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viernes, 25 de junio de 2021

BOMBILLA

Evaristo Fuentes Melián

ESTIMADO LECTOR

Aunque parezca inverosímil, voy a contarte una anécdota muy singular, respecto a la fachada bellamente iluminada del edificio Ayuntamiento de La Orotava (de la cual envías foto). Corría uno de los últimos años de la década de los cincuenta, siglo XX, cuando la gente en cola de multitud subía las escaleras estilo imperial del edificio para contemplar desde uno de los balcones de la planta alta, la belleza de la Alfombra de la Plaza del Consistorio.

Pero con la mano en el pecho compungido y el corazón en la palabra oral, voy a contar una anécdota que, por desagradable y hasta gamberra, puede que vaya a herir la sensibilidad de algún lector. 

No es nada más ni nada menos, que un vecino joven entonces natural de la Muy Noble y Señorial Villa, subió entre la multitud a uno de los balcones, que se llenaban hasta los topes a lo largo de la noche anterior, miércoles, para contemplar una obra de arte tan singular. 

Pues bien, este fulano, de edad de veinte años, ni corto ni perezoso, --- que años más tarde ha ejercido profesión de suma importancia en el municipio orotavense---, se camufló con la manga de su chaqueta, cual arte de buen malabarista, y se apoderó de una bombilla, desenroscándola subrepticiamente haciendo pantalla oscura en una esquina de uno de los tres balcones...

 Fue simplemente por hacer la gamberrada, pero este travieso jovenzuelo hizo lo que hizo, un acto digno de pecado mortal: como es el de escamotear, hurtar, una bombilla entre miles, que adornaban la fachada Consistorial.

He dicho. Lo he guardado en lo más hondo de mi alma durante décadas, pero ya es hora de que se sepa popularmente, después de más de medio siglo de tan desagradable acto impuro, del que nadie de los presentes en su alrededor se percató, en aquellos momentos.

Aunque no voy a desvelar su identidad, lo siento por ti, amigo gamberro, que todavía vives en un rincón del centro de la Villa de mis amores y supongo de los amores tuyos por las bombillas ajenas....

Dios te coja confesado...

Con un fuerte tirón de orejas de este...

ESPECTADOR OBSERVADOR 

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