Lorenzo de Ara
Siempre que una chapuza ideológica apela al sentido de Estado, lo
que en realidad está pidiendo es la rendición de los demócratas.
Siempre que se criminaliza desde el poder social comunista todo
resquicio de oposición política, periodística y social, el ciudadano libre (si
de verdad existe en los balcones dando palmas; yo entre ellos, por supuesto)
debe gritar no, jamás, por encima de mi cadáver.
Y esa es hoy la realidad de España.
El mejor antídoto contra el virus es no creer al lobo con piel de
cordero.
Si de verdad lo primero es afrontar con esperanza esta situación
dramática, hagamos limpieza a fondo en la cabeza. Desechemos la basura
ideológica que embrutece.
No es una guerra, repito, esto no es una guerra.
Es una pandemia, y en una pandemia siempre pierde el inocente y
gana el bicho. O los bichos.
…..
No, no, y no. Así no.
Sí, sí, y sí. Así sí.
Europa, mejor dicho, Holanda, Alemania, Austria, deben entender
que fabricar un mundo rico desprovisto de carne y hueso y, sobre todo, un mundo
enemigo emboscado para tragarse el humanismo cristiano, es una realidad que
puede estar bien para luteranos que no ven el sol y viven en la negrura del
alma permanente. Calvinistas que sueñan con los Tercios. ¡Ojalá volvieran!
España e Italia han hecho muchas cosas mal. No son sociedades
perfectas, afortunadamente. Pero sin Italia y sin España el mundo tal y como lo
conocemos no existiría. Y añádase Grecia a la lista. Deben aprender y lo deben
hacer con hechos, no con la salmodia de Sánchez, por supuesto menos tendenciosa
en Conte.
…….
Y tengo claro que no es muy respetable leer otras informaciones o
publicaciones que bailan macabramente al son que marca el gobierno de la
opacidad. ¡Esos periódicos, esas televisiones, esas radios!
Una pandemia no es una guerra, ¿verdad señor Latorre? Pues si hoy
toca vivir este infierno, mejor abrir los ojos, preguntar a Patrick Süskind por
el olfato asesino y apartarse lo más posible de la mascarilla de alcantarilla
hecha para ratas del social comunismo.
…….
Y es que en los cementerios hay tumbas de primera, tumbas de
segunda y tumbas de pandemia descontrolada. Europa es hoy ciertamente un
cementerio. Bajo todas las tumbas huesos y gusanos. Y la historia nos enseña
que Holanda y Alemania saben mucho de huesos y gusanos.
……
Ojalá nunca se confirme del todo que el Estado es absolutamente
ineficaz. No quiero una sociedad controlada por el Estado, pero sí quiero que
ese mismo Estado actúe con eficacia y prontitud cuando se le requiera. Una
sociedad con el dinero como exclusivo motor del humanismo es otra fake.
……
Y cuánto me gusta comprobar que en El País coinciden conmigo
cuando hay que mirar hacia Holanda. ¡La puta Holanda!
“Al contrario, quien viola sañudamente la normativa europea de un
máximo del 6% de superávit por cuenta corriente es Holanda (10,8%): sus
exportaciones al Sur y su involucración en la inmoral evasión fiscal de grandes
multinacionales —entre otros factores— lo alimentan. Al coste de inhibir el
crecimiento de los vecinos, pues atesora mucho más de lo que invierte. Quien
denuncia pajas en el ojo ajeno, que oculte mejor las vigas del propio. Y si se
escuda en el euroescepticismo de su Parlamento, mejor reflexione qué le
reportaría la fractura y quiebra de la UE: a su tránsito portuario, a su
industria tecnológica, a su banca electrónica, a su legión de servicios
dedicados al lucrativo e insolidario negocio de intermediación de los paraísos
fiscales. Lecciones éticas, las justas.”
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