Lorenzo Soriano
“Concordia res parvae crescunt”. Y ruego me perdonen
por empezar con tanto latinajo, por otra parte muy conocido, logotipo o lema de
tantas actividades y buenas voluntades. Viene a significar “En concordia las
cosas pequeñas crecen”, y sigue diciendo que en discordia lo grande se
destruye. En el Palacio de la ópera de la preciosa y marítima Helsinki, la
frase latina, corona su central capitel a dos aguas, con fustes y
frontones esculpidos de cariátides y
cobijando a Fidias y otros Talentos.
Mi adorado Quevedo, D. Francisco de y Villegas, a
quien acudo de nuevo, me hubiera tachado de repipi y hubiera posiblemente
agregado, que “quien legisla en caliente, yerra seguramente”. Sin embargo, me
da igual si se espera a que, los separatistas insistan o se enfríen, o se haga
aún con los cuerpos cálidos de los muertos sin conocer sus asesinos, en sus
féretros. Lo que sí propugno con energía y con tesón es que se prepare ya una
ley aplicable a los separatistas y a los
terroristas. Basta ya de buenísimos y de garantimos equívocos. La
solución la conocen perfectamente, funciona magníficamente en muchos países,
únicamente haciendo que los jueces sean
responsables de la imputabilidad errada o de la inimputabilidad equivocada con
resultado de atentado o muerte. Teniendo el honrado Juzgador todos los medios a
su alcance y todo el asesoramiento que requiera además de responsabilidad
compartida con funcionarios del Ministerio del Interior, a quien se le aplicara
la legislación, o se le declarara “Terrorista”, perdería todos y cada uno de
sus derechos constitucionales. Siendo
además, reo de cumplimiento de penas, las máximas actuales, o las nuevas que se
legislen.
Sí, con esta política de Yenka barata, retrocedemos en
libertades y en Justicia. Es donde los separatistas y terroristas creen, quizás
saben, porque recuerdan, que este
gobierno es blandito y se le puede bizcochar. Y
que le gusta el negociar y dar prebendas con tal de que no le creen
líos, y dejarlos apesebrar y amamantar a
toda su extensa prole. 300,000 “liberados” sindicales
incluidos, extremistas separatistas, de género, inclusivos, ecológicos y toda
clase de crápulas succionadores, por lo que
sólo conseguiremos conflicto, tensión, y algo de terror.
La Concordia, no se impone por decreto. Y si no se da
de natural, se crea con firmeza y con autoridad. Los separatistas no van a dejar las "armas de ensoñación
ideológica" y la extorsión para apretar tornillos en el Vallés. Como no lo hicieron los etarras
para soldar hierros en Mondragón. NO. No
lo harán Nunca. Mafia vividora, familia de clase, rebaño, tribu y casta, hasta con “vicarios divinos”,
haciendo lo que decía aquel prócer de infausto recuerdo “Haz cualquier
barbaridad, que siempre encontraremos un estúpido o sobornado, que las
justifique en todos los campos”.
Lo malo es que estos Bárbaros, a quienes les importa
una higa haber repetido mil, veces que "lo volveremos a hacer", como
en su día los terroristas, matar a
cientos de personas, decenas de los cuales niños, son listos y están “en pasta”. Y saben, son
absolutamente conscientes, de que el tal Sánchez, como en su día el Remendón de
ZP, está en caída libre y que puede que
le queden unos pocos telediarios y de un puñado de ediciones de Público. Sólo un par de entrevistas en la Ser o en la Sexta
o Cuatro, y que hasta la banda de los
Iñaki, - que pena de dignidad
-, les pueda dar la espalda. Y que el Heredero del que ayer decía “si sale sale”,
que hay que echarle a la “testa coronada”, firme lo que le ponen por delante,
sin reparos evidentes. Así que de fiarse nada. Estos canallas secesionistas,
como antes los asesinos, forzarán al
Blandito apaciguador para que entre golpe y golpe a la Constitución les permita
alguna concesión Trágica para el País y que por imitación hará arder la nación.
Que las FF.AA. cumplan el mandato constitucional es un sueño, dados los altos
mandos actuales, su forma de promoción, y el feliz “Doctor CF”, pasará a la
historia como Calígula empeorado. Saben que si lo echan antes, pierden o alejan
unos años la posibilidad de su “sueño”. Así que antes de que lo echen lo
ordeñarán.
Pero, ¿Quién
sufrirá, quienes sufriremos? Desde la
subida histérica de impuestos, hasta la destrucción de todo atisbo de
industria, comercio, servicio o actividad, unidad, solidaridad y futuro. "First we take Manhattan", decía
Leonard Cohen. Lo intentarán a toda costa.
Concordia. Tenemos de todo menos concordia y unidad, y
como a las minorías, hay que protegerlas pero no fomentarlas, sin concordia ni
unidad los acontecimientos lamentablemente superarán mis predicciones.
A réflêchir
Reflexiones
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