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sábado, 3 de octubre de 2015

¿QUÉ ESPERAMOS DE LOS DEMÁS?

Juan Antonio Gómez Jerez

“A LOS MAYORES LES GUSTAN LAS CIFRAS. CUANDO SE LES HABLA DE UN NUEVO AMIGO, JAMÁS PREGUNTAN SOBRE LO ESENCIAL DEL MISMO. NUNCA SE LES OCURRE PREGUNTAR: “¿QUÉ TONO TIENE SU VOZ? ¿QUÉ JUEGOS PREFIERE? ¿LE GUSTA COLECCIONAR MARIPOSAS?” PERO EN CAMBIO PREGUNTAN: “¿QUÉ EDAD TIENE? ¿CUÁNTOS HERMANOS? ¿CUÁNTO PESA? ¿CUÁNTO GANA SU PADRE?” SOLAMENTE CON ESTOS DETALLES CREEN CONOCERLE.”

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY  “EL PRINCIPITO”

Nuestra vida nos la pasamos rodeados de las personas que forman parte de nuestro entorno, y que, en definitiva forman parte activa del influjo que ejercen y ejercemos los unos sobre los otros; nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros o simplemente la gente en general con la que nos tropezamos por la calle cada día y con la que nos vemos obligados a interactuar con ellos. ¿Qué esperamos de todas estas personas que rodean nuestro entorno y a veces forman parte importante y esencial de nuestra vida?

“NO EXISTE NADA BUENO NI MALO, ES EL PENSAMIENTO HUMANO EL QUE LO HACE APARECER ASÍ”                    
WILLIAM SHAKESPEARE


Cada persona tiene una expectativa, esperanza e intereses distintos con respecto a los de los demás, en eso, no creo que influya el nivel cultural o social, cada persona es como es y tiene unas necesidades distintas a las nuestras; si aprendemos eso, si somos capaces de entender que los demás no son como nosotros y que no van a reaccionar igual que nosotros o como nosotros  queremos, quizás, podamos bajar esa expectativa propia de lo que esperamos de los demás.

“EN NUESTROS LOCOS INTENTOS, RENUNCIAMOS A LO QUE SOMOS POR LO QUE ESPERAMOS SER”
WILLIAM SHAKESPEARE
  
Muchas veces tenemos la sensación de que la familia, los amigos o los propios compañeros no reaccionan con nosotros como pensamos que deberían de hacerlo, y decimos cosas o pensamos cosa tales como; “yo, que lo he tratado tan bien, que lo he ayudado tanto, mira como me lo paga” y pienso  que eso se produce porque nuestras expectativas se exageran con respecto a  ellos, las otras personas,  no tienen porqué  reaccionar como nosotros queremos que lo hagan, es preferible que lo hagan como ellos son y suelen reaccionar, así tendremos datos, en todo caso, de cómo son y de cómo pueden reaccionar con nosotros además de  qué podemos esperar con respecto a ellos. Es quizá mejor  bajar esa expectativa de respuesta de los demás hacia nosotros para que no suframos decepciones ni desilusiones que nos desmoronen nuestro mundo interior. Hemos de darnos cuenta que nosotros, también estamos en el otro lado, y que a veces son nuestras propias reacciones, sin querer, las que provocan ciertas respuestas.

Quizá una buena actitud, desde mi punto de vista, puede ser la de no esperar nada de nadie, no tener ninguna expectativa al respecto y aprender que los demás nunca van a actuar como uno mismo. Vamos a intentar no esperar nada de nadie y a disfrutar y agradecer  las cosas que nos ofrecen y nos dan. Parece conformarse, pero pienso que si mantenemos una actitud continua de que no obtenemos de los demás lo que esperamos o pensamos que no nos dan lo que queremos, nuestra propia alma se empobrece y nos vamos auto agrediendo.

Vamos a intentar no suponer nada y a no dar las cosas por hecho, si sospechamos algo o pensamos algo de la otra persona es quizás mejor preguntar y aclarar. Si inventamos o imaginamos eso sólo nos da la opción envenenar nuestros sentimientos y eso no nos lo merecemos.


Vamos a intentar  honrar a nuestras palabras, eso significa que debemos ser coherentes con lo que decimos y hacemos, nos hace sentir bien y ante los demás nos hace respetables tanto como ante nosotros mismos.
            
Vamos a intentar hacer siempre  las cosas lo mejor posible, de esa forma nos sentiremos bien con nuestra propia conciencia y probablemente no habrá nadie que nos reproche nada.
            
Vamos a intentar no tomarnos las cosas como algo personal, en la medida de que alguien quiera hacernos daño, hemos de pensar que esa persona se lastima a sí misma y no a nosotros.


YO QUIERO SACAR COMO CONCLUSIÓN QUE  LO QUE ESPEREMOS DE LOS DEMÁS SEA POR LO MENOS IGUAL QUE LO QUE ESPERAMOS DAR DE UNO MISMO HACIA ELLOS. CADA UNO DE NOSOTROS SOMOS ÚNICOS Y NUESTRAS RESPUESTAS NO TIENEN QUE PARECERSE EN NADA A LAS DE LAS OTRAS PERSONAS. UN TOQUE DE TOLERANCIA, COMPRENSIÓN Y ARMONIA, QUIZÁ SEA UNA BUENA RESPUESTA A LA PREGUNTA PLANTEADA.

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