PRIMERA SOCIEDAD RECREATIVA Y CULTURAL DE FASNIA
En la segunda mitad del siglo XIX, la situación económica
de Fasnia era tan desesperada que la mayoría del vecindario se alimentaba con
pencas o “nopales cocinados” y emigraba en masa en busca de mejor fortuna. Ello
repercutiría directamente en el Ayuntamiento de la localidad, hasta el punto de
que faltaban los útiles más elementales de secretaría (papel, plumas, tinta, etc.),
que se tenían que adquirir de la propia “bolsa” de los concejales. Los
cuantiosos descubiertos municipales hacían temer a los ediles el que se les
embargase sus bienes para cubrirlos, por lo que la participación en las tareas
de gobierno no solo dejó de ser ambicionada, sino que era temida. Por ello,
desde 1872 se produjo una continua exoneración de concejales, que alegaban
sobre todo problemas de salud, por lo que el Ayuntamiento permanecería sin
mayoría para tomar acuerdos durante muchos años, en los que no se repartieron
ni recaudaron las contribuciones, ni se efectuó el alistamiento y sorteo de los
mozos de reemplazo. Incluso en dos etapas careció por completo de Corporación
municipal (1874-1875 y 1887-1890), cerrándose las casas consistoriales y las
escuelas; la situación llegó hasta tal punto, que la propia integridad
municipal llegó a correr peligro, al proponerse su supresión y anexión a Arico
(1874) o a los dos municipios colindantes (1890).
La crisis económica, política y de desorden administrativo
se prolongaría en esta localidad hasta los primeros años del siglo XX, por lo
menos hasta 1905. Curiosamente, estos problemas desembocaron en la creación del
primer casino en la historia de Fasnia, “El Porvenir”, cuyos socios tenían más
motivación política que cultural o recreativa.
LA FUNDACIÓN DEL CASINO
En medio de los graves problemas económicos y políticos que
hemos relatado, con motivo de las elecciones de 1898 ya se señalaba en la
prensa que tanto Arico como Fasnia eran pueblos conservadores, dominados e
influenciados por el político y rico propietario sureño don Martín Rodríguez
Peraza (1848-1904), natural de Granadilla de Abona y vecino de Arico, Lcdo. en
Derecho, periodista, juez municipal de Arico, presidente de la Diputación
Provincial, gobernador civil interino, candidato a diputado a Cortes y líder
del Partido Conservador tinerfeño.
Los comienzos del siglo XX arrastraron los mismos problemas
con los que había concluido el anterior, pues la Corporación municipal de
Fasnia se limitaba al alcalde accidental don Valentín González Marrero,
conocido por “Valentín Linares”, hombre analfabeto, pero afín a Martín
Rodríguez. En esta coyuntura, las elecciones se prestaban a manipulaciones,
como puso de manifiesto el 25 de abril de 1903 el periódico Unión Conservadora
(nombre asimismo de un partido que se presentaba a las elecciones para
diputados a Cortes que se iban a celebrar al día siguiente), que a pesar de su
carácter conservador era favorable al pacto político regional, al que se oponía
abiertamente el sector encabezado por don Martín, lo que desembocó en un
enconado enfrentamiento, que justifica el furibundo ataque: “Hasta la hora
presente no ha sido posible averiguar donde se encuentra el colegio en que debe
tener lugar la elección de mañana en el pueblo de Fasnia, ni ha aparecido por
ninguna parte el testaferro que actuará como alcalde para vaciar el cántaro
que, como otras veces, se prepara de los innumerables muertos y ausentes que
figuran en las listas de aquella sección electoral. / Según se nos asegura, el
innominado alcalde, que nadie sabe como se llama, porque firma con una +, se
halla escondido, sin que la Guardia civil, con la que hay que enviarle siempre
las órdenes de la autoridad, haya logrado encontrarle, á pesar de buscarle por todo
el pueblo durante dos dias con aquel fin. / Suponemos que del escandaloso
atentado que se fragua en Fasnia y que costará bien caro al monterilla
chasnero, habrá protestado la integérrima opinión, elevando sus quejas al
Gobierno; y así nos explicamos que tan profunda sensación hayan causado en los
círculos políticos y prensa madrileña, donde no podía suponerse un descaro tan
inaudito y solo comparable á las barbaridades que pasan en el Riff”.
Fasnia a finales del siglo XIX, poco antes de la fundación
del Casino
En esta coyuntura, dada la situación del Ayuntamiento, los
afines al Partido Conservador decidieron constituir un casino desde el que
impulsar la política municipal, tomando iniciativas claramente alejadas de una
sociedad recreativa. Así, el domingo 2 de agosto de ese mismo año 1903,
coincidiendo con los prolegómenos de las Fiestas Patronales en honor de San
Joaquín, se fundó el primer casino de Fasnia, una de las sociedades de este
tipo pioneras en el Sur de Tenerife, que recibió el nombre de “El Porvenir” y
tenía un claro matiz político. El 11 de dicho mes, el periódico La Opinión,
órgano oficial de los conservadores tinerfeños, destacaba su fundación en
términos elogiosos: “El pueblo de Fasnia, en esta isla, está de enhorabuena. /
Cuenta desde el dos de este mes con un casino titulado «El Porvenir» que se
inauguró aquel dia con grande entusiasmo y con asistencia de las autoridades
locales. / Los socios eligieron para presidente á nuestro querido amigo don
Rogelio Ojeda Bethencourt, que no obstante vivir en el Escobonal, pago de
Güimar, se ha prestado gustoso á desempeñar el cargo. / Los socios de este
casino han establecido también un teatro que inaugurarán en la fiesta del
pueblo el 16 del actual, á cuyo efecto ya han distribuido los papeles de la
obra que representarán, y en la que tomarán parte algunos aficionados. También
se darán bailes. / Los mismos socios se proponen establecer el alumbrado
público y han contribuido á las gestiones del Alcalde accidental para las
importantes reformas que esta autoridad ha hecho en la plaza pública, á las que
también ha coadyuvado el señor Cura Párroco. / Anúnciase, asimismo, en aquel
pueblo la fundación de otra sociedad de gran provecho para la juventud”.
Ese mismo día, Diario de Tenerife también se hacía eco de
la inauguración de esta sociedad y de sus iniciativas, aunque de forma más
sucinta y objetiva: “El día 2 del actual se inauguró en el pueblo de Fasnia un
Casino, denominado El Porvenir, bajo la presidencia de D. Rogelio Ojeda. /
Tiene por base esta sociedad establecer una sección de declamación,
proponiéndose asimismo organizar bailes. / Por iniciativa de los socios de este
Casino en breve se establecerá en el pueblo el alumbrado público. / También circula
en aquel pueblo la noticia del establecimiento de una nueva sociedad. /
Asimismo nos dicen que se han hecho importantes reformas en la plaza del
pueblo, debidos á gestiones del Alcalde accidental, D. Valentín Linares”.
Al día siguiente, 12 de agosto, el periódico El Tiempo,
órgano conservador opuesto a La Opinión y al sector antipactista de don Martín
Rodríguez, arremetía contra la creación del casino y la situación política de
Fasnia: “El pueblo de Fasnia en esta isla es un pueblo que, al decir de un
periódico local, vá progresando á pasos agigantados. No tiene Ayuntamiento, ni
allí se cumplen los servicios de quintas, de presupuestos, etc. ni tampoco se
paga el contingente provincial ni las atenciones de Instrucción pública, pero
en cambio se ha creado en él un Casino, el cual, según aquel periódico,
presidirá el conocido sportman D. Rogelio Ojeda Bethencourt. / También los
socios de dicho Casino, dice el mismo periódico, han establecido un teatro, que
inaugurarán en breve. / Nosotros sabemos que la obra con que se estrenará dicho
nuevo teatro es El señor feudal, arreglo literario de un conspicuo apóstol del
sur. / ¡Vamos que el pueblo de Fasnia no tiene ya nada que pedir!”.
Pero de la segunda sociedad anunciada en la prensa, que
suponemos pretendían constituir los afines al sector opuesto a don Martín, no
tenemos ningún dato que permita confirmar que se llegase a fundar.
Vida social de Fasnia. El Rincón en 1933
LA TRAYECTORIA POLÍTICA DE “EL PORVENIR”
Como se ha indicado, este primer Casino estuvo vinculado a
la actividad política local y así lo denunciaba la prensa opuesta. Por ello,
dos meses después de su creación, el 9 de octubre de ese mismo año 1903, el
periódico El Tiempo volvía a la carga contra el Casino de Fasnia y el alcalde
de esta localidad, al que tildaba de dictador, bajo las órdenes del político
conservador Martín Rodríguez Peraza, en un artículo titulado “Lebaudy en
Fasnia”: “En Fasnia, pueblo del sur de esta isla, convertido hoy en imperio
martinista á semejanza de lo que acontece con la parte del territorio africano
que se ha apropiado Mr Lebaudy, ocurren casos y cosas sin precedente alguno en
Canarias y que no sucederán, seguramente, ni en Marruecos. […] / En Fasnia,
único modelo en su especie y nota discordante aun entre los pueblecitos de
menos importancia de este archipiélago, existe un reyezuelo que da la hora, y
un funcionario encargado de administrar justicia, que da las medias…(Los
cuartos los sueltan los hijos del pueblo que no comulgan en la iglesia política
del Lebaudy chasnero.) / Pues bien; en ese pueblo como todo el mundo sabe, no
existe Ayuntamiento ni se paga tributo alguno al Estado ni á la provincia; y
cuando por la Diputación ó la Hacienda se reclama el pago, ya es sabida la
contestación que de aquel cantón dan: que no hay Ayuntamiento, ni Alcalde ni
cosa que lo parezca. Claro es que en cuanto llegan las elecciones la cosa varía
de especie: entonces allí no falta nada.... hasta que al Gobierno se le ocurra
un día traer entre parejas de la Guardia civil á los que en esa forma se burlan
de las leyes que nos rigen. / No hay Ayuntamiento, ni Alcalde; pero en cambio
se ha formado en Fasnia un Casino Lebaudy-martinista con el plausible fin de
administrar los bienes é intereses de los habitantes de aquel venturoso pueblo,
y con la patriótica idea de allegar recursos para la realización de proyectos
patrióticos, han establecido en dicho pueblo algunos impuestos que después de
hacerse efectivos ¡quien sabe do irán!; como la nave. En fin; que esos
proyectos no pasarán de ser una mamadera de gallo al vecindario, que diría Juan
Macana”.
Desgraciadamente, desconocemos más detalles de la
trayectoria de este Casino político de Fasnia, pero sospechamos que no se
mantuvo en funcionamiento durante mucho tiempo. Probablemente desapareció poco
después del fallecimiento del líder conservador, don Martín Rodríguez Peraza,
ocurrido el 22 de febrero de 1904, a quien como prócer local se le rindió un
homenaje póstumo en Fasnia, con un espectacular funeral en la parroquia de San
Joaquín que fue relatado por el corresponsal del periódico La Opinión (que
había dirigido el político fallecido), en un emotivo artículo publicado el 3 de
marzo inmediato: “Por los caminos y veredas se veía surgir una multitud que con
el más vivo dolor retratado en los semblantes, acudía á tributar á la memoria
de D. Martín ese triste recuerdo. Cuando la plaza de la Iglesia estaba ya llena
de gente, aún seguían llegando mujeres y hombres, niños y ancianos, todos con
la honda tristeza que causa el más amargo pesar. De los últimos límites de la
jurisdicción, enfermos é impedidos, haciendo esfuerzo sobrehumano, asistían á
cumplir el deber sagrado, ineludible, á pagar en parte la deuda inmensa que el
pueblo de Fasnia había contraído con D. Martín... Y hasta del Escobonal, acudían
cuantos se encontraban en condiciones de hacer la jornada. / ¡Memorable dia!
Los habitantes de Fasnia conservarán de él indelebles recuerdos. / Y cuando la
ceremonia religiosa dió principio; cuando por los ámbitos del templo,
insuficiente, ese día, para contener la muchedumbre, resonaban las graves voces
de los cantores, sollozos y suspiros entrecortados salían de aquella multitud
agitada por un mismo sentimiento: la pérdida del amigo querido, del padre que
defendió siempre desinteresadamente los intereses del pueblo y de todos sus
habitantes. En aquellos solemnes momentos, en todos los labios no había más que
un solo nombre: Don Martín”.
Ese mismo mes, el 7 de febrero de 1904, se habían celebrado
elecciones de concejales para la renovación bienal del Ayuntamiento de Fasnia,
convocadas por el gobernador civil, pero en noviembre de ese mismo año, la
Corporación municipal ya había sido suspendida por la máxima autoridad
provincial. A pesar del desinterés de las épocas anteriores, el nombramiento de
las corporaciones y de los empleados municipales comenzaba a revestir una gran
importancia, hasta el punto de que a veces desembocaba en alteraciones del
orden público. Sirva de ejemplo la noticia aparecida en el Noticiero Canario el
13 de diciembre de ese reiterado año 1904, según la cual habían sido detenidos
un vecino de El Escobonal (don Rogelio Ojeda) y tres de Fasnia (don Jorge
Esquivel, don Martín Esquivel y don Juan Tejera y Tejera), “por volcar la
tartana del Doctor en Medicina D. Emiliano Delgado, por creer que conducía al
Gobernador o Delegado para constituir nuevo Ayuntamiento y nombrar Secretario,
a causa de haber sido sustituido de este cargo D. Jorge Esquivel”. Aparte de
don Rogelio, los otros implicados en este incidente también debieron figurar en
la directiva del Casino “El Porvenir”, dada su afinidad política, por lo que
suponemos que ello también tuvo mucho que ver con el cierre de dicha sociedad,
al llegar al pueblo nuevos aires.
La casa de Don Rogelio, junto al Barranco de Herques, con
la Montaña de Fasnia al fondo
EL PRESIDENTE FUNDADOR ROGELIO OJEDA BETHENCOURT
(1862-1937)
Como hemos señalado, el primer y probablemente único
presidente del Casino “El Porvenir” de Fasnia fue don Rogelio Ojeda
Bethencourt, quien nació en La Laguna en 1862, siendo hijo de don Juan Ojeda
Miranda y doña Clara Bethencourt Cazolla, naturales de Telde en la isla de Gran
Canaria. En 1881 obtuvo el título de Bachiller en el Instituto Provincial de
Canarias de su ciudad natal. Hacia 1892 se trasladó al municipio de Güímar,
como administrador de los bienes de la familia Delgado-Trinidad, la más ilustre
de la comarca, aunque también fue rematador de carreteras. En 1896 contrajo
matrimonio con doña Efigenia Tejera y Delgado-Trinidad, nacida en Aguerche (El
Escobonal) e hija de don Vicente Tejera Castro (natural de Santa Cruz de
Tenerife, capitán de la Milicia Nacional, alcalde pedáneo de El Escobonal y
juez de paz suplente de Güímar) y doña Juana Delgado Trinidad y Delgado
Trinidad; la pareja se avecindó en El Escobonal, donde doña Efigenia tenía
amplias posesiones; allí construyeron una hermosa mansión (que aún se conserva)
cercana al Barranco de Herques y en el centro de una gran finca de su
propiedad, que limitaba con el municipio Fasnia en el cauce de dicho barranco.
El Sr. Ojeda alcanzó el empleo de sargento de Infantería
del Batallón Movilizado nº 1 (1898). Después de licenciado, su prestigio
intelectual y económico le colocó en la cima de la modesta sociedad local,
siempre afín al Partido Conservador tinerfeño, por lo que fue elegido para
desempeñar diversos cargos en el Ayuntamiento de Güímar: concejal (1905-1906 y
1922-1923), procurador síndico (1914-1918), 2º teniente de alcalde (1918-1922 y
1930) y alcalde interino (1930). Además, ejerció la medicina en El Escobonal,
por lo que fue denunciado en 1903; fue presidente del Casino “El Porvenir” de
Fasnia (1903-1904); juez municipal suplente de Güímar (1908-1913), sustituyendo
en numerosas ocasiones a los titulares; fundador de la Sociedad-Casino “El
Progreso” (1919) y presidente de la Sociedad Cultural “El Porvenir”
(1929-1930), ambas de El Escobonal. En este pueblo falleció en 1937, a los 74
años de edad, viudo y sin descendencia.
Habrían de pasar varias décadas para que surgieran nuevos
casinos en este municipio, los cuales tuvieron su apogeo en la II República: la
Sociedad Cultural “1º de Febrero” de Fasnia (1928-1936), la Sociedad “Unión
Agrícola” de Sabina Alta (1932-1936), la Sociedad “Unión Cultural 1º de Mayo”
de La Zarza (1932-1936), la Sociedad Recreativa “El Porvenir” de Sabina Alta
(1934-1936) y la Sociedad “Unión Club” de La Sombrera (1935-1936); todas ellas
fueron disueltas en 1936, al inicio de la Guerra Civil.
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