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jueves, 9 de abril de 2020

UNA MAESTRA OROTAVENSE


Javier Lima Estévez

La revista Hespérides: artes, ciencias, literatura y deportes, en su edición del 29 de agosto de 1926, disponible para su consulta en el portal Jable de la ULPGC, dedica en ese número una edición especial al municipio de La Orotava. 

Consultando sus páginas, encontramos una interesante entrevista a la profesora Luz Hernández (mujer de Miguel Rueda). Con cierto recelo inicial, inicia sus palabras con una serie de impresiones respecto a los beneficios inigualables del Valle de La Orotava frente a otros espacios, recurriendo para justificar su premisa a la descripción que ofreciera Alexander von Humboldt tras su estancia en la isla a finales del mes de junio de 1799. En opinión de Luz Hernández, las características del Valle eran únicas, tanto para las personas sanas como de quebrantada salud, mostrando, como ejemplo, Las Cañadas del Teide, lugar que describe como el espacio en el que se ha “basado el florecimiento de la isla de Tenerife”. Era una maestra del Pago de la Perdoma y a las preguntas sobre ese núcleo orotavense no duda en añadir diversas consideraciones. De esa forma, describe que cada mañana, mientras se dirigía a la escuela, podía observar desde cien metros antes a sus queridas alumnas, quienes le saludaban al grito de: “Buenos días, doña Luz”. Las escolares se unían a la maestra, “llegando a constituir durante el trayecto, un animadísimo y simpático grupo”. Luz no dudaría en anunciar la realización de diversos proyectos en la escuela y su actitud favorable por encontrarse en un contexto “donde hay luz, aire, frondas y pájaros, animación y alegría, hace palpitar de emoción y muestra la íntima relación que existe entre la naturaleza y el arte”. Sin embargo, con tristeza y cierto enfado, llega a afirmar que muchas alumnas tenían serias dificultades para acudir con regularidad al colegio. Una circunstancia que, atendiendo a un núcleo de  importancia agrícola, derivaba de las exigencias de las jóvenes para prestar auxilio en el hogar (realizar recados, cuidar de sus hermanos pequeños, ir a por leña, cortar hierba, etc). No obstante, anota el interés del propio alcalde, Cándido Pérez Estrada, por imponer sanciones sobre aquellas alumnas que presentaran faltas sin justificar.

Por otra parte, la maestra no dudaría en anunciar con satisfacción la noticia de recibir una máquina de coser durante el siguiente curso, siendo, por entonces, un instrumento importante en el proceso de enseñanza.

El periodista, finaliza la entrevista con las siguientes palabras: “Con maestras como la señora Hernández, no solo se acabarían los analfabetos, sino que en plazo breve nos pondríamos respecto a la instrucción a un nivel envidiable”.

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