Lorenzo Soriano
Corinto la ciudad griega de mas importante rango prestigio
y riqueza de la liga Helénica, se rebeló contra Roma por la estupidez y la
avidez de su Regente Cretolao, no para liberarla sino para convertirse en
dictador y sátrapa. Para la financiación de su suicida alzamiento contra Roma,
en contra de todos sus súbditos y de los dirigentes Corintios, a los que exigió
la entrega de sus bienes, la confiscación de todas sus posesiones y el control
total de vidas y haciendas, asoló el país y devasto sus recursos.
Cretolao, sólo era un avaricioso, no tenía virtudes, era un
estúpido general como lo demostró en la guerra, era un malvado ser humano, que
torturaba a sus súbditos y era un pésimo estratega y gobernante cediendo
soberanía a la Liga Helénica para que le apoyaran. Provocó la ruina total y la
destrucción de Corinto cegado por su sentimiento de iluminado y por sus ansias
de ser Rey absoluto.
Kalikatres, el hombre más sabio de Corinto (Oh Kalikatres
sapientisismo), fue el primero que, adelantándose a los tiempos trató de dar un
“golpe de Estado civil” con todos los prominentes y el apoyo del pueblo que
preferían la Pax romana y su civilización a ser esclavizados por el perverso
Cretolao. Demasiados espías, traidores y “comisarios políticos”, engoados con
las promesas de poder y riqueza, denunciaron a Kalikatres que fue muerto por
“traidor” por Cretolao, cuando sólo intentaba detener a los Romanos en su
marcha a destruir Corinto como represalia por haber asesinado a sus
embajadores, a quienes Cretolao ejecutó para provocar el conflicto. Corinto fue
destruida, y sus habitantes muertos, por la ignorancia, estupidez, falta de
rigor, capacidad de reacción y rectificación de su gobernante. El mundo perdió
una joya, y los Corintios jamás se recuperaron.
La idea del golpe de estado “civil” pues, no es nueva, como
vemos por el desafortunado Kalikatres. Debo decir que, desde la Asociaciones de
Clubs Liberales, voces y plumas, altamente cualificadas y de experiencia
política probada lo han apuntado como la solución para evitar la destrucción
del País. Y esto, antes de que económicamente y en cuestiones soberanas o de
Leyes Fundamentales quede destruida para siempre, y con escasísimas
posibilidades de rehacerse a corto o medio plazo- entre 10 y 30 años-, como
poco, y con heridas de difícil cicatrización por generaciones. No nos olvidemos
de Pi y Margall, otro talantoso, durante la 1ª República, que consiguió la
secesión de media España y las declaraciones de independencia y de guerra entre
pueblitos y villorrios.
Esta es España. Y aquello acabó mal. Estos días, el 13 de
septiembre precisamente, es la efeméride del Golpe de Estado de Primo de Rivera
con la anuencia general de la Monarquía y de los partidos, pues aquello era
ingobernable. Duró unos 6 años y arregló temporalmente el asunto, pero no cerró
los problemas ni las heridas. Se fue, como vino. Por eso, porque la asonada,
aunque consentida y momentáneamente aliviadora, fue militar. Si hubiera sido
civil, propuesta por verdaderos hombres de Estado, lo mejor de cada casa, como
el que proponía Kalikatres, no hubiéramos tenido Guerra Civil como no se habría
destruido Corinto. Debemos de eliminar políticamente a nuestro Cretolao
particular, y el que lo sustituya, podrá ser cualquiera, nadie lo ha hecho peor
hasta ahora, y será difícil que lo superen, ha dejado el listón de la necedad y
la incompetencia, tan alto que cualquiera solo puede hacerlo mejor.
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