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sábado, 31 de octubre de 2015

OTROS RELATOS


Carmen Felipe Martell

Dulce espera

Coqueta, caminaba lentamente en línea recta. A ratos se detenía como si dudara y, con picardía, miraba atrás de reojo.

¿La estaría siguiendo aún? Él era fuerte y valiente, le observaba desde hacía tiempo y hoy, por fin, se había decidido a darle pistas. En la reunión de esta mañana, le había sonreído sin ambages, abiertamente. Pero luego, al salir, optó por no mirarle para encender su curiosidad. Cuando comenzó a alejarse del grupo, supo que la seguiría. Pasó bajo aquellas ramas, bordeó aquel extraño lago marrón-rojizo y entró en el túnel de brillante y transparente boca.  

De pronto, el túnel se movió como tocado por un terremoto. Ella cayó y algo dulce y oscuro la envolvió; y tuvo miedo.

Algo más tarde, él la encontró flotando en el fondo de una botella casi vacía de Coca Cola.

¡Pobre hormiguita enamorada!

EL LAGO, DE MAL EN PEOR

Salvador García Llanos
Recientemente, en el curso de este mismo mes que se acaba, expresábamos el contento que significaba la adopción de un acuerdo unánime del pleno del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz encaminado a elaborar un Plan Integral de Gestión para el complejo turístico ‘Costa Martiánez’. Se supone que era la demostración de una voluntad política, aprobada para salvar la titularidad pública de la joya de la corona y enfocar con seriedad y criterios profesionales su revitalización.
El gozo, en un pozo, porque si el Plan pasa por decisiones unilaterales, tomadas sin ánimo informativo, consultivo o participativo, siendo tan importantes como la resolución de un contrato concesional con la empresa que prestaba o presta -que ya no se sabe- los servicios de restauración del complejo, estamos en las mismas, es decir, oscurantismo, carencia de criterios y de seguimiento.
No quisiéramos escribir esto pero si nos aproximamos a que el Lago no tiene solución, más oscuro será su porvenir. Ya hemos diagnosticado sus problemas, ya han sido denunciadas situaciones verdaderamente insólitas, ya se han extendido las alertas sobre la pérdida de la calidad de los servicios… Ahora, en teoría, deberían llegar las pruebas de un trabajo bien concebido desde la experiencia teórica, fruto de la voluntad política aludida. Por el camino que se ha visto, parece que no, que seguimos dónde estábamos. Qué lástima.
Y por si no fuera suficiente, lo que también ha trascendido esta semana es digno de preocupación. Ninguna fuente del gobierno municipal ha desmentido que en unas dependencias del sector Los Alisios, a puerta cerrada y sin licencia o autorización, se estaban ejecutando unas obras, cuando menos de rotura de una de las barras o muro interior. Alertado un responsable de la oficina técnica municipal, se presentó en el lugar y, según parece, poco menos que hubo de empujar la puerta para que le dejaran acceder y comprobar el desaguisado. Imaginen: obras no autorizadas en el interior de un Bien de Interés Cultural (BIC), de titularidad municipal. Rompiendo piezas o partes de sus dependencias. Si Manrique viviera…
Pues si esto sucede -se supone que habrá informes, fiscalización, preguntas, responsabilidades, repercusiones- hemos de temernos lo peor, es decir, que todo sigue poco menos igual. Debe ser tal despreocupación y la falta de seguimiento que allí, en el complejo, se puede hacer lo que se quiera, que no va a pasar nada.

Lo dicho: el gozo, en un pozo. Apenas ha durado veinte días.

EL DÍA DE LOS FINADOS EN LA OBRA DE JUAN BETHENCOURT ALFONSO

Javier Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL
La obra del doctor Juan Bethencourt Alfonso (1847-1913) marca un punto fundamental en el inicio de los estudios folklóricos, etnográficos y antropológicos en Canarias.  La recuperación de su figura es el resultado de la incansable labor desarrollada por el profesor de Historia de América de la ULL, Manuel A. Fariña González, quien se ha encargado de estudiar su obra, siendo notable muestra de ello la publicación de La Historia del Pueblo Guanche o Costumbres populares canarias de nacimiento, matrimonio y muerte.
De esa última obra, extraemos toda una serie de datos en relación a las celebraciones desarrolladas en el contexto del Día de Difuntos. En ese sentido, en el sur de la isla de Tenerife “antes de ese día encendían luces sobre los sepulcros, tantas cuantos eran los seres queridos muertos, y además ponían trigo, carneros, etc. El cura recogía las ofrendas a medida que cantaba los responsos”. No faltaban las oraciones durante la noche. Además, colocaban dentro de una bandeja con aceite mechas, dedicando cada una de ellas a un finado, siendo curioso que algunas personas afirmaran conocer “el estado de las almas de los muertos por las particularidades que ofrecen las luces”, explicando el significado de aquellas que se apagaran, pues se entendía el descanso del alma de la persona; frente a la mecha que permanecía muy brillante, siendo entonces necesario recurrir a muchas oraciones. La iluminación con luces era una práctica habitual en muchos hogares e incluso en la Iglesia. Una práctica registrada en lugares como Güímar, pero con la particularidad de que la llama que se apagaba era por no necesitar de más luz; mientras que la luz que fuera más intensa indicaba que el alma se encontraba muy próxima de entrar al cielo. Muy similar sería la situación que ese día se desarrollaba en el núcleo de Los Realejos, siendo característico que cada mujer procedía a encender en la Iglesia tantas velas como individuos de su familia tuviera fallecidos. Es importante destacar la particularidad festiva de ese día en el núcleo realejero, pues durante la noche “acostumbraban los monaguillos y demás empleados de la Iglesia hacer una cena, con todas las castañas, frutas y demás regalos que han podido reunir en los días anteriores, pidiendo de casa en casa”. A continuación, tras finalizar la cena, “le quitan a San Miguel el diablo que tiene a los pies, le atan una cuerda al cuello y le arrastran con piedad salvaje por toda la Iglesia”.
En Arona, las mujeres serían nuevamente las responsables de encender velas durante la noche en los recintos religiosos el Día de Difuntos, llevado todas ellas grandes cantidades de frutas o huevos envueltas en paños que depositaban sobre los sepulcros; así como carneros, barriles de vino, entre otros alimentos. “De cuando en cuando, las mujeres levantaban la mano con un saco o bulto que era la señal para que el sacristán o monaguillos que andaban husmeando, fuera por la ofrenda, que metían en la sacristía y volvían luego a devolver el paño”.
Por su parte, en la isla de Fuerteventura, existía la tradición de poner ese mismo día sobre los sepulcros fanegas de trigo, carneros vivos, garrafones de vino e incluso cestas de pan, junto a dulces y otros productos “para los ministros de la Iglesia”. Para tal isla, señala que en la localidad de Antigua, por parte del cura y el sacristán, se realizaban toda una serie de responsos sobre los sepulcros, un aspecto ejecutado hasta mediados del siglo XIX, pues, en el momento de recopilar los datos, Bethencourt Alfonso expone que salen por el mismo pueblo “con la cruz de la parroquia, el sacristán y monaguillos con agua bendita, dando «la paz de Dios», y recogiendo todo lo que le dan, como dinero, fruta pasada, almendras, etc”.
En definitiva, hemos destacado toda una serie de aspectos en diferentes lugares de Canarias sobre los actos desarrollados antes y durante el día de Todos los Santos en el siglo XIX recopilados a través de la obra de un canario que en sus diferentes investigaciones muestra una gran preocupación por el conocimiento de las Islas y sus habitantes.

QUÉ PIENSAN LOS DESEMPLEADOS DE TENERIFE SOBRE LA SUPUESTA RECUPERACIÓN ECONÓMICA


José Melchor Hernández Castilla. Secretario de la Asociación Wolfgang Köhler

Según datos del Gobierno Autónomo Canario, en septiembre de 2015, se hallan registrados como demandantes de empleo 242.313 personas, de ellos 122.633 son desempleados de larga duración; pero lo más preocupante es que 140.000 personas ya no reciben prestación. Si la información anterior se extrapola a Tenerife, tendríamos alrededor de 55.000 personas sin ninguna prestación de las 100.468 personas inscritas en el Servicio Canario de Empleo en la isla.
Para las personas sin ningún tipo de ayuda y en riesgo de exclusión social, el Gobierno Autónomo Canario ha creado la Prestación Canaria de Inserción (PCI), que según el propio gobierno sirve para atender las necesidades básicas de las personas. Desafortunadamente, actualmente estas ayudas después de tramitadas no llegan al 25% de su cobro, sin que parezca que a los políticos les interese demasiado las personas más necesitadas de esta tierra, probablemente más preocupados en sus asuntos propios.

A septiembre de 2015, en el Norte de Tenerife, los desempleados se acercan a las 26.000 personas; en el Sur de la Isla, se cifran alrededor de 29.700 personas; y en la Zona Metropolitana, rondan las 45.000 personas. ¿Qué piensan todas estas personas de las políticas de empleo del gobierno central, del gobierno autonómico, del cabildo de Tenerife y de su propio ayuntamiento? ¿Creen que verdaderamente existe recuperación económica?



Todos sabemos que la mejor manera de evitar la exclusión social es tener un Empleo. El Empleo digno es la única manera de poner al hombre en igualdad social, y la pérdida del mismo, en muchos casos, ha llevado al desalojo de sus viviendas al no poder pagar las hipotecas, sin que las políticas sociales hayan hecho nada para evitarlo. Mientras, ahora, algún partido político habla de una renta mensual para los que no tienen trabajo, se olvidan de que lo que realmente quieren las personas es trabajar, ya que el trabajo no sólo dignifica sino también te iguala en una sociedad competitiva y comparativa como la nuestra; sin trabajo, no eres un igual socialmente. Y si esta situación de desempleo se prolonga más allá de un tiempo, finaliza el recibo de la prestación de desempleo, en caso de tener derecho a ella, y, en última instancia, las personas terminan convirtiéndose, en el mejor de los casos, en un usuario habitual de los servicios sociales de los ayuntamientos.


Por todo lo anterior, creemos firmemente que las políticas y los políticos que no apuestan realmente por el Empleo no deberían dedicarse a la Política; y, seguramente, serían más útiles en la empresa privada, donde puedan desarrollar sus planes con el dinero privado y no con el dinero público de todos y de todas.  

UNA SANGRE

Teresa González

Había una vez una sangre            
paseando sus instintos
por los ingenuos pasadizos
de mi jardín
Era una sangre hija de la noche
sin olor, sin sabor, sin alma…           
Y sin pensarlo
salpicó de toxinas
su boca las pilastras
de mi gruta atormentada
lloviéndole sobre mojado     
a mi amor multiplicado
hasta que mi repertorio nombre     
se ahogó en la rutina de su lengua,                   
floreciendo bendiciones
tras la luz que las sombras
poco a poco se llevaban.
Esa sangre,
que lactó su inventario             
con mis lágrimas
no termina de pagar
su importe a la vida
ante mis anonadadas borrascas,
espectadoras de su fiera lucha
disputándose el penúltimo mendrugo metálico
que le arrebataron al alfa
responsable de su sangre percudida…
Hubo una vez una sangre          
que fue elegida por mi alma
como mía para volver…               
en mis estancias terrenales
a cantarle a la luna.
Hubo una vez una sangre
que se intoxicó

con el rojo dulce de la mía…

EL ROTARY CLUB, UNA REALIDAD INCUESTIONABLE

Antonio-Pedro Tejera Reyes
“Siempre que tengamos la sensación de que ayudamos al prójimo estaremos desempeñando bien nuestro trabajo… tan inexorable como la Ley de la Gravedad” Eugenio Sol y Andrés Rocha, del Rotary Club de Puerto la Cruz, Venezuela. (1973)
ALUMBREMOS EL CAMINO CON SERVICIO
LA HISTORIA NO DE DETIENE
Una novela de Erle Stanley Gardner, hace referencia a un fiscal que le dice a su antagonista, el célebre personaje de ese autor, Perry Mason: “…cualquier cosa que podemos hace nosotros para que se sienta usted confortable, no tiene más que decirlo. Yo soy rotario.” (El Caso del Cadáver Fugitivo. Plaza & Janés, 1961. Pag. 102). Lo había dicho todo. Ser rotario es sentir, pensar y actuar así.
“Dar de sí, antes de pensar en sí” o “Servir es mi ocupación”  son consignas expandidas por el mundo, nacidas dentro del Rotary Club Internacional.
Volvemos a escribir sobre la labor de Rotary, inspirados en un artículo de opinión publicado en LA PROVINCIA, Las Palmas de Gran Canaria, Islas Canarias, por Juan Jesús Suárez, vicegobernador del Distrito 2001 de Rotary Internacional, España, que trata de la impresionante labor desarrollada por todos los rotarios del mundo que bajo el lema POLIOPLUS han conseguido erradicar esta terrible enfermedad en el 99% de los países del mundo.
De forma directa nos vimos comprometidos en esta ingente labor como directivo de varios clubs rotarios en Venezuela y Canarias, algo que tomamos con una muy especial dedicación quizás marcados por dolorosas experiencias juveniles afortunadamente superadas con el más brillante de los éxitos.
La campaña POLIOPLUS ha sido una de los éxitos más notables de Rotary Internacional, donde se ha puesto de manifiesto al poder de la mayor agrupación de servicio del mundo “fomentando la inteligencia, la buena voluntad y la paz entre las naciones, por el compañerismo de sus hombres y mujeres de negocios y profesionales, unidos en el ideal de servicios. “Por algo será que es la única ONG que tiene asiento en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
UN CAMINO ALUMBRADO CON SERVICIO

Ante nosotros, dos tarjetas de Rotario Visitante, de los clubs Calle-Calle, Valdivia, Chile, y del Club Rotario de Managua, Nicaragua. Podíamos añadir algunas decenas más de América, donde no solo hemos sido visitantes sino que incluso hemos participado en sus programas como invitados especiales con nuestras conferencias, comunicaciones, etc., sobre vivencias rotarias, proyectos y actuaciones, en las cuales hemos sobresalido por el aspecto sumamente cultural que le hemos conferido a estas actividades. Cúcuta y Pasto, en Colombia, o Porlamar (Isla Margarita) y Puerto la Cruz, en Venezuela, han sido referentes de unos programas de incentivos para la juventud y para la valoración y  estímulo a la artesanía, algo que quisimos hacer llegar a la ciudad turística de Puerto de la Cruz en Tenerife (Canarias) y que se estrelló ante el desconocimiento y la prepotencia de políticos poco preparados para sus cargos, algo que la vida nos ha enseñado a soportar, tolerándolo forzosamente, pero de ninguna manera conforme con el daño que le hacen a la sociedad en su conjunto. Desde luego, gentes que no han tenido ni tienen nada que ver con los altos conceptos que inspiran los principios rotarios, que llegan hasta los mismos cimientos del turismo mundial con aquello de la comprensión y la paz entre las personas de todas las naciones del mundo.
Un camino alumbrado con servicio tiene que ser presidido por la paz, la justicia y la razón, donde debe prevalecer un estado de derecho que esté presente siempre en beneficio de las obras bien hechas, justas y necesarias, apartando aquellas otras acciones que estén dirigidas a perpetuar a entidades y personajes que por supuesto, no se ajustan a las normas rotarias, “Dar de sí antes de pensar en sí”. Muy al contrario, antes de fijar sus actuaciones piensan en sí, como principio y fin de la cosa.
Ejemplos y situaciones tenemos para escribir, no un libro, sino una enciclopedia, sin alejarnos mucho de los lugares donde hemos practicado los principios rotarios – hasta dentro de nuestra propia familia–no como decía mi llorado querido amigo Carlos de Irissarry, desde que nacimos; sino quizás desde que tenemos uso de razón.
 ROTARY LA ESPERANZA
En este acontecer de la vida moderna – por llamar este desbarajuste de alguna manera – la pérdida de los principios – si es que los han tenido alguna vez – de la mayoría de una sociedad extraña y caduca, para los que hemos pasado a la cuarta edad, ha afectado seriamente la convivencia familiar, ciudadana y social, alejándose de una manera ostensible de toda aquella filosofía que estudiamos alrededor de la Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, en sus místicas instalaciones primero, en Costa Rica, y en posteriores años, inmersos en sus exposiciones, experiencias y modelos, en las aulas de Tenerife, nos ha llevado a un mundo donde hemos visto desaparecer el respeto a la edad, a la familia, a la sociedad, al prójimo… Algo inaudito en los años sesenta-setenta del pasado siglo, donde para presentar el examen de ingreso a los estudios del bachillerato – así se llamaba entonces – asistimos, con diez años, vestidos con un paltó – como se dice en Venezuela – y con corbata… eso sí, con pantalón corto.
Rotary no puede ser una esperanza para recuperar esto. Tiene que ser una esperanza para hacerle entender a estas nuevas generaciones a digerir lo que esas “viejas generaciones” le han legado gracias a su trabajo, su inteligencia, su perseverancia y su visión de futuro.
 Lástima que no podamos hacer más, tarados por acciones imperialistas que el mundo no ha podido erradicar por la desmedida ambición de unos genes inmersos en personajes cuyas cunas no tuvieron nunca los principios de humildad y conocimiento necesarios para integrarse en un mundo mejor, donde prevaleciera eso: La paz, la justicia y la razón. El mundo del sentimiento y la acción rotaria.
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo.

Foto de Portada: Nuestro Distinguido colaborador Dr.  Antonio-Pedro Tejera Reyes   recibiendo en el año 2011. la “Pluma de Oro” del Rotary Club de Puerto de la Cruz, de manos de su presidente Manuel Alfonsín Fernández, como un premio especial a su dilatada trayectoria literaria destacando los valores de Rotary.

FÉLIX DUARTE PÉREZ. UN PALMERO QUE AMO A CUBA Y LA PALMA


Juan Calero Rodríguez

El poeta, periodista y cronista palmero Félix Duarte, nacido en el municipio de Breña Baja, en las postrimerías del siglo XIX, en 1895, emigra con dieciséis años a Venezuela, donde publica sus primeros versos en la prensa de Caracas.

Luego, en 1919 arriba a Cuba, donde colabora con diversas publicaciones habaneras, por ejemplo, El Guanche y Patria Isleña. También funda en 1920 y dirige la revista Cuba y Canarias, en 1921; y en 1923 funda el Liceo Canario de la provincia de Sancti Spíritus, donde residía, siendo su primer presidente en la Sección de Literatura. Al mismo tiempo, fue corresponsal de varios rotativos habaneros con Diario de la Marina y El Espectador habanero.

Al cantarle a Cuba expuso:
¡Salve, Cuba gentil! perla arrullada
Por las azules ondas del Caribe,
Que con pompa grandiosa circunscribe
Tu extensión de belleza coronada.

Poeta y escritor de variada producción, fue galardonado en numerosas ocasiones en varios certámenes literarios de La Habana y La Palma, como es el primer premio en un certamen promovido por el periódico El Mundo.

Publicó en 1926 su conocido libro Azul y Armiño. Del cual su prologuista, el poeta cubano César Luis de León, destaca en su exhaustivo análisis los poemas Al amor, La eterna Pregunta y La Cruz Abandonada. Por otra parte, el también poeta y abogado Andrés de Piedra Bueno, Jefe de la Sección de Literatura destaca los poemas Presagio, El árbol caído, Tu balcón, Rima del Llanto.

Félix Duarte queda embrujado con el encanto de la mujer cubana, llamándola la emperatriz de la belleza y en su soneto escribió:

Dios, el Supremo Artífice, al crearte
Simbolizó en tu rostro la hermosura,
Fraguó tu corazón con la ternura
Y por trono inmortal te dio el del Arte.

Ese mismo año el periódico Diario de la Marina le concede un premio como reconocimiento a su labor periodística.

Félix Duarte se ubicó entre el impulso bucólico de un Berceo y el mensaje modernista de Rubén Darío y Amado Nervo; entre lo religioso y lo profano, entre lo maternal y lo festivo. Su poesía es clásica en el apego a las fuentes y exaltada en el sentimiento, así como en el elogio a las virtudes del palmero: el instinto de defender su patrimonio histórico y su naturaleza, la defensa del territorio, con la apertura mental hacia el mundo y el cuidado formal de quien se sabía poeta de oficio.

Y quién que pise tierra cubana no cae rendido a José Martí. En su Soneto a Martí:

¡No has muerto, no, glorioso veterano,
apóstol de una causa redentora,
hoy libremente, más que ayer, te adora
la perla del azul mar antillano.

Con su madurez, va cultivando una poesía, alternando entre la rima libre con la rigidez de la métrica; el soneto con el romance popular; la evocación doliente y melancólica con la glosa apasionada y entusiasta.
Mantuvo fraternas relaciones con los más notables poetas cubanos de la época, como Nicolás Guillén y Agustín Acosta; al mismo tiempo con importantes hombres de letras canarios en Cuba, como Luis F. Gómez Wangüermet vinculándose con el movimiento asociativo canario del país.

Regresa a La Palma definitivamente en 1932 reintegrándose a la vida cultural y literaria de la capital.

Tierra canaria donde, en ricas noches
de amor que el tiempo con su fuga afirma,
siento voces de paz, himnos sagrados
que me transportan a sublimes reinos.
Cumbres desnudas, sol, sedientos agros,
masculinos paisajes, yermas rocas,
barrancos retorcidos como rúbricas
donde los vientos ásperos relinchan.

Siendo concejal de Breña Baja presentó una moción referida al Día de las Madres, que fue aprobada el 5 de abril de 1936, por lo que Breña Baja se convierte en el primer municipio de España que con carácter oficial instituyó tal celebración.

Lucha porque la Caldera de Taburiente sea declarada Parque Nacional, lográndose años más tarde.

Además de su libro en Cuba Azul y armiño (1926), también escribió, ya en La Palma, el texto del carro alegórico representado en los festejos de la Bajada de la Virgen de 1955, titulado Amor eterno. Otras publicaciones suyas fueron Poemas del Atlántico (1965), En una isla canaria (1979) y Leyendas canarias (1982) un tomo de sobre antiguas leyendas guanches, además de figurar en varias antologías poéticas como Cien sonetos de autores canarios, Antología de poetas españoles residentes en Cuba, y 96 poetas de las Islas Canarias. Dejó inédita una parte de su obra, donde cabe señalar El rosal de los sueños ( prosa), Plus ultra, Nardos de amor y de vida, Mirtos del alma, Con el alma (sonetos), Huella de amor (conferencias), Tratado de las cumbres sublimes (poemas), Palabras (discursos), Romancero canario (romances) y Glosario (artículos y reportajes).


Murió a los noventa años en Santa Cruz de La Palma en 1985.

CIENTO CINCO AÑOS DEL NAUFRAGIO DEL TITLIS EN PUNTA BRAVA

Agustín Armas Hernández
Estos últimos años, han naufragado muchos barcos, grandes y pequeños. Unas veces  suceden por fallos humanos y otros por los  huracanes que se forman, en la actualidad, con tanta frecuencia en todo el mundo. Yo no sé por qué razón siempre que sucede alguna desgracia de este tipo, como la  de estos días en el Cantábrico, Costa de Galicia, me recuerdan, aunque no hubieran víctimas,  los actos de heroísmo de los socorristas en el fa­moso naufragio ya lejano, entre los peñascos de Punta Brava, Puerto de la Cruz

Hasta primeros años del siglo XX La Brava (actual Punta Brava), dormía el sueño de los tiempos. No era más que una lengua volcánica-rocosa que se introduce provocativa, desafiante en el Mar Océano del norte tinerfeño, rincón aislado, distante de la costa de un pueblito, también rebautizado, antes «Puerto de Orota­va» hoy Puerto de la Cruz. Grandes masas rocosas semisumergidas unas y aflorando a la superficie otras han sido motivo de alarma y preocupación para todos los marinos y capita­nes del barco que con fre­cuencia solían visitar el muelle portuense en aque­llos años, para cargar los ri­cos frutos del fértil valle de La Orotava


No eran infundados estos temores. Pues en la ma­drugada del 11 de diciem­bre de 1910, un grito desga­rrador hirió el espacio eté­reo ¿Qué pasa? se pregunta­ban los desvelados y soño­lientos portuenses, como in­tuyendo que algún fatídico acontecimiento ocurría en ese preciso momento. Eran las cinco matinales de la citada fecha, un fuerte temporal de viento y mar gruesa batía la costa. Se tra­taba de un barco, un gran barco, el «TITLIS». Las rocas del «veril de la brava» rasgaron su vientre, hasta las mismas entrañas. Un agricultor de la zona, alarmado por el rugir de la sirena del buque agonizan­te, después de acercarse al lugar y ver lo ocurrido, co­rre hacia el Puerto de la Cruz y avisa a las autorida­des locales. Seis personas se dan prisa en llegar al lugar; eran Sebastián Castro Mo­rales (el que más tarde di­rigiría las operaciones de salvamento). Francisco Álvarez García, Gregorio Montes de Oca García, Isi­dro Ramos, Pedro Mesa Ló­pez y mi propio progenitor, Ángel Armas Álvarez.


«
Manos a la obra» gritó don Sebastián, dando ánimo a sus compañeros, mientras se acercaban al carguero siniestrado. Más... uno de ellos al cual conocí muchos años después del incidente, viendo, que barco y tripulación se hundían por momentos, arrebatado de valentía,­ coge una soga -preparada previamente- y se lanza de risco en risco hasta llegar­ cerca de la proa, donde es­taba concentrada la deses­perada tripulación. El TITLIS era un vapor noruego de acero, aparejado de gole­ta, que fue construido en los astilleros Neyland (Oslo) en 1904.Tenía un tonelaje bruto de 1.407 toneladas, una es­lora de 231 pies 35 de man­ga y 20 de calado; venía al mando del capitán Kristian Andersen, con una tripula­ción de 18 hombres, de los cuales 4 desaparecieron, arrebatados por las olas, cuando agarrados de la susodicha cuerda intentaban llegar a .tierra firme. Después de este catastró­fico acontecimiento que conmovió el corazón de to­dos los portuenses, concretamente el día 15 del mismo mes, el comité de turismo de la localidad organizó una función benéfica,- según folleto de la época- en ayuda de los marinos supervivien­tes y familias de las vícti­mas, gran éxito tuvo dicha acción, que se celebró en el cinematógrafo del ex convento de monjas. 

Reinaba en Noruega en aquellos años el rey Haakon VII y, de acuerdo con su go­bierno decidió galardonar con medallas y pergaminos alusivos la gesta de estos valientes e intrépidos soco­rristas portuenses. Sin su in­tervención, hubieran pereci­do todos los tripulantes del buque. Durmieron durante mu­chos años los restos del na­vío en las profundidades. Pero llegaron tiempos nue­vos y sofisticadas técnicas tanto para escudriñar las entrañas de la tierra como las profundidades marinas. Pues bien, el año 1980, los alumnos del colegio Monte­ssori de Santa Cruz de Tene­rife realizaron una serie de actividades en el Puerto de la Cruz que -con la colabo­ración de la Escuela de Bu­ceo de Tenerife y otros ciu­dadanos portuenses- cul­minó extrayendo del lecho marino la hélice del TITLIS. 

En un acuerdo muy inte­ligente, el 25 de junio de 1980, dicha hélice fue dona­da al populoso barrio de Punta Brava y quedó en un sencillo pedestal para que todos, tanto lugareños como foráneos, recuerden no sola­mente a los fallecidos en el naufragio, sino también a los valientes portuenses que arriesgaron su vida por el prójimo. Al acto de entrega de la hélice, ahora ubicada en la plaza de Manuel Balleste­ro, (en la actualidad está frente a la Iglesia de Santa Rita) asistieron además de cónsul de Noruega, señor Limberg, representación del Cuerpo Consular Acreditado en Tenerife, jefe de la Policía Nacional, párroco del barrio, alumnos del colegio Montessori con su director, familiares de los que inter­vinieron en el rescate de los náufragos y mucha más gente. El barrio portuense de Punta Brava empezó a cre­cer y tomar auge en la déca­da de los años 50, cuando la corporación municipal con su ilustre alcalde don Isido­ro Luz Cárpenter decide donar solares de aquella zona rocosa a personas necesita­das del lugar. Hoy, sin duda, es Punta Brava el barrio más bonito y populoso de la ciudad turística. Una gran avenida que lleva el nombre del recorda­do Paco Afonso -el que fue­ra alcalde de la ciudad y gobernador de Tenerife- une el barrio con el centro de la ciudad. Algunos me dicen que a ver si llego a ser tan heroico como mi recordado padre. Si el Señor me concede una ocasión, que también me dé fuerzas para no degenerar de mis antepasados. Lo mismo deseo para los descendientes  de los demás socorristas.