Javier Lima Estévez.
Presidente de la ACH de Canarias
De trato cortés, con una sonrisa siempre en su semblante y
un espíritu de superación y trabajo constante, el amigo Hans Kamella, de origen
alemán pero residente en Canarias desde hace varias décadas, es un ser
excepcional. Conversar con él es una delicia y una oportunidad para
aproximarnos ante diferentes momentos de su existencia vital.
En diferentes ocasiones y desde hace varios años, he tenido
el privilegio de conocer unas impresiones que me trasladan desde su niñez, en
el transcurso de los complejos años cuarenta, hasta su vida actual. Hans,
durante su infancia y posterior adolescencia, vivió de cerca las consecuencias
de la Segunda Guerra Mundial. Años marcados por el paro y una mala situación
económica general. Sobre ese contexto, no puede olvidar la gran labor de sus
progenitores por hacer de él un ser que pudiera sobreponerse a todo ello. Poco
a poco, con grandes dosis de constancia y esfuerzo logra adquirir una base
sólida en su formación que le ha marcado para el resto de su vida. En Tenerife,
concretamente en el municipio del Puerto de la Cruz, inaugura un supermercado
que se convierte en todo un punto de referencia. Incontables testimonios y
recuerdos atesora sobre ese espacio, atendiendo siempre con compromiso y rigor
a locales y turistas (junto a su idioma materno, también habla español, inglés
y francés).
Son muchos los que asocian la figura de Hans al Teide. Ama
la naturaleza. Ha desarrollado numerosos ascensos durante años al Parque
Nacional, con grupos a los que ha servido como guía. Su presencia también ha
llegado a otros rincones de la geografía de nuestro archipiélago. El
conocimiento que demuestra del territorio y la amenidad en las explicaciones
son rasgos que definen su personalidad. Es un libro abierto para conocer
senderos y caminos de nuestra tierra.
En compañía de Marjatta (su esposa) e Isto (su hijo), junto
a otros amigos, ha recorrido diversos países. Es otra de las experiencias
vitales que atesora pues guarda numerosos recuerdos de viajes por territorios
europeos y americanos.
También tiene como cita obligada en el calendario, desde
hace más de cuatro décadas, acudir hasta La Orotava para participar en la
confección de las Alfombras del Corpus Christi.
Pero aquí no queda todo. Mantiene una labor constante con la
ACH de Canarias desde su posición como secretario. No duda en colaborar y
participar siempre en la materialización de todos aquellos actos que sirvan
para seguir honrado a su ilustre y admirado paisano, Alexander von Humboldt. Una
conexión e interés que se produce, tal vez, porque Hans, al igual que Humboldt,
es un ser con múltiples inquietudes y espíritu de compromiso y trabajo. Para la
ACH siempre realiza fotos, asiste a todos los actos, se encarga de traducciones
y materializar contactos con Alemania, prepara las actas; en fin, un ser que es
capaz de exprimir las horas del día para cumplir con las múltiples ocupaciones
que le apasionan y por las que demuestra verdadera pasión. Una muestra de ello
lo obtendríamos una vez más durante el pasado verano. Trabajó incansablemente
junto a quien suscribe estas líneas y el vicepresidente, Isidoro Sánchez
García, por lograr materializar la puesta en funcionamiento de nuestra anhelada
sede que, desde el 13 de septiembre de 2019 y gracias también a la atención y
amabilidad de la familia Schönfeldt, se ubica en esa joya arquitectónica
orotavense que es la Casa Lercaro.
Gracias infinitas, Hans, por la disposición que siempre muestras
para todo. Te apreciamos y admiramos.
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