Antonio PASTOR
Las preguntas que le están haciendo reflexionar, en
estos momentos de incertidumbre, sobre su vida, puede encontrarlas en Usted
mismo, a través de alguna idea, plan o propósito que tal vez surja en su
cerebro, en cualquier momento. Una buena idea es todo lo que se necesita para
alcanzar trabajo, el éxito.
Antes de seguir adelante con el enfoque para describir
esos principios, creo que merece la pena recibir esta importante sugerencia:
<Cuando las riquezas empiezan a aparecer, lo hacen con tanta rapidez, y tal
abundancia, que uno se pregunta dónde habían estado escondidas durante todos
esos años de necesidad.>
Ésta es una afirmación sorprendente, tanto más si
tenemos en cuenta la creencia popular de que la riqueza premia sólo a quienes
trabajan mucho durante mucho tiempo. Cuando Usted comience a pensar y a
conseguir, trabajo, posición o riqueza, observará que la riqueza empieza, a
partir de un estado mental, con un propósito definido, con poco trabajo duro, o
ninguno. Usted, o cualquier otra persona, puede estar interesado en saber cómo
adquirir ese estado mental que atraerá y conseguirá su deseo ardiente.
Napoleón Hill decía: He pasado veinticinco años
investigando, porque también yo quería saber: Cómo los ricos llegan a ser
ricos.
Observe con mucha atención. Tan pronto como domine los
principios de esta manera de pensar, y empiece a seguir las instrucciones para
aplicar esos principios, y su nivel económico empiece a crecer, todo lo que
usted toque comenzará a transmutarse en haberes de su propio beneficio… ¿Imposible?
¡De ninguna manera! ¿Por qué?
Una de las mayores debilidades de la especie humana es
la típica familiaridad de las personas aferradas a la palabra imposible,
conocen todas las reglas que no darán resultado. Saben todas las cosas que no
se pueden hacer.
El objeto de este artículo es ayudar a todo el que
quiera aprender el arte de cambiar de enfoque: del fracaso al éxito. Hace
treinta y seis años que lo aprendí de unos expertos americanos, y siempre he
elegido lo que consideré lo más apropiado para mi trayectoria profesional. Para
mi vida. Muchos, en su envidia, su odio, no lo entendieron ni lo entienden así.
Un puesto seguro les ilusiona más, para así medrar en la incompetencia.
Otra debilidad que se encuentra, en conjunto, en
demasiadas personas es el hábito de medirlo todo, y a todos, por sus propias
impresiones y creencias. Quienes lean esto creerán que jamás podrán pensar y
conseguir un empleo, cosas materiales o riquezas, porque sus hábitos de
pensamiento se han empantanado en la pobreza, la miseria, los errores y el
fracaso o un deseo pasajero, sin interiorizar.
Estas personas desafortunadas me recuerdan a un chino
distinguido, que fue a Estados Unidos a recibir una educación. Acudía a la
Universidad de Chicago. Un día, el presidente Harper se encontró con ese joven
oriental en el campus, se detuvo a charlar con él unos minutos, y le preguntó
qué le había impresionado, como, la característica más notable, del pueblo
americano.
Bueno – replicó el estudiante - la extraña forma de
sus ojos. ¡Tienen unos ojos rarísimos! ¿Qué decimos nosotros de los chinos? Nos
negamos a creer lo que no entendemos. Y olvidamos que, Usted, es el dueño de su
destino.
Pensamos tontamente que nuestras propias limitaciones
son el patrón adecuado de las limitaciones. Por supuesto que, los ojos de los
demás son rarísimos, porque no son iguales a los nuestros.
AIPET.
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