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martes, 29 de junio de 2021

DEJAR PASAR EL TIEMPO

Marta Campo

Dejar pasar el tiempo, es lo mejor que podemos hacer en estos momentos tan difíciles para todos!!!

Ser Feliz es lo más importante,  disfrutar de nuestras maravillosas islas donde no falta nada!!

La gente no hace más que quejarse y quejarse como si solucionara algo quejarse, enfin.

 Estamos empezando con los espectáculos en hoteles, fiestas de pueblo etc. Y eso es lo importante que la cultura artística no termine nunca, la ilusión de los niños y la alegría de los padres (...)

(Mientras haya niños en el mundo el circo viviera)

Antiguo refrán pero muy cierto!!!

Sería fenomenal que todos los artistas puedan demostrar su profesionalidad y devolver la alegría a todos!!!  Cultura circense.

En la sangre está, la vena artística nunca muere, por más diferentes trabajos que tengas en esta vida!! Siempre serás un artista.

Espero que el ministro de la cultura lo tenga en cuenta!!!

Los viajes por las Islas, las giras inolvidables, las publicidades en la T.V, las cabalgatas, de barco u de avión,  montando y desmontando carpas y aparatos de trabajo, seas trapecista o sea músico!!

En fin, aquí sigo después de 23 años, en Canarias, esperando volver a los escenarios, ya después de 2 años sin hacerlo por culpa de la pandemia!!

Todo pasa por algo!!!

Marta Campo.

VARAPALO A LA ULTRADERECHA FRANCESA

Salvador García Llanos

Fiasco, lo que se dice todo un fiasco.

La ultraderecha en Francia, donde no le da vergüenza porque la identifiquen o nombren así, ha sufrido un auténtico varapalo en las urnas, donde más le duele. Porque en las urnas es donde se miden las fuerzas, democráticamente hablado.

El resultado interesa en España, donde la amenaza de quienes animan y estarían encantados con una involución sigue latente.

Pareciera que ya ha alcanzado su techo la Agrupación Nacional (AN) de Marine Le Pen. Ya en la primera vuelta el retroceso fue notorio y aunque entonces la enorme abstención fue le ganadora hasta batir récords, no es menos cierto que la derecha clásica, los Republicanos, vencieron y empujaron al abismo a la AN.

Faltaba la segunda vuelta y aquí recibió la puntilla, de modo que no ganó en ninguna región en medio de una nueva ola abstencionista que superó el 65 %. Un frente republicano, apoyado por formaciones conservadoras, centristas y de izquierdas, conformaron un auténtico “cordón sanitario” acabó con los mensajes y las propuestas de Le Pen, bien es verdad que tampoco salió muy bien parado República en Marcha, el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, que tampoco ganó en circunscripción y obtuvo unos resultados mediocres, calificados de decepcionantes por el portavoz del Gobierno en su comparecencia ante los medios.

Las elecciones regionales galas, pues, han servido para volver a constatar las dificultades que tienen la Agrupación Nacional y la señora Le Pen a constatar las dificultades de transformar todo su apoyo popular en cargos de responsabilidad en las instituciones. Los franceses, está demostrado, no quieren ese extremismo de derechas. Pese a que, desde hace años, las encuestas elevan las expectativas y sitúan al Frente Nacional –antigua denominación de la organización, cuando era encabezada por el padre, Jean Marie Le Pen-, estos comicios del pasado domingo vuelven a poner en evidencia las limitaciones del partido. La supuesta moderación de Marine Le Pen -¿es que hay moderación en esa opción o ideología?- favorecería –eso decían los analistas- más respaldo electoral, un respaldo ampliado. En realidad, se trataba de sumar a los descontentos. Sin embargo, pese a que el partido ha sido capaz de atraer a más votantes, lo cierto es que su líder no ha hecho más que acumular derrotas año tras año. Cierto es que consigue encabezar las encuestas e incluso puede llegar a ser la organización política más votada en las primeras vueltas, pero en la práctica alcanzar las instituciones es una quimera porque todas las opciones del abanico electoral francés, desde la derecha tradicional hasta la extrema izquierda, están comprometidas en evitar que la Agrupación Nacional (AN) gobierne.

El cordón sanitario ha hecho retroceder a la ultraderecha que no se rinde, seguro. Ahora revisarán estrategias y hasta es posible que insistan en la moderación como línea de trabajo político. Pero la terquedad, salvo que los partidos de ese frente republicano cometan errores de bulto y los votantes se disparaten, hará ver a Le Pen y los suyos el muro que no podrán franquear.

El asalto al poder tendrá que aguardar. Para desespero, por cierto, de algunos observadores y medios españoles que aún creen en las involuciones.

Pero, bueno, los demócratas franceses tendrán otro frente del que ocuparse: esa abstención que galopa sin control. La democracia es aburrida, dijo un día Felipe González. Algo habrá que hacer y agitar para movilizar a la ciudadanía y hacer que sus convicciones no sigan menguando

Que no se conformen con los fiascos ultraderechistas.

LA OPORTUNIDAD PÉRDIDA

Lorenzo Soriano

El sentirse un mercado cautivo. El sentirse un banco de pruebas, un laboratorio experimental, como conejillos de indias. Como parte de la estadística, como población constante de un muestreo no aleatorio, y nada simple, como un punto de la nube de la más exacta regresión, aunque sea lineal, son estas y algunas otras sensaciones que sólo se dan al vivir, residir y trabajar en Canarias. Hemos sido siempre el Atolón de pruebas fiscales nacional, hemos probado el SEAT, antes de salir a los mercados internacionales, hemos sido un gran "Duty Free", hemos tenido desgravación fiscal, hemos estado exentos de ciertos impuestos directos, sobre gasolinas, indirectos y hasta mediopensionistas.

Qué oportunidad perdieron nuestros políticos y gobernantes, ansiosos de esta Autono/mía/suya, para solicitar el "puente a Cádiz", el tráfico entre Islas "gratis total", las carreteras y puentes, imposibles físicamente, que se construyeran fiscalmente, para paliar la fragmentación y la lejanía.

Nuestra falta de infraestructuras optativas de acarreos, nuestro exceso de costos, fletes, ¿aduanas?, transportes, arrastres, las famosas "Confrontas, manipulaciones y entregas", los embudos portuarios y aeroportuarios. 30% neto de incremento sobre toda mercancía, con respecto a la Península. Y sin ser posible, ni siquiera estamos dotados del derecho último de todo ciudadano, de todo empresario, que, aunque no estemos de acuerdo, es más, aunque lo denostemos, siempre, en el último trecho del final, se tendría "derecho" a sumergirse fiscalmente. Pues bien, ese "derecho" a defraudar por supervivencia física y por alimentar a los hijos ni siquiera ése tampoco se nos está concedido.

Somos peces en una bañera, esperando que vengan a pescarnos. Y aún tenemos que soportar que hasta funcionarios de RENFE nos digan que es que pagamos pocos impuestos.

Seguramente, seremos quienes paguen la totalidad de nuestros "cortos" impuestos. Nuestra proporcionalidad en carga fiscal seguramente será diez veces más que la de cualquier ciudadano peninsular.

¿Son sensibles nuestros políticos en la observación cuidadosa de nuestras imposiciones fiscales, dada la devastación que provocan?

Que sean sinceros, que luchen por nuestra fiscalidad excepcional. Volvamos a nuestra excepcionalidad que tanto bien hicieron a nuestro comercio con respecto al turismo y al ciudadano, obligado a autotransportarse sin remedio en el interior y a solicitar transporte abusivo para recorrer unos pocos kilómetros en nuestro fragmentado territorio.

Exijámosla en su más rabiosa totalidad, no como concesión graciosa, como derecho natural, de supervivencia, justicia y equidad.

ODIO (INOCULADO)

Lorenzo Soriano

No es preciso ser un observador sesgado para comprender que en España la semilla del odio ha germinado de nuevo. Proviene del mismo sitio, pero si se fijan bien, la mayoría de los odiadores, provienen de antiguas, recias y afines familias franquistas.

Es algo curioso pues, así como de entre las familias socialistas y comunistas, es raro el descendiente que milita en la derecha o en el liberalismo.

El odio se arroja sobre España, la Nación, sus Instituciones, su lengua, su historia, sus valores y sus costumbres.  Y es un odio inoculado, no sufrido, ya que, los que quizás pueden alegar haberlo sufrido, están en la década de los 90. Han transmitido y con “éxito” al parecer, a sus retoños y estos a los suyos un espíritu de Tribu, de Rebaño, insaciable a la hora de destruir las instituciones. Da igual que la mayoría de los dirigentes socialistas ocupen cargos de altísimas remuneraciones o incluso sean muy ricos en posesiones y riquezas, ellos saben que donde está su seguridad, inmunidad e impunidad, es en el “quejio” de la izquierda. Alertan no contra lo aun existente, que es la “carnicería comunista” en innumerables países y creciendo, sino contra una entelequia del triste pasado, que ni siquiera es totalmente probado que la padeciéramos aquí como tal.

Y yo me pregunto, ¿a dónde vamos en en esta deriva destructiva, capitaneada como en otras ocasiones por un socialismo disfrazado de “demócrata”? Y eso solamente por arribar a unas elecciones con un ideario programático, del que inmediatamente que alcanza el poder, lo incumple en su totalidad, se alía con la hez de la política y de la criminalidad, y continúa la socavación y soterramiento de nuestra Nación.

Chantajea además a los “empresarios” que entrecomillo porque  son conseguidores de prebendas estatales únicamente. Seduce a los Obispos, lo que no es nada difícil, por tener una mentalidad predispuesta a la palma del Martirio, adoran siempre a Anas , Caifas, a los     Filisteos, e incluso a Poncio Pilato. 

Y concluyo, de los 120 parlamentarios que ocupan los escaños socialistas con fidelidad perruna, ¿no hay nadie que disienta de la política de su partido? Sinceramente son 120 personas, con familias, hijos, nietos, y con intereses en el progreso y la prosperidad, así como en el cuidado sanitario, la educación, la política exterior, la inmigración y las leyes fiscales.      ¿Y no hay ni uno a quien le parezca mal o peor, este abismo al que nos arroja ese partido de siglas perversas en el que militan?

Cada día me sorprende más el paisanaje de este país. No lo mueve el amor ni la envidia, a una gran parte, más de la mitad parece, lo mueve el ODIO. Odio sin sentido, ni origen ni causal.        

Y eso es más difícil de solucionar.

A Reflexionar.

lunes, 28 de junio de 2021

SEMBLANZA DE LORENZO GARCÍA MICÓ Y FELIPE GONZÁLEZ MARTÍN

Salvador García Llanos

La semana pasada, tan intensa y tan alterada, con actividad frenética y avería de la computadora incluida, nos dejó dos fallecimientos de amigos que causaron la natural consternación. Les tratamos en sus respectivas facetas: con uno de ellos llegamos a hacer algún trabajo juntos y al otro le tratamos y seguimos en distintas etapas de su trayectoria deportiva.

Empecemos glosando la figura de Lorenzo García Micó, destacado publicista que tuvo a su cargo, durante muchos años, la promoción de la marca Puerto de la Cruz, cuando este concepto solo existía en el quehacer de algunos empresarios y hoteleros que, a principios de los años setenta del pasado siglo, empezaron a ser conscientes de que había que esforzarse para sobrellevar la competencia que se avecinaba.

Lorenzo García Micó falleció a los 96 años. Un catalán que se integró en la isla y fue un avanzado de la gestión publicitaria, especialmente en el ámbito impreso, casi el único que había entonces pues los despliegues audiovisuales se registrarían años después. Desarrolló su trabajo en el Puerto de la Cruz turísticamente potente a cuyo esplendor colaboró decisivamente encabezando y participando en campañas como la denominada 'Ibéricas', hechas con recursos limitados pero de un rendimiento extraordinario a la hora de captar mercados nacionales. Los propios hoteleros y profesionales se involucraban de lleno en estas iniciativas.

A García Micó, padre de Marilín, arquitecta que sería concejala del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, se le deben varios carteles y folletos informativos y promocionales que servían para campañas como la mencionada y para otros menesteres. Las obras de Micó tenían una característica: eran de altísima calidad. Sobresalían por su originalidad y perfeccionismo. El mismo cuidaba los detalles del colorido y el material no saía de la imprenta hasta que él en persona los hubiera supervisado.

Tuvo a su cargo la primera edición de monografías de nuestra autoría. Aquella fue publicada con motivo de las bodas de plata del Club Deportivo Puerto Cruz. De su intervención aprendí algunos conceptos básicos que servirían para publicaciones turísticas posteriores.

Fue servicial, atento y muy profesional en su compromiso con el Puerto de la Cruz en cuyo engrandecimiento turístico y en cuya dimensión promocional inicial colaboró decisivamente.

Felipe González Martín, nacido en en La Orotava en febrero de 1943, fue el defensor lateral fijo, ambidiestro, de un equipo de leyenda de la Unión Deportiva, compuesto por jugadores de alto nivel en todas sus líneas. Junto a Mon y Blanco integró una línea defensiva contundente y determinante en los valores futbolísticos de los entonces llamados “copos de nieve”, Le vimos en muchas ocasiones, en el viejo Los Cuartos, y en sus visitas a El Peñón. Defensa recio y valiente que destacaba especialmente en el juego aéreo. Marcador implacable de atacantes que siempre encontraron en él un auténtico valladar. Con el juvenil Iberia fue una temporada campeón de Tenerife. Después probó con un equipo catalán de solera, el Europa, en el que también se alinearon Ramón Hernández Fariña y Alfonso Rivero. Pero no hubo suerte, fue cedido al Calella, desde donde regresó a la isla para volver a jugar en la Unión Deporiva Orotava.

Un ataque de meningitis le hizo perder audicio y equilibrio. Forzó la retirada del futbolista que seguía progresando. El presidente del club, Buenaventura Machado Melián, le invitó a formar parte de la directiva. Pero le gustaba la actividad diaria, de ahí que entrenase a equipos de base y porteros. Fue también masajista. En más de una ocasión, era él mismo quien nos facilitaba las alineaciones de los equipos, en el exterior de las entonces llamadas casetas. Su experiencia resolvió muchas situaciones delicadas en las primeras asistencias. Su humanidad se contrastaba cuando se interesab por la evolución de las lesiones.

En la temporada 1976-77 accedió a la titulación regional de entrenador. Dirigió a varios equipos: al juvenil y Atlético Orotava, a la Unión Depoetiva en varias ocasiones y al San Fernando de Santa Úrsula, cuando empezó a competir en categorías federadas. En la temporada 2008-09, tras treinta años de ejercicio de preparador, puso punto final a su trayectoria deportiva.

Felipe González Martín vivió desde dentro el nacimiento del Trofeo Teide de fútbol y fue distinguido merecidamente con la medalla de oro de la Unión Deportiva Orotava que le fue impuesta en el curso de un emotivo acto celebrado en el Ayuntamiento de la localidad.

Dos personas, en fin, que dejan huella en los ámbitos donde se desenvolvieron. En la publicidad y en el deporte local, desde luego, serán recordadas.

domingo, 27 de junio de 2021

CANARIAS, FISCALIDAD TOTAL

Lorenzo Soriano

El sentirse un mercado cautivo. El sentirse un banco de pruebas, un laboratorio experimental, como conejillos de indias. Como parte de la estadística, como población constante de un muestreo no aleatorio, y nada simple, como un punto de la nube de la más exacta regresión, aunque sea lineal, son estas y algunas otras sensaciones que sólo se dan al vivir, residir y trabajar en Canarias.

Hemos sido siempre el Atolón de pruebas fiscales nacional, hemos probado el SEAT, antes de salir a los mercados internacionales, hemos sido un gran "Duty Free", hemos tenido desgravación fiscal, hemos estado exentos de ciertos impuestos directos, sobre gasolinas, indirectos y hasta mediopensionistas.

Qué oportunidad perdieron nuestros políticos y gobernantes, ansiosos de esta Autono/mía/suya, para solicitar el "puente a Cádiz", el tráfico entre Islas "gratis total", las carreteras y puentes, imposibles físicamente, que se construyeran fiscalmente, para paliar la fragmentación y la lejanía.

Nuestra falta de infraestructuras optativas de acarreos, nuestro exceso de costos, fletes, ¿aduanas?, transportes, arrastres, las famosas "Confrontas, manipulaciones y entregas", los embudos portuarios y aeroportuarios. 30% neto de incremento sobre toda mercancía, con respecto a la Península. Y sin ser posible, ni siquiera estamos dotados del derecho último de todo ciudadano, de todo empresario, que, aunque no estemos de acuerdo, es más, aunque lo denostemos, siempre, en el último trecho del final, se tendría "derecho" a sumergirse fiscalmente. Pues bien, ese "derecho" a defraudar por supervivencia física y por alimentar a los hijos ni siquiera ése tampoco se nos está concedido.

Somos peces en una bañera, esperando que vengan a pescarnos. Y aún tenemos que soportar que hasta funcionarios de RENFE nos digan que es que pagamos pocos impuestos.

Seguramente, seremos quienes paguen la totalidad de nuestros "cortos" impuestos. Nuestra proporcionalidad en carga fiscal seguramente será diez veces más que la de cualquier ciudadano peninsular.

¿Son sensibles nuestros políticos en la observación cuidadosa de nuestras imposiciones fiscales, dada la devastación que provocan?

Que sean sinceros, que luchen por nuestra fiscalidad excepcional. Volvamos a nuestra excepcionalidad que tanto bien hicieron a nuestro comercio con respecto al turismo y al ciudadano, obligado a autotransportarse sin remedio en el interior y a solicitar transporte abusivo para recorrer unos pocos kilómetros en nuestro fragmentado territorio.

Exijámosla en su más rabiosa totalidad, no como concesión graciosa, como derecho natural, de supervivencia, justicia y equidad.

APRENDIENDO A CONOCERSE A UNO MISMO... ¿O A DESCONOCERSE?

Juan Disante

Aprendiendo a conocerse a uno mismo... ¿o a desconocerse?

Caminar a lo llano... a mirarse dentro.

Tratar de entender tantos entresijos.

Llevar un diario como un escalpelo zahiriente.

El devenir de un tiempo despoblado a un tiempo híper poblado... de andantes incertezas.

Se derrumba la idea de lo que pensábamos del futuro.

El relato atrincherado se cayó.

Se mudó de biblioteca.

Llegó la incertidumbre de enfrentarse con lo ultramontano.

Al fin, solo como un espárrago.

Advertidos de ciertas cosas que pasaron inadvertidas.

Desmontar todo y ver qué aparece.

¿Volver al campo? Hacer una huerta, criar gallinas.

¿O abrazarse con un alienígena?

Solapar la cripta.

Y el crematorio perfecto: el olvido.

Ante la duda, cuidar las cavernas omitidas.

Acoger el buen ayer.

Busqué las fotografías de mi abuelo... un tiempo detenido.

Un pasado que no se puede recrear, salvo con tutelante memoria.

Bienmandada por Arcadia.

Pensar el por qué ocurren los derrumbes, me dirige la mirada hacia el techo.

Lo de Ícaro no era un mito.

Como socios, una cultura global errante, ata el andar.

¿El caminante no entiende o no quiere?

Sólo sueña.

El cuerpo habla durante el sueño... no despierta ante la quiebra de lo simbólico.

Produce un tratamiento por vía de su peste interior, ajeno a cualquier sentido. Pero sigue soñando despierto.

La pandemia como vestigio diurno, hace que el sueño ponga en lo social, lo insociable

Su modo de sentir la pulsión.

Intranquila.

Dominante.

Impía.

UN VIAJE A ÑAMELAND

Salvador García Llanos

“Ñameland es el paraíso de la ternura, reino de abundancia y de bondad. Hombres y mujeres conviven en un mundo alejado de todo dolor y sufrimiento. Todos los días por la mañana, el sol se levanta tras el inmenso mar y saluda a sus habitantes, anunciando que un nuevo día lleno de prosperidad ha llegado”. 

Así comienza este primer libro de Carlos Marrero, una suerte de paraíso, dichas esas frases a las que siguen las remembranzas de la infancia que configuran un relato inspirado en el enamoramiento de un territorio, en el que se funden vida y arte y donde “existe una delicada y esmerada atención por la belleza”.

Hay que trasladarse hasta San Andrés y Sauces, en La Palma, para entender que la vegetación exuberante armoniza con el carácter de las personas y con su idiosincrasia. Allí, la imaginación del escritor exprimió las características de esos “lugares especiales, llenos de encanto, de carisma, de nostalgia”. Y les dio nombre propio, fundiendo o fusionando, la voz de un peculiar tubérculo, comestible, ñame, con otra inglesa, land, que se traduce por tierra o incluso país, con un derivado castellano, landia, un sufijo que junto a la raíz germánica landa, viene a significar lo mismo, país o tierra. La Real Academia Española de la Lengua (RAE) menciona que “significa ‘sitio de’, ‘lugar de’, generalmente en nombres propios». Este sufijo es muy común en la toponimia de lugares donde se hablan lenguas de origen germánico, como el alemán y el inglés.

En este sitio, en esta tierra del ñame –perdonen la digresión anterior- vivió el autor, que ahora rescata los episodios de su infancia para construir un relato lleno de sugerencias como son las que habitan, las que se quedaron en ese territorio de la memoria y que tienen la particularidad de no borrarse o de no alejarse del todo.

Su pasión por descubrir el pasado le hizo renunciar a la música, su vocación, a favor de las bellas artes. Se sentía extraño al acabar la carrera pero el azar quiso que cruzara su camino con otro amante del arte que le animó para una primera exposición, titulada Seres vivientes, con la que condensó el conflicto entre lo natural y lo social. Surgía el artista, claro, pero también el gestor cultural que, según su propia definición, es lo que mejor se le da. Tras su debut literario, habrá de contrastar el rumbo y deducir lo más conveniente para esa constante que anida en el interior o en el alma de cada artista

Como si el mundo de lo onírico y de la fantasía quisiera abrazarse con lo lírico, Carlos Marrero va desgranando textos que parecen lanzados en busca de moraleja. Este es, de alguna manera, un libro de memorias en el que vuelca una visión del mundo, de su mundo. En Ñameland quedaron las raíces que brotaron, miren por dónde, durante el confinamiento, cuando reunió a amigos de la infancia para revivir -y recuperar- la amistad que había entre los de su generación, entre los leales o fraternales de entonces.

Aquello comenzó como si de un juego se tratara. Seleccionó a cuatro, las reglas eran bastante simples y todos fueron dejando testimonio de una cultura, si se quiere, rural. Rescataron episodios, momentos, apenas flashes que, debidamente procesados, habrían de servir para una configuración pretérita real, que existió, quiere decirse, no para refugiarse en el refranero, 'cualquier tiempo pasado fue mejor', sino para revivir lo que en cierto modo fue un aprendizaje, "en aquel reino de abundancia y de bondad".

Allí estaban Carlos y los suyos, los sauceros que llaman ñameros, en su particular 'paraíso perdido'. Si John Milton basó su epopeya en los hechos bíblicos, Marrero, salvando las distancias físicas literarias, desglosa los caminitos, el paseo, las mascaritas, los cumpleaños felices, el juego de voley, la cadena y los seres iracundos, títulos de aquellos elementos de Ñameland, donde sus hijos, "dulces e inocentes, humildes y generosos", conviven conscientes de las obligaciones, siempre con ánimo de diversión.

Es el universo perfecto, envuelto en felicidad, la que se adivina incluso por las noches, "en los bancos de las plazas cubiertas de palmeras y flores exóticas". Entonces, cuentan historias entre ellos, bromean unos con otros "en un ambiente de eterna fraternidad". Y jugaban a la cadena. Aquella infancia rescatada ahora por Marrero es la sublimación del juego, del desenfado, del canto y de la risa -otra forma de aprender- porque no conocen la tristeza y porque "todos conviven alegres y felices en el reino de Ñameland". 

Destaca en algunos pasajes de la obra, la altura descriptiva del autor que se refiere, por ejemplo, a los lugares que recorría, cerca del infinito y vasto mar. Lo hacía "rodeado de rocas puntiagudas, rocas planas y grandes acantilados". Allí estaba "aquella hermosa cueva natural, escarbada durante tantos años por el mar". Pero lo más importante era que aquella niñez afortunada ponía a su alcance todo aquel tiempo y espacio libres. 

Los niños de Ñameland vieron crecer y cómo se transformaba aquel lugar. "Aparecieron los paraguas de hierro con hoja de palmeras, las escaleras de cemento, las plazoletas... Pude ver -relata Carlos Marrero- cómo aquel entorno natural, donde la gente corría descalza por encima de las piedras y comía cobijada en una cueva, se convirtió en un lugar domesticado, turístico; quizás por suerte, alejado de la muchedumbre insensible y esperpéntica que aún visita muchos lugares del mundo"

En el espejo de su infancia, en suma, se refleja el autor que dedica los últimos relatos del libro a sus familiares y allegados más directos. Es una secuencia coherente pues cada relato es como una lección de vida, orientada a la reconexión con la naturaleza, mediante una educación de la sensibilidad.

Y es que en aquel lugar natural y mágico, rústico y poderoso como es Ñameland, en estas sus páginas, quedaron pasajes y vivencias de una época que, sencillamente, fue feliz.

sábado, 26 de junio de 2021

LOLA REYES SE REINVENTA

Salvador García Llanos

“Ñameland es el paraíso de la ternura, reino de abundancia y de bondad. Hombres y mujeres conviven en un mundo alejado de todo dolor y sufrimiento. Todos los días por la mañana, el sol se levanta tras el inmenso mar y saluda a sus habitantes, anunciando que un nuevo día lleno de prosperidad ha llegado”.

 Así comienza este primer libro de Carlos Marrero, una suerte de paraíso, dichas esas frases a las que siguen las remembranzas de la infancia que configuran un relato inspirado en el enamoramiento de un territorio, en el que se funden vida y arte y donde “existe una delicada y esmerada atención por la belleza”. 

Hay que trasladarse hasta San Andrés y Sauces, en La Palma, para entender que la vegetación exuberante armoniza con el carácter de las personas y con su idiosincrasia. Allí, la imaginación del escritor exprimió las características de esos “lugares especiales, llenos de encanto, de carisma, de nostalgia”. Y les dio nombre propio, fundiendo o fusionando, la voz de un peculiar tubérculo, comestible, ñame, con otra inglesa, land, que se traduce por tierra o incluso país, con un derivado castellano, landia, un sufijo que junto a la raíz germánica landa, viene a significar lo mismo, país o tierra. La Real Academia Española de la Lengua (RAE) menciona que “significa ‘sitio de’, ‘lugar de’, generalmente en nombres propios». Este sufijo es muy común en la toponimia de lugares donde se hablan lenguas de origen germánico, como el alemán y el inglés.

En este sitio, en esta tierra del ñame –perdonen la digresión anterior- vivió el autor, que ahora rescata los episodios de su infancia para construir un relato lleno de sugerencias como son las que habitan, las que se quedaron en ese territorio de la memoria y que tienen la particularidad de no borrarse o de no alejarse del todo.

Su pasión por descubrir el pasado le hizo renunciar a la música, su vocación, a favor de las bellas artes. Se sentía extraño al acabar la carrera pero el azar quiso que cruzara su camino con otro amante del arte que le animó para una primera exposición, titulada Seres vivientes, con la que condensó el conflicto entre lo natural y lo social. Surgía el artista, claro, pero también el gestor cultural que, según su propia definición, es lo que mejor se le da. Tras su debut literario, habrá de contrastar el rumbo y deducir lo más conveniente para esa constante que anida en el interior o en el alma de cada artista

Como si el mundo de lo onírico y de la fantasía quisieran abrazarse con lo lírico, Carlos Marrero va desgranando textos que parecen lanzados en busca de moraleja. Este es, de alguna manera, un libro de memorias en el que vuelca una visión del mundo, de su mundo. En Ñameland quedaron las raíces que brotaron, miren por donde, durante el confinamiento, cuando reunió a amigos de la infancia para revivir -y recuperar- la amistad que había entre los de su generación, entre los leales o fraternales de entonces.

Aquello comenzó como si de un juego se tratara. Seleccionó a cuatro, las reglas eran bastante simples y todos fueron dejando testimonio de una cultura, si se quiere, rural. Rescataron episodios, momentos, apenas flashes que, debidamente procesados, habrían de servir para una configuración pretérita real, que existió, quiere decirse, no para refugiarse en el refranero, 'cualquier tiempo pasado fue mejor', sino para revivir lo que en cierto modo fue un aprendizaje, "en aquel reino de abundancia y de bondad".

Allí estaban Carlos y los suyos, los sauceros que llaman ñameros, en su particular 'paraíso perdido'. Si John Milton basó su epopeya en los hechos bíblicos, Marrero, salvando las distancias físicas literarias, desglosa los caminitos, el paseo, las mascaritas, los cumpleaños felices, el juego de voley, la cadena y los seres iracundos, títulos de aquellos elementos de Ñameland, donde sus hijos, "dulces e inocentes, humildes y generosos", conviven conscientes de las obligaciones, siempre con ánimo de diversión.

Es el universo perfecto, envuelto en felicidad, la que se adivina incluso por las noches, "en los bancos de las plazas cubiertas de palmeras y flores exóticas". Entonces, cuentan historias entre ellos, bromean unos con otros "en un ambiente de eterna fraternidad". Y jugaban a la cadena. Aquella infancia rescatada ahora por Marrero es la sublimación del juego, del desenfado, del canto y de la risa -otra forma de aprender- porque no conocen la tristeza y porque "todos conviven alegres y felices en el reino de Ñameland"

Destaca en algunos pasajes de la obra, la altura descriptiva del autor que se refiere, por ejemplo, a los lugares que recorría, cerca del infinito y vasto mar. Lo hacía "rodeado de rocas puntiagudas, rocas planas y grandes acantilados". Allí estaba "aquella hermosa cueva natural, escarbada durante tantos años por el mar". Pero lo más importante era que aquella niñez afortunada ponía a su alcance todo aquel tiempo y espacio libres.

Los niños de Ñameland vieron crecer y cómo se transformaba aquel lugar. "Aparecieron los paraguas de hierro con hoja de palmeras, las escaleras de cemento, las plazoletas... Pude ver -relata Carlos Marrero- cómo aquel entorno natural, donde la gente corría descalza por encima de las piedras y comía cobijada en una cueva, se convirtió en un lugar domesticado, turístico; quizás por suerte, alejado de la muchedumbre insensible y esperpéntica que aún visita muchos lugares del mundo

En el espejo de su infancia, en suma, se refleja el autor que dedica los últimos relatos del libro a sus familiares y allegados más directos. Es una secuencia coherente pues cada relato es como una lección de vida, orientada a la reconexión con la naturaleza, mediante una educación de la sensibilidad.

Y es que en aquel lugar natural y mágico, rústico y poderoso como es Ñameland, en estas sus páginas, quedaron pasajes y vivencias de una época que, sencillamente, fue feliz.

(Texto leído en la Casa del alfombrista, La Orotava, el 25 de junio de 2021, presentación del libro Telar maría-Peine rígido)

viernes, 25 de junio de 2021

¡LA CULTURA DE LA MUERTE TE LA PUEDES METER POR DONDE TE QUEPA!

Lorenzo de Ara

¡Tora, tora, tora!

Y no queda otra.

En la defensa de la democracia, el parlamentarismo, la prensa libre y la España unida y fuerte que retrocede 800 años atrás y no es alumbrada en el 78, repito para el que quiera oír: ¡Tora, tora, tora! La sociedad civil tiene la palabra. 

Con el tema de los indultos del endiosado Sánchez para salvaguardar su estancia en el poder, son cada vez más los juristas con sobrada solvencia los que manifiestan que la justificación del Gobierno es insuficiente.

El Sánchez separatista argumenta desde la absoluta vesania, que los nueve angelitos son referentes políticos. Ya, claro. Y el socialista de los cojones es un patriota dispuesto a entregar su vida por España.

Es más, el Felón nos escupe a la cara con esta otra afirmación: “Tienen un peso indiscutible en el devenir de las relaciones entre España y Cataluña”.

O sea, España y Cataluña como sujetos diferentes, como entes supranacionales que tienen personalidad propia. Dos estados cuasi en guerra pero que Sánchez el magnánimo quiere engolosinar en su colchón monclovita. 

¡Y copulando se alcanza la paz, como en la cultura del bonobo! 

La utilidad pública se la puede meter el presi por donde la quepa.

Por esa regla de tres, no solo los nueve, sino los tres mil deberían quedar limpios de toda culpa.

Y yo me pregunto, y me hago viejo haciendo preguntas y más preguntas: ¿Qué trabajo ha emprendido el tal Sánchez que entronice el consenso con los que somos constitucionalistas?

“No tienen vergüenza, literalmente. O por decirlo con más precisión, de las dos primeras acepciones de la palabra que recoge el Diccionario de la Real Academia -«Turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante» y «turbación del ánimo causada por timidez o encogimiento y que frecuentemente supone un freno para actuar o expresarse»-, el Gobierno ha decidido prescindir de la segunda para esconder la primera. La desahogada falta de pudor con que el Consejo de Ministros se ha entregado a la adopción de medidas populistas -rebaja del IVA en la luz, público en el fútbol, alivio de las mascarillas- revela el remordimiento por unos indultos que sabe contrarios al más elemental sentido de la justicia. Puro clientelismo, intento de compra de voluntades para mitigar la razonable ira de la opinión pública ante una decisión indigna. Concesiones graciables como vaselina política con la que lubricar las malas noticias. Una usanza clásica de las autocracias…”, escribe Ignacio Camacho en mi ABC.

Y no puedo dejar de señalar que hoy, sí, hoy, entra en vigor la ley de Eutanasia impulsada por el Gobierno de la muerte. ¡La cultura de la muerte! De nuevo la maquinaria de la progresía que hace lo que esté en sus manos para confundir ideología con derechos.

Y también en ABC se lee: “Una sociedad que legisla para apoderarse de la capacidad de matar, y además con la extensión tan permisiva con que lo hace la ley española, demuestra su nulo respeto por la vida. España no avanza en derechos. Eso es solo la falsedad argumental de un Gobierno entregado a la propaganda. Muy al contrario, retrocede en principios y valores y pervierte el concepto mismo de la libertad.”

Este social comunismo que abraza la cultura de la muerte, deja a un lado una ley de cuidados paliativos “que dignifique al enfermo en sus últimas horas de existencia, que permita no conculcar ninguno de los preceptos morales inherentes a la vida humana, y que no castigue a los médicos con el secuestro de su derecho a la objeción de conciencia.”

Pero ya ha hecho su jugada maestra: ¡fuera mascarillas!

Y Carolina Darias, ministrilla, empalagosa e infantiloide, soltó lo siguiente, ¿se acuerdan? “Va a significar que las mascarillas dejan paso de nuevo a la sonrisa”.

Pues eso, mucha cultura de la muerte con la izquierda.

La cultura de la muerte te la puedes meter por donde te quepa.

PENSIONES

Salvador García Llanos

La derogación del denominado factor de sostenibilidad y la creación de un mecanismo de equidad intergeneracional son los soportes del acuerdo que han alcanzado Gobierno, patronales y centrales sindicales para desbloquear un acuerdo de amplio alcance sobre pensiones. Otros asuntos de indudable interés informativo han ido minimizando la importancia de esta concertación que, a la espera de flecos y firmas, resulta de gran importancia no solo por el número de personas afectadas sino también por la estabilidad que debe aportar al sistema, sobre el que ha orbitado a lo largo de los últimos tiempos una controversia de incierta resolución. Parece que con tal acuerdo, el panorama se despeja.

Desaparece, pues, el factor de sostenibilidad, cuya aplicación, prevista para 2023, quedará sin efecto. Estaba consignado en la reforma que el Partido Popular había acometido en 2013 para ajustar a la baja las nuevas pensiones si aumentaba la esperanza de vida.

Y entra en escena, tanto en el texto normativo como en el acuerdo que le da cobertura, el compromiso firme de negociación entre el ejecutivo y los agentes sociales para reemplazar el mencionado Factor por un Mecanismo de Equidad Intergeneracional, una nueva fórmula de ajuste de los parámetros del sistema (todavía por definir en el marco de la mesa de diálogo) que permita mantener bajo control el gasto en pensiones.

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Esta reforma de las pensiones incluye, según ha ido trascendiendo en las sesiones de la negociación, otros sustantivos cambios en el sistema. Por ejemplo, la recuperación de la revalorización anual de las pensiones de forma automática según la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), el indicador que mide la variación de los precios de una cesta de bienes y servicios en un lugar concreto durante un terminado período de tiempo. Es, como se sabe, el que se utiliza para medir el impacto de las modificaciones de los precios en el impacto del coste de la vida.

Otra novedad son los incentivos para las jubilaciones demoradas. Según anticipó la cadena SER, facilitarán a los jubilados que retrasen su retiro respecto a la edad legal, unos ingresos extra que podrían llegar a doce mil euros por año de demora) y un rediseño de las jubilaciones anticipadas que reducirá, respecto a las actuales, las penalizaciones de los que se retiren antes de la edad legal si, en vez de jubilarse en la primera oportunidad (24 meses antes de la edad de referencia) esperan algunos meses más.

En fin, tras una negociación ardua, un resultado aparentemente satisfactorio. Todo da a entender que las partes firmarán y que la estabilidad, salvo imponderables, predominará.

LA NADA

Teresa del Bosq 

Podría no importar         

ni siquiera saber        

que nos importa

aquello que queda            

después que la nada

lo destruye todo     

Nada queda

cuando partes a la nada     

ni siquiera el polvillo      

de los versos desfigurándose

en la pubertad de sus escollos   

Nada, porque todo lo vació la nada

en su pantano mortal de la tristeza   

segundos antes

que te hundieras dos metros

en la nada.     

COLONIA CAROYA, UN PUNTO MÁS PARA EL TURISMO EN ARGENTINA

Antonio-Pedro Tejera Reyes*

ECOS DE UN TRABAJO BIEN HECHO

Gustavo F. Rojas, era un personaje argentino aparentemente tímido, en aquel amplio espectro de alumnos americanos que asistían en Tenerife,  a los estudios de la maestría sobre “Calidad Turística-Ambiental Sostenible y Promoción de La Paz”, que impartiríamos en nuestro centro de estudios internacionales de turismo, en la primera década de los años 2000, con el apoyo irrestricto de la Universidad para la Paz, UPAZ, organismo de las Naciones Unidas, de imborrables recuerdos para nosotros, por la excelente acogida que nos dispensaran y por el  especial trato de sus componentes, de forma destacada su rector, Francisco Barahona y los cualificados profesionales, eminencias de carácter mundial, Gerardo Budowsky y Felipe Matos, sin olvidarnos del cuadro de profesores que se desplazara a Canarias, todos expertos académicos como Ana Báez, Marie Laure Leminier, Edwin Arias, Arnoldo Brenes y José Retana.

“Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben protegerse y trasmitirse a las generaciones futuras” (Del Código Ético Mundial para el Turismo)

Para el amigo Hugo Vecchiet,

Impenitente luchador

por el turismo rural argentino.

Foto/ Experiencia Caroya es una App desarrollada como una forma de completar y mejorar el conocimiento de los visitantes del Museo Caroya. Está diseñada para interactuar con diferentes puntos dentro de todo el recorrido de la Estancia Jesuítica Colonia Caroya; ampliando la información a través de diferentes recursos audiovisuales como ser: imágenes, audios y objetos 3d.

Orientar a la juventud, sobre el contenido social que debe presidir sus acciones, es una evidente necesidad, que hay que trasladar a las más modernas técnicas educativas, como son enseñanza personalizada y la técnica de grupos. Un escenario que hay que completar con las más modernas tecnologías existentes

Bajo ese manto de profesionalidad y conocimiento, y el apoyo del mejor método de enseñanza existente a nivel mundial – técnica de grupos y enseñanza personalizada –  Gustavo Rojas desarrolló su admirable tesis sobre la teoría del poder religioso como atractivo turístico para la Colonia Caroya, allá, en su Argentina natal, un estudio que por su especial característica llamaba poderosamente la atención de sus compañeros chilenos, peruanos, colombianos, uruguayos, etc., pues en ese grupo teníamos representados unos ocho países.

UN DESARROLLO ORIGINAL

Las características del desarrollo de esta maestría aludida, fue estudiada por nosotros durante unos tres años, en el seno de la mencionada UPAZ. lo que se convertiría en unos estudiados posibles proyectos donde estaban presentes – citando solamente algunos de ellos como una muestra original – “Centro Recreativo La Campana, Ocotal, Nueva Segovia, Nicaragua”, “Desarrollo del Ecoturismo en la Comunidad de Morro de Sao Paulo, Bahía, Brasil”, “Desarrollo Turístico en la Cordillera de la Región del Maule, Chile”, “Rutas en sitios Arqueológicos Históricos en la Provincia de Pichincha, sector Tulipe, Ecuador”, “Nueva Alternativa de Turismo Ecológico, Huancayo: El Nevado de Huaytapallana, Perú”, “Sistemas de Certificación Turística en el Servicio y en la Calidad Ambiental: Posada Aguapé. Esteros del Iberá. Argentina”

Una bella imagen del Nevado de Huaytapallana, uno de los recursos turísticos peruanos que fueron estudiados y analizados, en la maestría realizada bajo el manto de la Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, en el año 2002, en las Islas Canarias.

Animación para San Juan de Ulúa, México”, “Ruta Étnico-gastronómica,  La Paz, Bolivia”, “Modelo Sostenible de Parque Temático Ambiental. Municipio Andrés Eloy Blanco. Estado Lara, Venezuela”,  “La Cuenta Satélite de Turismo en Canarias”, “Turismo Inteligente, Desarrollo, Educación y Paz, Brasil”,  “ Turismo Vivencia Comunitario en la Provincia de Jujuy, Argentina”, “Turismo Extremo en Sierra de Santa Rosa. Guanajuato. México”, “Plan de Desarrollo en la Provincia de Chanchamayo, Junín, Perú”, etc. etc. Todo un largo conglomerado de trabajos en los que intervenían participantes y profesores aportando ideas y experiencias, que conformaban los proyectos finales todos con un extraordinario merecimiento ya que suponían un estudio apoyado en varias decenas de profesionales del sector turístico de distintos países y áreas de trabajo.

Una experiencia enriquecedora para quienes tuvimos la suerte de participar e intervenir en ella.

LA COLONIA CAROYA, UN TEMA ORIGINAL

Con ese escenario de fondo, Gustavo Rojas ideó desarrollar una tesis sobre un turismo religioso alrededor de la ciudad Colonia Caroya, en cuyo amplio trabajo, de excelente presentación, extraemos nuestro reportaje de hoy:

 “La Ciudad de Colonia Caroya, Norte de Córdoba. La pequeña localidad de Colonia Caroya se encuentra situada en el departamento Colón, al norte de la provincia de Córdoba. A unos 50 Km. aproximadamente de la Capital, invita a sus visitantes a disfrutar del contacto con la naturaleza y de una tranquila estadía en medio de paisajes privilegiados. El aroma a plátanos que coronan la avenida principal anticipan uno de los atractivos destacados de la ciudad: su gastronomía. Inserta dentro del recorrido que realizaban los colonizadores que venían desde el Alto Perú hacia el Río de la Plata, conserva en sus antiguas edificaciones las tradiciones, la historia y la cultura de nuestra identidad nacional. En el Museo Provincial Casa de Caroya, perteneciente a las congregaciones jesuíticas, aún residen varios de los relatos de aquel entonces.

Interior de la Parroquia Nuestra Señora de Monserrat, en Colonia Cayora, una interesante muestra de la alta sensibilidad de quienes construyeron este importante legado histórico. Foto/ DestiMapi

La cercanía con otros poblados posibilitan el paseo por viejas construcciones que forman parte del Camino de la Historia: Museo Jesuítico Nacional o Estancia San Isidro de Jesús María y el Paraje de Barranca Yaco.”

Estancia Jesuítica Colonia Caroya, marca todo un símbolo religioso que es determinante para dirigir una corriente turístico-cultural, amante de la naturaleza y la historia de la humanidad, algo bien acendrado en la vida rural argentina.

Gustavo Rojas diseño todo un recorrido entre estos históricos lugares insertándoles cuantos elementos fueran necesarios para convertirlos en un destino turístico apetecible para un componente humano calificado, cuya principal vocación estaba centrada en el  aspecto místico religioso, un sector de población que él proponía estudiar con un profundo plan de marketing, en la seguridad de que en la propia Argentina existe un excelente mercado para el producto que se ofertaba y que, además, en su entorno se podía desarrollar todo un conjunto de actividades recreativas que ilustraban el programa.

LAS OTRAS CONDICIONES

El monumental Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, en Ipiales, Colombia, lugar de peregrinación permanente que resalta la importancia de la religiosidad, en los movimientos del turismo mundial.

Nos interesamos vivamente en este proyecto, rescatando todo un panorama mundial que se mueve alrededor de la mística religiosa recordando nuestra visita al imponente Santuario de Las Lajas, en Ipiales, en los límites Colombia-Ecuador, y las miles de personas que lo visitan en peregrinación. Otra extraordinaria anécdota nos sitúa  en Sao Paulo, asesorando a un sacerdote que asistía como alumno a nuestros cursos de turismo, y que tiempo más tarde nos escribiría sobre los resultados de nuestras recomendaciones. Recuerdos inolvidables de nuestras envidiadas aventuras turísticas, salpicadas con la Mezquita Azul de Estambul, la misa de Mariachis en San Antonio de Texas, o la imponente Catedral de Sal, en Bogotá… No lo es todo, un poderoso botafumeiro expandiendo una humareda cargada de su incienso purificador, nos recibiría un buen día, en la mismísima ciudad de Vigo, de nuestra añorada Galicia.

Gustavo Rojas no se equivocaba. Su proyecto era totalmente factible. Colonia Caroya, puede ofrecer una panorámica completa para atraer ese sector de la población que se interesa por la historia y la vida de sus antecesores. Es mucho lo que tenemos para ofrecer, y lugares como Colonia Caroya, está en la línea de apoyo al turismo cultural que prospera de forma segura a nivel mundial.

Avenida San Marín, Colina Caroya. “Sólo una ciudad argentina puede ufanarse de tener una avenida arbolada de 13 kilómetros de extensión, con 2.450 ejemplares de plátanos, que ofrecen una postal única. Todos saben que es Colonia Caroya…semejante patrimonio natural… la gran mayoría de sus árboles acaban de cumplir 100 años.”

Estancia La Candelaria, “el tesoro de los jesuitas en Córdoba”, uno de las visitas históricas contempladas en la tesis de Gustavo Rojas, sobre el desarrollo turístico-religioso de Colonia Caroya.

“El trayecto por los cascos de estancias que se encuentran en Colonia Caroya y sus alrededores representan una propuesta de turismo rural para quienes anhelan establecer un vínculo estrecho con la naturaleza y sus diferentes expresiones. La escasa distancia que la separa de otros centros urbanos, como Jesús María, convoca a refrescarse en las playas y balnearios naturales que se forman a partir de vertientes cristalinas.

La Estancia Jesuítica La Candelaria integra un complejo histórico-arquitectónico declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad el 29 de noviembre de 2000 junto a la Manzana Jesuítica de Córdoba y las estancias de Santa Catalina, Jesús María, Caroya y Alta Gracia. /foto Wiqkipedia /Claudio Elías – Trabajo propio

A nivel nacional es conocida por la excelencia de su producción gastronómica. Las delicias heredadas de la tradición italiana se conjugan para ofrecer al turista los sabores de los embutidos, los cultivos de las frutas, el aroma de los vinos regionales, la imponencia de las pastas y los panes. Una imperdible experiencia en este rincón de la provincia mediterránea lo espera cuando visite la ciudad de Colonia Caroya.”

Vista aérea de la Ciudad Colonia Caroya, Córdoba, Argentina, desarrollada alrededor de su Avenida San Martín y sus extensos platanales, todo un símbolo del desarrollo rural del inmenso país americano.

UN  MUNDO DE ESPERANZAS

Como hemos señalado en este reportaje, la diversidad de las apetencias del sentir humano coloca la actividad turística como la principal opción del deseo de las personas. Nada positivo queda al margen del interés de la visita turística. Desde la Fontana de Trevi a la Estatua de la Libertad, toda una teoría de recursos que a alguien interesa conocer, están en el aire. El saber manejar y gestionar ese movimiento de personas, entra de lleno en los proyectos como el de Gustavo Rojas y su turismo religioso, o en de aquel cura que en las afueras de Sao Paulo quería que los autobuses de turismo hicieran una parada en su iglesia.

Impresionante vista de la Estatua de La Libertad, una motivación suficiente para visitar Nueva York, irresistible para la mayoría de los habitantes del mundo, con postales como la presente, difundida con la tecnología digital.

La antigua UIOOT – hoy Organización Mundial del Turismo – acuño una soberana frase. “En algún lugar hay un turista para usted”. Nada más cierto ni más real

Servir es mi ocupación.

*Director General del Centro Internacional de Estudios Turísticos de Canarias.

*Miembro activo del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT. de las Naciones Unidas. ONU.

*Conseiller International, Associazione Intenazionale Stampa Turística AIST. (Italia)

*Diplome D´Honneur. Unión des Escrivans et Journalistes Hellenes du Tourisme. FIJET. Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo.

*Inscrito en el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Perú

Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.

BOMBILLA

Evaristo Fuentes Melián

ESTIMADO LECTOR

Aunque parezca inverosímil, voy a contarte una anécdota muy singular, respecto a la fachada bellamente iluminada del edificio Ayuntamiento de La Orotava (de la cual envías foto). Corría uno de los últimos años de la década de los cincuenta, siglo XX, cuando la gente en cola de multitud subía las escaleras estilo imperial del edificio para contemplar desde uno de los balcones de la planta alta, la belleza de la Alfombra de la Plaza del Consistorio.

Pero con la mano en el pecho compungido y el corazón en la palabra oral, voy a contar una anécdota que, por desagradable y hasta gamberra, puede que vaya a herir la sensibilidad de algún lector. 

No es nada más ni nada menos, que un vecino joven entonces natural de la Muy Noble y Señorial Villa, subió entre la multitud a uno de los balcones, que se llenaban hasta los topes a lo largo de la noche anterior, miércoles, para contemplar una obra de arte tan singular. 

Pues bien, este fulano, de edad de veinte años, ni corto ni perezoso, --- que años más tarde ha ejercido profesión de suma importancia en el municipio orotavense---, se camufló con la manga de su chaqueta, cual arte de buen malabarista, y se apoderó de una bombilla, desenroscándola subrepticiamente haciendo pantalla oscura en una esquina de uno de los tres balcones...

 Fue simplemente por hacer la gamberrada, pero este travieso jovenzuelo hizo lo que hizo, un acto digno de pecado mortal: como es el de escamotear, hurtar, una bombilla entre miles, que adornaban la fachada Consistorial.

He dicho. Lo he guardado en lo más hondo de mi alma durante décadas, pero ya es hora de que se sepa popularmente, después de más de medio siglo de tan desagradable acto impuro, del que nadie de los presentes en su alrededor se percató, en aquellos momentos.

Aunque no voy a desvelar su identidad, lo siento por ti, amigo gamberro, que todavía vives en un rincón del centro de la Villa de mis amores y supongo de los amores tuyos por las bombillas ajenas....

Dios te coja confesado...

Con un fuerte tirón de orejas de este...

ESPECTADOR OBSERVADOR