Salvador García Llanos
El rey Felipe y la reina Letizia han conocido de primera
mano las consecuencias de la pandemia en el sector del alojamiento turístico
tras el encuentro que mantuvieron con el presidente y el secretario general de
la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge
Marichal y Ramón Erstalella, respectivamente. El primero, como se sabe, es
también presidente de la patronal hotelera de la provincia de Santa Cruz de
Tenerife.
El cierre de la actividad, decidido por una orden
ministerial, ha generado el denominado ‘cero turístico’: de los récords de no
hace mucho al vacío absoluto de nuestros días. Que Sus Majestades se hayan
interesado por la situación, más allá de los valores protocolarios y la
estrategia de imagen, acredita sensibilidad y es positivo. En la Casa Real
saben de las circunstancias de Canarias y de la incidencia de la pandemia en la
convivencia, en el tejido productivo y en el empleo de las islas. El
diagnóstico es sencillo: el turismo supone el 35 % del Producto Interior Bruto
(PIB), quince millones de visitantes anuales y una facturación que ronda los
dieciséis mil quinientos millones de euros al año. No va a ser fácil levantarse
ni volver a esas cifras.
Como es probable, por no decir seguro, que no coincida la
superación de la crisis sanitaria en nuestro país con el restablecimiento de la
apertura de las fronteras, la reanudación de los vuelos en la las distintas
modalidades y la recuperación de la confianza de los consumidores, los primeros
dirigentes de las organizaciones empresariales hoteleras y extrahoteleras se
habrán esmerado en explicar el alcance de las medidas para aguantar este
importante parón y tratar de remontar, se supone que con la normalización de la
demanda y la conectividad.
En ese sentido, según fuentes de la patronal turística,
Marichal y Estalella explicaron también a los reyes la necesidad de una
política que permita la emisión de bonos para las reservas afectadas, tal y
como han hecho ya muchos países de Europa. Es que medidas como esta deberían
servir para hacer frente a estos meses de segura desaparición de los ingresos.
Al mismo tiempo, comentaron las posibles actuaciones, medidas y campañas para
realizar en un futuro inmediato, que van desde programas de formación y
comunicación dentro y fuera de nuestras fronteras.
Las alternativas habrán de fraguarse y realizarse en otros
ámbitos. Pero ya los retos parecen lanzados y han sido conocidos en el primer
rango institucional. Es positivo.
Día 23 de la alarma
Riegan los parterres de la plaza y el cono sigue en su
sitio, primeras señales del lunes y de una semana que debe traer mejores
noticias sobre la evolución de la pandemia.
Se ha llenado el depósito de almacenamiento del dispositivo
móvil. Habrá que suprimir envíos, sobre todo de imágenes, para seguir
utilizando un instrumento fundamental en la comunicación, especialmente en
estos días de zozobra y confinamiento.
De algunos cuesta desprenderse, desde luego. Como el que
envía Elías González Pérez, amigo del alma que estrena jubilación, aunque él
seguirá al quite con su podología vocacional. En efecto, Elaine de Valero,
esposa de un compañero zaragozano de profesión, interpreta en el teatro ‘Tomás
Terry’ una versión de “Al alba” que nos recuerda a la que hiciera Rosa León del
tema de Aute. Es emocionante.
Como también lo es el de Adama Dieng, asesor de la ONU, que
aborda la prevención del genocidio, advirtiendo de los peligros que significan
los discursos de odio. Viendo en lo que se han convertido las redes sociales,
con proliferación de todo tipo de descalificaciones, Injurias, calumnias y
falacias, incluso en el ámbito personal y de la privacidad, deberían verlo. Y
asimilarlo, claro.
Por la tarde, la triste noticia que transmite Isidoro
Sánchez García: ha fallecido Emilio Racionero Menasalvas. Fue un activo
militante socialista, desde la Transición. Luego ejerció como concejal en el
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Publicaba artículos con regularidad en
la prensa tinerfeña y hasta participó en algunas tertulias. A Emilio le
gustaban los análisis, por eso acertaba con las descripciones. Fue alejándose
del partido, hasta que lo abandonó, cansado seguramente de incomprensiones y de
pugnas intestinas.
Los ayuntamientos canarios reiteran la importancia de poder
utilizar sus fondos para superar la crisis sanitaria y social. Prosigue el
debate pero ya es algo más: es una aspiración fundamentada, en la que parece
existir consenso. Así se desprende lo tratado en el seno de la Federación
Canaria de Municipios (FECAM). No se conforman los municipalistas con la
determinación de que un 20 % del superávit de 2019 se destine a gasto social
pues el problema de la medida es que no lleva aparejada una flexibilización de
la regla de gasto. La brecha digital, la desigualdad manifiesta para acometer,
por ejemplo, las enseñanzas desde las nuevas tecnologías en estos tiempos, es
otra cuestión que preocupa a alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas, que
el lenguaje inclusivo no lo desaparezca el virus.
Interrumpen del Telediario para decir que el primer
ministro británico, Boris Johnson, ha sido ingresado en la Unidad de Cuidados
Intensivos. En España, sin precipitadas oraciones optimistas, las cifras
confirman una tendencia de mejoría. Pero siguen siendo muchos los casos de
fallecidos.
Luna llena para despedir el lunes. Y una conversación en el
exterior de la formación que, claro, a esas horas de la noche, con el silencio
predominante, trasciende y se cuela. Se eleva hasta ese plenilunio.
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