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sábado, 31 de agosto de 2019

PREGON DE LA FIESTA SOLEMNE EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA

Pedro Ángel Barreto

Dignísimas Autoridades, Religiosas y Civiles, Sr. Don Marco González, Alcalde de esta Ciudad y miembros de la Corporación Municipal, Reverendo Don Luís Rodríguez de Lucas, Párroco de la Peña de Francia; Don Rijard Ritcher, Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías “Santo Madero”, Hermanos Mayores y Representantes de las distintas Hermandades de esta Parroquia; Don Francisco García Martín, Hermano Mayor y miembros de la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Peña de Francia; Sras. y Sres.; amigos todos, muchas gracias por su asistencia a este acto de lectura del Pregón de la Conmemoración de la Fiesta Solemne de esta Sagrada y Devota Imagen que preside el altar mayor de esta grandiosa Parroquia y Co-Patrona de nuestra ciudad, como lo es NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA.

Es para mí un auténtico honor, además de una enorme alegría pregonar esta festividad tan arraigada en el tiempo y en los corazones de los portuenses. Pero soy sincero, no deja de ser una enorme responsabilidad de atender el encargo que, de manera personal, por ese enorme aprecio y amistad que le profeso, me ha realizado el Hermano Mayor de dicha Venerable Hermandad, el amigo Francisco García Martín, al que todos conocemos cariñosamente como Pancho.

Y digo responsabilidad enorme, porque me encuentro aquí, ante ustedes, solo ante el peligro, permítanme la expresión, como un portuense más, de nacimiento y devoción, muy vinculado a este templo parroquial, y que, desde corta edad, fui inculcado por mi familia, en el profundo sentir religioso y respeto con nuestras tradiciones, lo que delata mi condición de cristiano y mi gran devoción, no solo a esta Sagrada Imagen de la Peña de Francia sino también con todo lo que engloba a este maravilloso templo católico.

Sinceramente les digo que no podía negarme al ofrecimiento realizado por el amigo PANCHO, es tan grande nuestra amistad y admiración mutua que no podía negar su invitación, a pesar de que intenté convencerle, esfuerzo realizado en vano, de que en nuestra ciudad existen muchas más voces más cualificadas que la un servidor, para ostentar este honor de ser Pregonero de esta importante efeméride, y que además, no deja de ser curioso que hace escasamente, cinco meses, fuera asimismo un tremendo orgullo ser Pregonero de la Semana Santa de Puerto de la Cruz del presente año 2019, por encargo de la Agrupación de Hermandades y Cofradías “Santo Madero”, de esta ciudad.


Qué significado tiene la palabra PREGÓN, si nos atenemos a lo expuesto en el diccionario de la Lengua Española, dice: “discurso público con que se anuncia e inicia una festividad y se invita a participar en ella”. En este caso es lo que pretendo con mi Pregón, es decir, dar inicio a los actos programados en la Festividad en honor a NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA e invitarles a participar activamente de los mismos.

Un servidor, con toda mi humildad y valiéndome de datos y documentos consultados de diversa índole, así como de la inestimable ayuda de amigos, he confeccionado el mismo, esperando no cansarles, lo he intentado hacer de manera muy sencilla, de lectura ágil y espero que sea del agrado de todos los presentes, y para ello he puesto todo mi empeño y dedicación.

Echando una mirada atrás en el tiempo, podemos decir que pronto han transcurrido cuatro siglos de aconteceres históricos de nuestra querida ciudad de Puerto de la Cruz, y que durante ese periodo, que abarca desde el Siglo XVII al presente Siglo XXI, esta Parroquia, así como su destacada y preciosa imagen titular de la misma, LA VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA y a posterior otros elementos e imágenes, que forman parte de la misma, han sido testigos presentes del desarrollo y del devenir histórico de Puerto de la Cruz, habiendo logrado mantener la fe de un pueblo y la devoción de muchos feligreses.

Para ser más amena la comprensión de lo que les voy a leer a continuación, les comento que he dividido en varios capítulos el texto que he preparado, todos ellos muy cortos y clarividentes de la grandeza y majestuosidad que rodea a esta extraordinaria celebración cristiana.

Les indico que he estructurado el PREGÓN en los siguientes Capítulos:

            ORIGEN DEL NOMBRE DE “LA PEÑA DE FRANCIA”
            DESCUBRIMIENTO DE LA IMAGEN
            CULTO Y DEVOCIÓN POPULAR
            ADVOCACIONES EN CANARIAS
            LA HERMANDAD
            UNA DEVOTA DE FAMA MUNDIAL
            FESTEJOS POPULARES y
            CONCLUSION FINAL

Comenzamos pues la lectura del Pregón estructurado como acabo de indicarles:

            EL ORIGEN DE SU NOMBRE: “PEÑA DE FRANCIA”

Contrariamente lo que nos viene a la memoria nada más escuchar esta larga denominación, nos conduce a asimilarlo rápidamente con la República Francesa, pero nada más lejos de la realidad.

Merece la pena conocer lo que acertadamente relata José Javier Hernández en su obra “Peña de Francia – Memoria de una travesía”, en la que destaca “(...) el verdadero título de Peña de Francia que es con el que siempre me nombran, plantea otras dudas sobre una designación que resulta ajena a la topografía insular. No existe ningún lugar geográfico ni en Tenerife ni en otras Islas del Archipiélago que contenga esa denominación. Pero no fue extraña su elección. No lo fue cuando sus promotores y el propio cabildo planifican levantarla y dedicarle ese nombre de la Virgen que recibí como advocación principal hace ya cuatro siglos.

Hubo una razón de ser para este título de Peña de Francia en el Puerto de la Cruz. Muchos de los partidarios de esta denominación fueron emigrantes procedentes de Portugal para los cuales la advocación de María bajo el título de Peña de Francia, tan poco usual en otras comarcas peninsulares, si se exceptúa la talla de la patrona salmantina, si era común en su medio geográfico del oeste peninsular. También lo fue en las provincias y tierras de ultramar donde las naves portuguesas recalan y fundan. Incluso Azores y Madeira dedican espacios a esta hermosa voz que alude a un nombre de la Virgen que encuentra en la roca fundida de los volcanes el bautismo de su designación. (…)” 
 
Para conocer el origen del nombre o sitio geográfico de la Peña de Francia, la bibliografía consultada nos conduce a una montaña de la Sierra de Francia que se alza a 1727m, situada en el sur de la Provincia de Salamanca, Comunidad Autónoma de Castilla y León, precisamente en nuestro país: España, cuya cima pertenece al término municipal de El Cabaco.

El documento más antiguo que se conserva con el nombre de Francia, aplicado a esta comarca, está fechado el 8 de enero de 1289, es decir casi siglo y medio antes de la llegada a estos lugares de Simón Vela. Quédense con este nombre que va a ser el principal protagonista de esta advocación mariana.

No deja de ser extraño el nombre de Francia que se da a la Peña donde se descubrió la imagen de la Virgen, y a su sierra, sabemos que una colonia francesa figura entre los repobladores de Salamanca en el siglo XI, como ocurrió después con otras ciudades arrancadas a la morisma, como, por ejemplo: Toledo, Córdoba y Sevilla. Muy bien pudo haber ocurrido que una colonia similar se estableciese, entonces o más tarde, en estos lugares, y por ella recibiera la comarca el nombre de la nación de origen de sus repobladores.

DESCUBRIMIENTO DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA

Retomo nuevamente el nombre de SIMÓN VELA, como mencioné en el Capítulo anterior, fue un peregrino francés, cuyo nombre original era Simón Roland, que en 1434 encontró una imagen románica de la Virgen María en lo alto de la Peña de Francia (como hemos señalado anteriormente en la zona de El Cabaco, en Salamanca).

Según la leyenda, Simón Roland era una persona de enormes virtudes cristianas que, en sueños, recibió el mensaje de que debía encontrar una imagen de la Virgen María, en la Peña de Francia. Según se menciona de esta leyenda y de los textos consultados, el joven cristiano escuchó una voz que le decía: “Simón, vela y no duermas -le habló la Reina de los ángeles-. Partirás a la Peña de Francia, que se encuentra en tierras de occidente, y buscarás en ella una imagen semejante a mí; la encontrarás en una gruta, y allá se te dirá lo que has de hacer”.

Tras buscar dicha imagen durante varios años, en total siete años, por toda Francia, sin obtener resultado positivo aluno, Simón hizo el Camino de Santiago y a su vuelta de Santiago de Compostela se desvió por la provincia de Salamanca. Al escuchar en la ciudad de Salamanca el nombre de la Peña de Francia, siguió a unos carreteros hasta San Martín del Castañar, donde recibió indicaciones concretas para llegar a la montaña.

Al tercer día de buscar la imagen tuvo una aparición mariana y el 14 de mayo de 1434 la encontró enterrada en lo alto de la peña, y coincidiendo asimismo con otra relevancia de interés, tal como anunciara diez años antes Juana Hernández, conocida como la moza santa de Sequeros. era el 19 de mayo de 1434 y la profecía de la "moza santa de Sequeros" estaba cumplida. A partir de entonces cambió su nombre por el de Simón Vela y dedicó sus esfuerzos a promover el culto a dicha imagen en la Peña de Francia.


La profecía señala que Sequeros cuenta con una de las leyendas más arraigadas de toda la Sierra de Francia, la de la profetisa Juana o Moza Santa, por su vinculación con la aparición de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. Juana Hernández, era una joven de Sequeros y tenía gran devoción a la Cruz, ante la cual siempre se le veía rezar. Cuentan que una epidemia de peste que llegó a la Sierra de Francia la hizo enfermar y murió en 1424, pero antes de ser enterrada, esta joven virtuosa profetizó varios hechos los cuales se cumplieron al poco tiempo.

Entre las cosas que vaticinó la Moza Santa, estaba el descubrimiento de una imagen de la Virgen en la Peña de Francia, donde estaba escondida desde hacía 200 años: “Volved vuestro rostro hacia la Peña de Francia y rezad a la Virgen María. Allí está escondida desde hace doscientos años una imagen suya que pronto será manifestada y por ella hará Nuestro señor muchos milagros. Esta gloriosa imagen ha de ser mostrada a un hombre de buena vida”.

Fue pues, este buen hombre, SIMON VELA, quien descubrió esta imagen de la Virgen de la Peña de Francia, y se consagró al cuidado de la misma, construyendo en la cima una capilla con el donativo y la ayuda de los fieles. El pueblo le conocía por SIMÓN VELA -nombre con el que a partir de entonces se le recuerda-, apellidándole con la palabra con que la voz misteriosa tantas veces le imperara la búsqueda de la santa imagen: “Simón, vela”.
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Las gentes se reunían en grandes grupos para ir a venerarla, venciendo las dificultades del camino y el temeroso paso de los lobos, porque el fervor ahuyentó todos los peligros. Hoy ese Santuario a sus 1727 m. de altura, es un luminoso faro de la Virgen donde acuden a recibir gracias, cientos y cientos de peregrinos, de los lugares más apartados del planeta.

Ustedes me van a permitir que les obligue a dirigir vuestra mirada a esta preciosa talla policromada de la Virgen María, de blanquísima piel y de mirada penetrante y un rostro de divina dulzura. Como nos expuso José Javier Hernández en su Libro dedicado a esta Parroquia, en alusión a esta Sagrada imagen nos dice: “recuerdo que, de no poseer nada, pase pronto a disponer de una imagen de la Virgen de la Peña, bonita como cauda de cometa tal cual la hubiese descrito la inolvidable Loynaz”.

El culto a Nuestra Señora de la Peña es relativamente importante tanto en Canarias como en la Península Ibérica e Hispanoamérica, y su historia se origina tras el hallazgo de la imagen por Simón Vela en la Peña de Francia (Salamanca), el 19 de mayo de 1434, como ya hemos indicado anteriormente. Su tipología es muy variada, pues no se adapta a un modelo único, ya que María puede aparecer tanto de pie como sedente, con el Niño en sus brazos, que a veces parece acariciar a su madre y otras le entrega una fruta, o en el color de su piel, pues aparece de piel blanca o de tez morena, como la que se venera en el Santuario de Salamanca, sin embargo, ninguna de las veneradas en Canarias presentan tez morena. 

Es de destacar el extraordinario trabajo de restauración realizado a lo largo de todo un año y que concluyeron el pasado año 2018, por el portuense Silvano Acosta, Licenciado en Bellas Artes. Conservador-Restaurador de obras de arte y amplio conocedor de la imaginería católica portuense, no obstante, ha procedido a realizar trabajos de toda índole en diversas esculturas que son veneradas en esta Parroquia. Así mismo cabe destacar la importantísima aportación de la Doctora especialista en escultura y Profesora titular de Historia del Arte Moderno. Departamento de Historia del Arte y Filosofía. Sección de Geografía e Historia. Facultad de Humanidades. Universidad de La Laguna, Doña Clementina Calero.

Una vez finalizados sus actuaciones restauradoras, y cuyo fin alcanzó la plenitud de mostrarnos en todo su esplendor esta maravillosa imagen de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA, en su informe final, ambos profesionales, destacaron las siguientes palabras que seguidamente les damos a conocer: “Con este trabajo queremos contribuir a la recuperación de la memoria perdida y poner nuevamente en valor una de las más antiguas manifestaciones culturales y religiosas del Valle de La Orotava: el culto y las fiestas a Nuestra Señora de la Peña de Francia”.

 Ojalá que así sea.

 CULTO Y DEVOCIÓN POPULAR

Nuestra Señora de la Peña de Francia, también conocida como Virgen de la Peña de Francia, es una Advocación mariana correspondiente a la natividad de María a la que se rinde culto en el santuario dominico situado en la cima de la Peña de Francia, en la Sierra de Francia, en el término municipal de El Cabaco (Salamanca), como hemos relatado anteriormente.

La tradición le atribuye numerosos hechos milagrosos, si bien se diferencia de nuestra talla, por su tex morena, en lugar de piel blanca como nuestra Patrona.

A pesar de estas singularidades de su piel, blanca o morena, es una imagen cristiana de enorme devoción que está arraigada por todo el mundo, así tenemos que La Virgen de la Peña de Francia cuenta con notable fervor popular en los siguientes lugares:

                    En nuestro país, ESPAÑA, es de destacar la de Ciudad Rodrigo, Provincia de Salamanca, de donde es Patrona y donde se celebra una Romería anual coincidiendo con el último fin de semana de junio.

                    Asimismo en la comarca Cacereña de Las Hurdes, donde se celebran a primeros de agosto las Fiestas Mayores presididas por la imagen del Santuario (trasladada expresamente para el evento).

Otras localidades de inusitado interés las conforman Provincias como Salamanca, Zamora, Valladolid y Pontevedra, en las que en diversas parroquias veneran a esta Sagrada Imagen.

Asimismo, y como ya indicamos con anterioridad, en el país vecino de Portugal encontramos muchísimos lugares de culto a la Virgen de la Peña de Francia, como por ejemplo su capital Lisboa, o la ciudad de Braga, así como también en las Islas Azores

Incluso en Brasil, que es el país que cuenta con un mayor número de templos dedicados a esta advocación de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA, destacando los de Sao Paulo, de donde es Patrona y Río de Janeiro, Salvador de Bahía o Minas Gerais, entre tantos otros.

 Y por supuesto en Hispanoamérica tampoco puede faltar su devoción, con mucha importancia en países como México, Argentina o Ecuador.

                    Además, por si fuera poco, y todo ello denota la enorme proyección cristiana de fe en esta milagrosa imagen, la tenemos en sitios tan recónditos como el continente asiático, como por ejemplo en uno de los 27 Estados de la India llamado GOA; o de la misma manera, en la región de Bicolandia (en Filipinas), donde se celebra el Festival de Peña Francia, con numerosos actos. Allí es conocida como Nuestra Señora de Peña Francia, y es Patrona importante de una ciudad tan popular y conocida como Manila.

            ADVOCACIONES EN CANARIAS

En la Isla de Fuerteventura y concretamente en el municipio de Betancuria se gestaron y se dieron los primeros pasos en la configuración de nuestra identidad regional; esta villa histórica fue cuna de la simbiosis cultural que nos identifica, y en ella se conservan, como testimonios de aquella realidad, algunos de los elementos más antiguos e interesantes del patrimonio histórico de Canarias. Uno de los más importantes es la imagen de la Virgen de la Peña, la más antigua advocación mariana de Canarias, patrona insular y símbolo relevante de nuestra identidad cultural.


Actualmente la imagen de la Peña se encuentra situada en la hornacina central del retablo mayor de la iglesia de Vega de Río Palmas, colocada sobre un pedestal dorado.

La Virgen de la Peña es la Patrona de Fuerteventura desde el siglo XVII y la devoción principal de las gentes de dicha Isla. Constituye un símbolo cultural, religioso y social de máxima relevancia por el importante papel que ha desempeñado en la sociedad majorera a lo largo de los siglos. Los habitantes de Fuerteventura han celebrado ceremonias y fiestas en honor de la Virgen de la Peña desde muy antiguo. Durante los siglos XVII al XIX eran relativamente frecuentes las procesiones, novenarios y rogativas, en las que se imploraba la ayuda de la Virgen ante calamidades como las sequías o las enfermedades, o bien se le agradecía el auxilio prestado en alguna de estas situaciones.

Precisamente también en nuestra Ciudad, como es de conocimiento de los presentes, tenemos el templo religioso dedicado a Nuestra Señora la Virgen de la Peñita, la cual destaca por ser una réplica de la imagen de la Virgen de la Peña (Patrona de la isla de Fuerteventura). Los orígenes de la iglesia datan de 1793, cuando Gregorio Martín de Aguilar, Alférez de forasteros, compró los terrenos para la construcción de un templo en el barrio portuense de La Ranilla dedicado a una réplica de la imagen de la Virgen de la Peña que se venera como patrona de la isla de Fuerteventura, si bien, con su advocación ligeramente modificada como "Nuestra Señora de la Peñita", para no confundirla con aquella y con la propia patrona de la ciudad de Puerto de la Cruz y su parroquia matriz la cual es Nuestra Señora de la Peña de Francia.

            LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA

 Si atendemos al contenido de lo expuesto en el libreto o programa editado para conmemorar esta efeméride de Nuestra Señora de la Peña de Francia, se deja constancia que, si bien en los archivos diocesanos consta dada de alta como Archicofradía en mayo de 1747, hay datos que al parecer indican que ya entre 1630 y 1667 existía la Hermandad.

 Sin embargo, en un artículo firmado por Antonio Ruiz Álvarez en el periódico La Tarde el 19 de agosto de 1949, hace ahora 70 años, nos dice: «De la imagen y sus propiedades se encargaba su Hermandad la cual se fundó en el mes de noviembre de 1668, siendo cura párroco Don Agustín de la Rosa, y sus estatutos se reglamentaron en noviembre de 1697, los cuales fueron pasados a limpio a un libro forrado en pergamino regalo de don Antonio Llanos del Castillo en 1771».

Lejos de polemizar con unas fechas u otras, si es cierto que con el transcurrir del tiempo y como ha sucedido también con otras Hermandades y Cofradías de esta Parroquia, la Hermandad dejó de funcionar, y vuelve a reorganizarse en diversos períodos con nuevos estatutos, como los que abarcaron desde 1902 a 1926, y nuevamente desde 1947 a 1978. Y fue precisamente en dicho año de 1978 cuando dejó de procesional esta Sagrada Imagen por las calles de nuestra ciudad, al no poder asumir la Hermandad los costes que ello conllevaba.

Y como no podía ser de otra manera, el 2 de diciembre de 1997, en pleno auge en el resurgir de varias Hermandades y Cofradías en nuestra ciudad, y más concretamente en esta Parroquia, vuelve a reorganizarse la HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA y desde entonces hasta la fecha actual ha venido celebrando Triduo y Misa solemne, así como procesión, cada año. Incluso en el año 2011 se contó con la presencia del Obispo de la Diócesis, presidiendo los actos conmemorativos. Habiéndose consolidado el primer domingo de septiembre como fecha de celebración de su festividad.

La importancia que actualmente tiene la Hermandad que cuenta con casi una cifra cercana al centenar de hermanos y hermanas, que lucen con orgullo la Medalla que les acredita con tal condición, tiene una mención especial a las distintas juntas directivas que, a lo largo de los estos últimos 22 años, desde su reorganización, se han hecho cargo de su custodia y han trabajado con dedicación y total entrega para la brillantez que merece la Patrona de nuestra Ciudad.

No podemos olvidar y queremos tener un recuerdo especial para un gran portuense, tristemente fallecido, Isidro García, el cual, durante muchos años contribuyó desde su designación como Hermano Mayor y posteriormente como Hermano Honorario, con su esfuerzo junto al resto de integrantes de esta Hermandad a realzar lo que ya hoy es un derecho ganado al calendario y celebrar, como antiguamente se hacía, la solemne festividad de Nuestra Señora de la Peña de Francia.    

Desde lo alto del cielo y junto a su adorada Virgen de la Peña de Francia, nuestro recordado amigo Isidro, seguirá velando por todos nosotros y como muestra de su esfuerzo y dedicación merece que haya tenido estas emotivas palabras a su persona en esta noche.

El relevo lo toma un hombre trabajador, católico y muy creyente y de enorme fervor a Nuestra Señora de la Peña de Francia, Francisco García Martín, el amigo Pancho, que junto a sus compañeros de Junta Directiva siguen empeñados en valorar como se merece esta festividad de la Patrona de nuestra ciudad.

            UNA DEVOTA DE FAMA MUNDIAL

 No podemos ni debemos pasar por alto el orgullo que supone para nuestra ciudad de Puerto de la Cruz, en general y para la Hermandad de la Peña de Francia, en particular, el hecho de haber contado entre las personas destacadas e importantes que nos ha dado la historia universal, a través de los años, como ferviente y devota de la imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia, a la afamada poetisa cubana DULCE MARÍA LOYNAZ.

Mundialmente famosa, esta escritora de origen cubano, DULCE MARIA LOYNAZ, que en su dilatada trayectoria como brillante poetisa fue condecorada, entre otros tantos reconocimientos, con el destacado Premio Cervantes de las Letras Españolas en 1992, que recibió de manos del entonces Rey de España Don Juan Carlos I, asimismo fue premiada con la Orden de Isabel La Católica y el Premio Federico García Lorca.

 Estuvo casada con un periodista tinerfeño destinado en La Habana, Pablo Álvarez de Cañas, de ahí su amor por Tenerife, habiendo realizado viajes en varias ocasiones quedando prendada de esta Isla y enamorada nuestra Ciudad, visitando por ello, con bastante frecuencia mientras aquí permanecía, esta Parroquia de la Peña de Francia a orar ante su debilidad cristiana: la Virgen de la Peña de Francia.

Uno de sus tantos comentarios que en vida escribió sobre nuestra geografía canaria y en el que refleja su cariño por nuestra tierra dice: “Hoy, cuando estoy lejos, cuando pienso en las Islas, veo primero que nada sus rosas, se quedaron para siempre en mi memoria… Ellas, como la tierra que las sustentaban, conservaron siempre su prestigio de presencia milagrosa…”.

Ante tanto cariño y aprecio con nuestra ciudad, el Ayuntamiento Pleno en 1953 la nombro Hija Adoptiva de nuestra Ciudad y entre otros honores tiene dedicado con su nombre a un bonito mirador en una atalaya del Parque Taoro que preside una escultura en bronce de su rostro.

Tal fue el aprecio y devoción a la Santísima Virgen de la Peña de Francia aquí presente, para Dulce María Loynaz, que merece como capítulo inolvidable que reproduce el gesto dadivoso y cristiano que incidiría notablemente en los habitantes del Puerto de la Cruz, pues le regaló un manto en 1953, muy fino, bordado en seda azul realizado en el Convento Cubano de Santo Domingo, de La Habana, que luce en todo su esplendor y que además de preciosas flores, tiene bordados los escudos de Cuba y de Puerto de la Cruz.

Por tanto, en definitiva, constituye un auténtico privilegio para el Puerto de la Cruz y para esta Venerable Hermandad haber contado como gran devota de esta Sagrada Imagen de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA, a esta insigne escritora DULCE MARIA LOYNAZ, que con ello aporta mayor prestigio, si cabe, a la devoción de la misma.

            SUS FIESTAS POPULARES

Y hemos dejado para el final el Capítulo dedicado a sus festejos populares, pues hace años, estas celebraciones no sólo atendían actos de carácter religioso como sucede hoy, sino que llevaban acompañados diversos actos festivos de todo tipo lo que propiciaba la amplia participación de la población y ser esta ciudad, a su vez, centro de concurrencia multitudinaria de personas de municipios limítrofes.

Lo que si hemos podido averiguar por consulta de algunos medios gráficos, sobre todo periódicos, es de que las fiestas de Nuestra Señora de la Peña de Francia se celebraban en el mes de agosto, así por ejemplo tenemos este detalle que se publica en la Revista Quincenal Católica “La Cruz de Tenerife” el 15 de agosto de 1897, que señala “El domingo 15 del actual predicará en el Puerto de la Cruz el panegírico de la Patrona del templo parroquial Nuestra Señora de la Peña de Francia, el Reverendo Padre Superior de los Misioneros de la Inmaculada Concepción de María.

La fiesta en honor de la Santísima Imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia, son testimonio de una devoción arraigada en el Puerto de la Cruz, con repercusión en otros municipios cercanos como Los Realejos, La Orotava o San Juan de la Rambla, de donde procedían muchos de los hermanos y hermanas inscritos en su Hermandad.

Hoy en día ya no tienen lugar aquellas celebres fiestas que antaño se realizaban en su honor, y las cuales atraían no solo a vecinos y forasteros de diversos lugares de la geografía insular a rendir culto a esta Sagrada Imagen.

Indagando en el Archivo Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Puerto de la Cruz hemos podido conseguir un Programa, el más antiguo que se conserva, correspondiente a los días 15, 16 y 17 de agosto de 1953, hace ahora nada más y nada menos que 66 años, impreso en una hoja a doble cara, bastante deteriorado, pero del cual pudimos rescatar datos interesantes que, en síntesis les traslado a ustedes para su conocimiento; con la seguridad de que entre los presentes habrá alguien que recuerde lo que les comento seguidamente, y es una muestra solo para dejar constancia de la importancia de estos festejos que tuvieron en nuestra ciudad.

Dicho Programa separaba como también actualmente se realiza, los Actos Religiosos de los Actos Culturales y Populares. Damos lectura pues, a dichos actos para vuestro conocimiento:

Así tenemos que, tal y como sucede hoy en día, también tenía efecto un Triduo durante los días viernes 14, sábado 15 y Domingo 16 de agosto de 1953.

El indicado viernes, a las 7 de la tarde dará comienzo un solemne triduo en honor a la Santísima Virgen, actuando el elocuente orador sagrado Reverendo Padre Joaquín Cabello.

El sábado 15, a las 11 de la mañana misa solemne. A las 7 de la tarde segundo día del triduo.

Domingo 16, a las 8 de la mañana Misa de Comunión ante el altar de la Sagrada Imagen, a las 10 de la mañana llegada a la población del Excmo. Sr. Obispo de Tenerife, Dr. Pérez Cáceres.

A las 10 y media Misa solemne, ocupando la sagrada catedra el Rvdo. Cura Párroco de la Cuesta, D. Luis Reyes Pérez. El Coro estará a cargo del Orfeón Ntra. Sra. de Guadalupe, bajo la dirección de Dª. Clementina Álvarez de Ruiz, con acompañamiento de orquesta, que interpretará la misa de Villaseca a dos y tres voces. Seguidamente la Santísima Virgen recorrerá procesionalmente las calles de Quintana, San Juan, Luis de la Cruz, Benjamín J. Miranda y Plaza de la Iglesia acompañada de las autoridades civiles, religiosas y hermandades.

A las 7 y media de la tarde ultimo día del triduo y a continuación suntuosa procesión acompañadas de las Bandas de Música del Regimiento y de este Puerto, efectuándose el recorrido acostumbrado y quemándose como en años precedentes multitud de piezas de artificio, terminando con una vistosa “Entrada” a la llegada de la imagen al templo parroquial

En el Programa se incluía una NOTA que llamó poderosamente nuestra atención y dice así: La Comisión organizadora de los festejos en honor a Ntra. Sra. de la Peña de Francia vería con agrado que por el vecindario se adornen e iluminen las fachadas de las casas de las calles por donde hará su recorrido procesional la Santísima Virgen.

Y dentro de los actos Culturales y Populares podemos destacar los siguientes:

El sábado a las 4 de la tarde Carrera de lentitud a bicicleta (Plaza del General Franco) Plaza del Charco.

A las 7 en el Instituto de Estudios Hispánicos la ilustre poetisa e hija adoptiva de este pueblo y miembro de honor del mismo, DULCE MARIA LOYNAZ DE ALVAREZ DE CAÑAS, dará un recital poético de sus últimas composiciones.

A las 10 de la noche, Concurso de Pesca a caña organizado por el club de Pesca Martiánez de esta localidad, en las riberas de El Penitente, disputándose valiosos trofeos.

El Domingo, a las 4 llegada de la Banda del Regimiento de Infantería de Tenerife, recorriendo principales vías ejecutando animados pasacalles. A las 5 primer gran concierto y a las 10 y media de la noche segundo concierto. El programa que ofrecieron dispuso la interpretación de estas piezas musicales:

Primer Concierto: Mariola (Pasodoble); El barbero de Sevilla (Obertura); Carmen (Fantasía); Sevilla (de la suite Iberia) y Rienzi (Obertura)

El segundo Concierto, por la noche: Amparito Roca (pasodoble); Aguas, Azucarillos y Aguardiente (Zarzuela); La rosa del azafrán (fantasía); el murciélago (valses) Pan y toros (selección) y levando anclas (marcha).

            Incluso el lunes 17 a las 5 y media Tiro al Plato en la explanada de San Telmo copa en litigio Víveres Rio.

A las 10 de la noche, como remate de fiestas gran verbena popular en la Plaza General Franco amenizada por la orquesta Capitol.

Asimismo, se detallan que el sábado 15 a las 10 de la noche en el Hotel Marquesa gran Baile.   Y en el Cinema Olimpia sábado a las 10 y domingo a las 5 de la tarde y a las 10 y media de la noche monumentales bailes.

He querido destacar la enorme importancia de actos culturales y festivos de toda índole entremezclados con la devoción religiosa, que en honor a Nuestra Señora de la Peña de Francia cobraban principal protagonismo en nuestra Ciudad y que durante muchos años fueron muy celebres y de amplia participación ciudadana.

            CONCLUSIÓN FINAL

Estamos ante la presencia de una brillante escultura que representa la iconografía de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA, de amplia devoción mundial como hemos podido comprobar y a la que muchas personas devotas le atribuyen hechos milagrosos, además de afirmar haber recibido gracias y favores de esta Patrona.

En nuestros días continúan siendo numerosas las personas que acuden al Santuario de la patrona para pagar promesas por los favores recibidos, pero para nosotros, vecinos del Puerto de la Cruz y de otros lugares, devotos todos de esta Sagrada Imagen, debemos de estar agradecidos de tenerla tan cerca y que a su vez sea referencia mundial. Para lo cual aprovecho para pedir lo mejor de los bienes posibles para nuestra Ciudad y sus habitantes.

            Finalizo con un poema antiguo rescatado en honor de nuestra Señora:

A LA VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA

A la hora de los maitines
durmiose en Francia Simón
y al acabar los latines
oyó esta divina voz

no te duermas Simón, Vela,
mi imagen está escondida
en una peña lejana
y tú debes descubrirla

siete años costó
al buen fraile, la peña buscar
pero al fin quiso Dios
que en España la fuese a encontrar

Con ser tan blando tu pecho
te llamaron la de la peña,
y siendo de Salamanca
el nombre de Francia llevas

A tu peña he de subir
clavel de la tierra charra
pues no me quiero morir
sin verte otra vez la cara.

            Muchas gracias a todos y digan conmigo

            ¡¡ VIVA NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA¡¡

UN BIC Y UN CENTENARIO PENDIENTES


Salvador García Llanos

La entrada del pasado 2 de julio, a propósito de la exposición organizada por el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), titulada La Virgen del Carmen y el Puerto de la Cruz y comisariada por 'Lhorsa arte&eventos', destacaba valores que enriquecían los conocimientos referidos a la procesión marítimo-terrestre de la imagen de la Virgen del Carmen. Un laudatorio rigor histórico -escribimos. Era el anticipo de otras iniciativas que han de brillar, se supone, con motivo del centenario de la primera embarcación: “Que está ahí mismo: en 2021”. La portada de La Gaceta de Tenerife, de 2 de julio de 1921, anuncia, en efecto, la primera embarcación, llevada a cabo en fechas posteriores. Durante la transmisión que efectuó Radiotelevisión Canaria el pasado 16 de julio hicimos hincapié en el hecho: probado documentalmente, que cumpla cien años merece un reconocimiento y una conmemoración a la altura de su significado religioso y social.

Ya pusimos a prueba la trascendencia en 2004, cuando el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad una propuesta del Grupo Municipal Socialista para incoar expediente de Declaración del Bien de Interés Cultural (BIC) a favor de la procesión de la Virgen del Carmen. El texto del acuerdo era el siguiente:

                                                                                   In me gratia omnis vitae et veritatis,
                                                                        in me omnis spes vitae et virtutis 

“La procesión de la Virgen del Carmen que, cada mes de julio, recorre buena parte del centro del municipio y de su franja litoral acompañada por miles de devotos, constituye una de las más singulares expresiones de fervor del pueblo portuense.
La admirada imagen, bendecida y entronizada en 1954, es obra del escultor Ángel Acosta Martín, Hijo Predilecto de la ciudad. Antiguamente, era venerada otra imagen, de media talla, original del orotavense Fernando Estévez Sacramento. 
Algunos estudiosos señalan que la Virgen del Carmen permaneció olvidada en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia alrededor de dos centurias. Cuentan que el devoto pueblo marinero del Puerto de la Cruz corría enfervorizado a tributar sus plegarias y respetos a la venerable Virgen del Carmen que se encontraba en Los Realejos. Hasta que allá por el año 1925, el padre claretiano Antolín Fernández se dirigió a marinos y pescadores:
-Nada de desplazamientos hacia otros pueblos alejados de los azares del mar. Existiendo entre nosotros la imagen de nuestras fervorosas devociones, a ella tenemos todos que acudir a rogarle que nos conceda su gracia.
En el programa anunciador de las Fiestas de Julio de 1963, sobre este particular, puede leerse: 
"Y, convenciendo así a los numerosos feligreses de esta parroquia del Puerto que era sobre el mismo mar, y no en la lejanía de los campos, donde había que rendir tributo y veneración a los milagros de la Santísima Virgen del Carmen (el padre Antolín Fernández) hizo parar la corriente hacia aquel pueblo y concentrar en los propios sitios del peligro los ruegos a esta divinidad, que, arrostrando los peligros de sus fieles, prestigió con el ejemplo de embarcarse la confianza y la fe inquebrantable que se hace en su poder milagroso”.
Desde entonces, se acumulan los testimonios que exaltan la jornada marinera por excelencia. Algunos de ellos, de gran belleza literaria, serán valiosísimos soportes de la finalidad que se pretende con esta iniciativa.
El profesor portuense Cándido Chaves, por ejemplo, escribe: 
“Para los marinos, la Virgen del Carmen sintetiza todo lo grande, todo lo santo, todo el poder, todo el amor. Así, cada día, poniendo en ella su fe cristiana, le ofrenda sus plegarias, su destino, su vida sobre la barca frágil.

Cada año quiere festejarla, ensalzarla, conducirla sobre sus hombros, como para patentizare su sumisión, su cariño y su fe. Quiere decírselo a gritos, ante todo el mundo. Quiere volcar el alma a sus pies.

Anhela que visite su campo de acción. Desea que posea su potestad de Reina sobre las aguas del océano donde cada día, cada noche oscura, el pescador arriesga su vida para poder llevar el pan y procurar el sostén a su familia.

De estos anhelos, de este afán, nació el acto procesional sobre las olas que, año tras año, figura en el programa de las fiestas de verano del Puerto de la Cruz".
Del poeta icodense Emeterio Gutiérrez Albelo, esta frase:

"... Con sus procesiones, que parecen navegar en oleadas de perfumes, se abre este pueblo en la doble, simbólica realidad de su nombre: Puerto de la Cruz". 
El escritor y periodista español César González Ruano, en 1953, escribe que desea visitar de nuevo nuestra ciudad "... para poder asistir, sobre todo, a la procesión marítima y carmelitana, para presenciar el paso de sus imágenes por el típico barrio de San Felipe". 
Félix de Montemar, ese mismo año, consagra una exclamación característica e impregnado del más puro espíritu de los marineros portuenses, al describir el alborozo y el comportamiento de quienes cargan y acompañan la imagen, señala:

“Y como la Virgen tiene más talento que todos los hombres juntos, ella nos entiende y no se ofende. Así se tranquilizan y bailotean a la Virgen marinera, desde la iglesia hasta las orillas del agua, festoneadas por espumas que son galas del desposorio del soberano Atlante con la excelsa novia del mar. Con este gozo, marineros y pescadores, en el Puerto de la Cruz radicantes, o de llegados al efecto, todos han recorrido por sus calles de Mequínez y San Felipe -y su barrio de La Ranilla es júbilo- y ahora gritan:

- ¡Mayitas, Virgen del Carmen, mayitas!".
        Del inolvidable poeta gomero, Pedro García Cabrera, estos versos alusivos:
     "Del Puerto, toda la mar y la inquietud de las olas. Y ya no tiene el cantor más redondas caracolas”.
     Pero, posiblemente, nadie como el escritor portuense Sebastián Padrón Acosta plasmó con tanta belleza lírica las emotivas imágenes que la procesión le sugiere en su trabajo titulado “La cúpula del crepúsculo":
"... Los marineros se alborozan y lanzan al aire su rudo lenguaje, henchido de vehemencias. La tarde se torna idílica, mística, angélica. Es que, bajo el palio azul, incendiado, la Virgen del Carmen navega sobre rutas de raso, sobre sedas de espumas. El momento es de ternura infinita, celeste. Los viejos lobos, hechos de bronces, son ahora de lágrimas y saludan a la Reina del mar, que sonríe desde su trono de espumas. El oro solar se licúa en nimbos, en aureolas. Todo parece desrealizarse en la magnificencia del crepúsculo, acaso de oro viejo de casulla. Las cumbres, las peñas, los picachos, las llanuras, hasta las piedras del camino, cobran, súbitamente, resplandores alados. Toda semeja cristal, ensueño; el crepúsculo diríase que va a romperse como una enorme cúpula de oro, arcangélica. Nuestra Señora del mar retorna...".
Este fragmento de Padrón condensa el significado del acto, la fe de una población, el amor de sus gentes. La procesión del martes de las fiestas portuenses guarda tal singularidad que cada año renueva su esencia de manifestación popular sentida y admirable. Es la tradición por antonomasia, la idiosincrasia de un pueblo, la expresión de sus creencias y de sus anhelos en torno al santo hábito y escapulario, símbolos de norma y vida carmelitana. 
Estamos, pues, ante un hecho que constituye un testimonio sin igual de la cultura portuense e insular. Un hecho acreedor de la debida protección y tutela, siempre con el ánimo de enriquecer aquélla, de cultivarla, de prolongar las costumbres y de transmitir cuantos valores arraiguen y configuren la personalidad de una comunidad.
Se trata, por tanto, de acogerse a disposiciones legales que posibiliten un mejor conocimiento, en todas sus vertientes, históricas y futuras, de la procesión de la Virgen del Carmen del Puerto de la Cruz.
En este sentido, al amparo de lo dispuesto en los artículos 17 y siguientes de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias, se propone que el pleno adopte acuerdo del siguiente tenor:
1o) Instar al Excelentísimo Cabildo Insular de Tenerife a que inicie la incoación del expediente para la Declaración de Bien de Interés Cultural a favor de la procesión de la Virgen del Carmen del Puerto de la Cruz.
2o) Facultar al alcalde-presidente para que diligencie lo que proceda en orden al cumplimiento de este acuerdo.
     El Excmo. Ayuntamiento Pleno, estimando dictamen que sobre el particular ha emitido la Comisión Informativa de Cultura e Igualdad de Oportunidades, acuerda, por unanimidad, la estimación de esta Propuesta, en los mismos términos en que viene redactada”.
Sin embargo, no ha habido suerte con esa voluntad del pleno de la institución, con seguridad, una interpretación que sería ampliamente respaldada por el pueblo portuense. Hay que verificar si se ha producido alguna resolución de organismos competentes, siquiera en sentido negativo. La Federación Portuense de Asociaciones de Vecinos (FPAV) manifiesta que no se realizaron posteriormente las acciones consignadas en el acuerdo plenario. El 16 de febrero de 2009, la propia FPAV registró un escrito en el Ayuntamiento solicitando que se iniciara el referido expediente. Y ahora, el 26 de julio pasado, insiste con otro escrito en el que solicita que se reinicien las gestiones consecuentes para lograr esa Declaración BIC.
Pero ahora no es cuestión de pugnas sino de reactivar. Precisamente, cuando el consistorio acaba de manifestar su propósito de desatascar expedientes y acuerdos pendientes, procede retomar los antecedentes y tratar de impulsar, ante la conmemoración de un centenario, una Declaración cuyos efectos posteriores han de ser necesariamente positivos. Sería el mejor regalo para la Virgen y el fervor de un pueblo.