y tiene un gran terraplén en la cabecera
de la pista de aterrizaje, con unas marcas y luces en forma de MMMM (¡muerte!).
Al llegar a la
terminal del aeropuerto de la Isla Colombina se acercó a los ventanales para
mirar a la pista. Se ‘acongojó’ más todavía, pues en primer término está el
estacionamiento de aviones y pensó por momentos que ‘ese’ era todo el largo de
la pista. Luego se dio cuenta de que la pista es más larga, un poco más larga.
Se tranquilizó ligeramente, aunque tuvo que ir al inodoro, ¡diarreicamente
hablando!
Al terminar la
deposición, mi amigo fue de nuevo cerca de los ventanales y vio aterrizar el
Binter ATR 72, el mismo tipo de avión de Binter que toma tierra en todas las
islas. Pero el final de la pista no se ve; hay un pequeño montículo lateral que
impide verlo. Por tal motivo, el avión va rodando por la pista y ‘desaparece’,
por unos momentos, se queda uno en suspenso, pues no se sabe si se salió por el
profundo barranco del final. Hasta que vuelve a aparecer, después de dar la
vuelta y recupera uno la calma…Ufff
En total ese día
operaron solamente dos aviones, los dos de Binter: uno, pequeño, el Binter
beechcraft, de 19 plazas, ida y vuelta a Gran Canaria; y el otro, avión mayor,
un ATR72 Binter, unas 70 plazas, desde y
hacia el aeropuerto TF Norte. Es escaso
el movimiento aéreo, pero somos islas y La Gomera necesita un aeropuerto, y no
como Albacete ni Almería, tierra peninsular extensa, en donde son un derroche
sus aeródromos, injustificables en ambos casos.
En fin, que mi
amigo regresó a TFN en ese avión ATR72, ocupado por 28 personas. La ruta,
conforme al viento dominante, fue por la costa norte tinerfeña, el Lago
Martiánez se veía clarísimamente.
El aterrizaje, perfecto.
Espectador
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