Teresa del Bosque
Vale la pena
dejarte tragar por el vacío
para llegar a cortar
las invisibles guirnaldas
enamoradas de la poesía
sentirla, vivirla cuando la encuentras
señuela de su gracia
Por eso esperé a la orilla del río
para llenar mi cántaro
Ungirme sin esperar ventarrón eléctrico
ahora que son planicies
las horas extras en el horizonte
Comprendí
que debo invocarla cuando regreso
enlodada de mundo
lavarme
cuando suena el río
que me elevará como otras veces
cuando suelte este cuerpo
quejumbroso, ciego, vano
Entonces nos abrazaremos madre e hija
cuando me sientas
me vivas y me encuentres…
ahogada de anhelo.
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