Y es que la cosa hoy y siempre va de España. Punto. Si la traición se consuma por parte del socialismo y a la felonía se unen los empresarios cobardes que piensan en sus intereses, amén de las sotanas diabólicas que hace tiempo dejaron atrás el polvo del camino para estar siempre contando las monedas con la imagen del César, aunque todo eso pase ahora, cuando hablamos de sociedad civil lo que estamos haciendo es empezar a reconstruir la democracia liberal y el parlamentarismo; la democracia representativa en la que creo. Pero ahora, en este instante, sin sociedad civil es imposible demoler la maquinaria de guerra que el sanchismo ha puesto en marcha para liquidar el 78 y todo lo que ese periodo representa.
Hace bien Casado mostrando firmeza, sin doblez de ningún tipo.
Y la misma firmeza debe mantener en pie ante dirigentes de su partido que estoy convencido siempre reculan cuando de España se trata. Cuando del bien común hay que hablar y por el que hay que pelear. Partirse la cara si es menester.
El gran político no es el que enseña un papel sin valor tras visitar a quien representa el horror hecho carne. La historia nos lo enseña.
La diferencia entre Chamberlain y Sánchez es evidente.
El inglés lo hacía de buen corazón, nunca fue un traidor a su patria. Se equivocaba.
Pero aquí no cabe emplear la palabra equivocación
Sánchez no se equivoca. Sánchez ha firmado. No sabemos el qué. Sánchez es parte del golpismo catalán. Uno más. El caballo de Troya en la Moncloa, en la Zarzuela, en las Cortes.
Chamberlain fue un buen inglés, Sánchez todo él, un grupo de cabildeo que habla y trabaja en nombre de los enemigos de España. Como ZP lo es de la dictadura venezolana.
Si en la calle dos centenares de delincuentes vociferaban y enseñaban el odio y la violencia que son la razón de su existir, pero que pueden ser perfectamente silenciadas e ilegalizadas con el Estado de derecho empleando los medios de que dispone, muchos y variados por cierto, en el interior del Liceo, la imagen no resultaba más edificante. Digo que en el Liceo la reunión de pachulis andantes fue la escenificación de un aquelarre de peseteros y felones.
Sánchez es una prima donna que la sociedad civil puede y debe despojar de todos y cada uno de sus argumentos.
Resultaría tan sumamente fácil demoler la mentira, la traición, la violencia y la absoluta arrogancia de este iletrado depredador.
En el transcurso de unos días, con las calles pacíficamente dispuestas a proteger la democracia, la concordia, la unidad de España y el sistema del 78, el Liceo envuelto en llamas de libertad volvería a ser de nuevo el hogar para el Bel canto, el buen arte, no la artería.
Y España echaría de su cuerpo democrático a los xenófobos, racistas, supremacistas, violentos, pero también a los miserables cobardes y palmeros que se arriman al poder sin moral para amasar fortunas y escupirnos con sus malditas arengas sobre amor y verdadera patria.
Mientras escribo y leo, no hay un solo día que no esté en la calle animando a que sean muchos los que me acompañen
El pacificador no pone la otra mejilla.
La democracia, o es fuerte ante los enemigos, o
llamémosla como en realidad merece ser llamada: mentirosa.
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