Lorenzo de Ara
Si Maroto es una
figura clave del nuevo PP, entonces no sorprende que el partidillo de la
derecha (¿qué derecha?) se contente con tener 66 diputados en el Congreso. El
PP representa esa España vaciada de la que ahora se acuerdan los periódicos,
las teles y las hojas parroquiales.
Maroto se
empadrona en un pueblo en el que nunca ha puesto los pies. Todo sea por la
causa.
Un municipio
segoviano al servicio del portavoz de los peperos en el Senado.
Consigue el puesto
por “la jeta” (Eduardo Álvarez en El Mundo).
El senador del PP
se pasa por el forro del culo muchas leyes.
Los españoles, sin
embargo, tenemos la obligación (faltaría más) de cumplir con esas leyes.
Pero Maroto, ¿y
cuántos más?, no pierde un minuto de sueño por tener el puesto que codiciaba. Lo
ha hecho porque está al servicio de su nuevo líder, Pablo Casado. Está a lo que
le mande su partido, ese PP chiquitito y arrinconado por Pedro Sánchez.
En la columna de
Eduardo Álvarez se lee: “Toda persona que viva en España está obligada a
inscribirse en el Padrón del municipio en el que resida habitualmente. Quien
viva en varios municipios deberá inscribirse únicamente en el que habite
durante más tiempo del año".
Hay que cumplir,
pues, con el padrón de habitantes.
¿Quién de ustedes
no cumple con dicho padrón?
Pues si lo hace,
deje de empastillarse, coño, porque Maroto les ha hecho un favor.
El portavoz del PP
no sabe localizar en el mapa ese pueblito segoviano. Pero ya es senador.
Alégrate, lector,
ya perteneces a la casta de los políticos del PP.
Puedes hacer lo
que te salga de los huevos.
Durante todos
estos años de democracia, nuestros políticos (también los locales) han paseado
su jeta con desfachatez y soberbia. Los que terminaron marchándose, educaron
bien a sus correligionarios. Los nuevos hacen lo mismo que hicieron los viejos.
Pero el problema
más grave está en que el cretino que vota, además de no leer y tener la cabeza
convertida en un sumidero de mierda, continúa abrazando a ese Maroto y a los
otros que están con él en el Senado, en Génova 13, en el PP del Puerto de la
Cruz o de cualquier otro municipio, pequeño o grande.
Maroto es un hijo
predilecto de esta democracia enferma en la que los cretinos votan y los
mentirosos sacan tajada. Una buena tajada.
Todos, o casi
todos, criticamos a Pedro Sánchez.
Pero no olvidemos
que también está Maroto.
Que también está
el PP.
Que hay un pueblo
segoviano que Maroto debe visitar, siquiera en el preciso momento en que
necesite bajarse los pantalones y echar mierda. Mucha mierda.
¡Toda la mierda
que lleva el PP metida en el cuerpo!
Y nosotros,
bendito pueblo español, a cumplir con las leyes.
¿Lo bueno que
tiene ser un ciudadano que acata las leyes? Bueno, en primer lugar, por lo
menos en mi caso, que leer a Cicerón mereció la pena. En segundo lugar, que no
tengo nada que ver con Maroto. Pero nada.
Soy hijo del
Puerto de la Cruz, pero estoy empadronado en La Orotava.
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