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sábado, 10 de agosto de 2019

¡TODA LA MIERDA QUE LLEVA EL PP METIDA EN EL CUERPO!


Lorenzo de Ara

Si Maroto es una figura clave del nuevo PP, entonces no sorprende que el partidillo de la derecha (¿qué derecha?) se contente con tener 66 diputados en el Congreso. El PP representa esa España vaciada de la que ahora se acuerdan los periódicos, las teles y las hojas parroquiales.

Maroto se empadrona en un pueblo en el que nunca ha puesto los pies. Todo sea por la causa.

Un municipio segoviano al servicio del portavoz de los peperos en el Senado.

Consigue el puesto por “la jeta” (Eduardo Álvarez en El Mundo).

El senador del PP se pasa por el forro del culo muchas leyes.

Los españoles, sin embargo, tenemos la obligación (faltaría más) de cumplir con esas leyes.

Pero Maroto, ¿y cuántos más?, no pierde un minuto de sueño por tener el puesto que codiciaba. Lo ha hecho porque está al servicio de su nuevo líder, Pablo Casado. Está a lo que le mande su partido, ese PP chiquitito y arrinconado por Pedro Sánchez.

En la columna de Eduardo Álvarez se lee: “Toda persona que viva en España está obligada a inscribirse en el Padrón del municipio en el que resida habitualmente. Quien viva en varios municipios deberá inscribirse únicamente en el que habite durante más tiempo del año".

Hay que cumplir, pues, con el padrón de habitantes.

¿Quién de ustedes no cumple con dicho padrón?

Pues si lo hace, deje de empastillarse, coño, porque Maroto les ha hecho un favor.

El portavoz del PP no sabe localizar en el mapa ese pueblito segoviano. Pero ya es senador.

Alégrate, lector, ya perteneces a la casta de los políticos del PP.

Puedes hacer lo que te salga de los huevos.

Durante todos estos años de democracia, nuestros políticos (también los locales) han paseado su jeta con desfachatez y soberbia. Los que terminaron marchándose, educaron bien a sus correligionarios. Los nuevos hacen lo mismo que hicieron los viejos.



Pero el problema más grave está en que el cretino que vota, además de no leer y tener la cabeza convertida en un sumidero de mierda, continúa abrazando a ese Maroto y a los otros que están con él en el Senado, en Génova 13, en el PP del Puerto de la Cruz o de cualquier otro municipio, pequeño o grande.

Maroto es un hijo predilecto de esta democracia enferma en la que los cretinos votan y los mentirosos sacan tajada. Una buena tajada.

Todos, o casi todos, criticamos a Pedro Sánchez.

Pero no olvidemos que también está Maroto.

Que también está el PP.

Que hay un pueblo segoviano que Maroto debe visitar, siquiera en el preciso momento en que necesite bajarse los pantalones y echar mierda. Mucha mierda.

¡Toda la mierda que lleva el PP metida en el cuerpo!

Y nosotros, bendito pueblo español, a cumplir con las leyes.

¿Lo bueno que tiene ser un ciudadano que acata las leyes? Bueno, en primer lugar, por lo menos en mi caso, que leer a Cicerón mereció la pena. En segundo lugar, que no tengo nada que ver con Maroto. Pero nada.

Soy hijo del Puerto de la Cruz, pero estoy empadronado en La Orotava.

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