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viernes, 3 de abril de 2020

DON GUILLERMO CAMACHO Y PÉREZ GALDÓS. TRIBUTO A SU MEMORIA VEINTICINCO AÑOS DESPUÉS


Javier Lima Estévez. Historiador

El 3 de abril de 1995, a la edad de 96 años y muy próximo a cumplir los 97, fallecía don Guillermo Camacho y Pérez Galdós. Un referente y una referencia para el conocimiento de la realidad canaria desde diversos puntos de vista.

Militar, profesor e historiador; ocupó esta última faceta una parte importante de su vida. Sus contactos, numerosos y variados, nos aproximan ante la presencia de un ser comprometido con la intelectualidad de la época y acreditan, a su vez, su prestigio y valía. En su casa realejera, la bella e histórica Hacienda de los Príncipes, vivía junto a su inseparable esposa, doña María del Pilar de Alós y de Fontcuberta, teniendo el matrimonio tres hijas: doña María de la Concepción, doña María del Carmen y doña María de las Mercedes. La Hacienda era un espacio del saber al que acudían desde notables personalidades del ámbito histórico hasta escolares, con el fin, estos últimos, de obtener algún dato para realizar algún trabajo o investigación inicial sobre algún tema del pasado local.

Su huella como investigador se advierte en una fértil producción que se extiende a lo largo de varias décadas. Artículos en revistas de prestigio como 


El Anuario de Estudios Atlánticos, La Revista de Historia, El Museo Canario, y, otra serie de publicaciones, incluso de carácter periodístico, dan cuenta de su trabajo meticuloso. Letra a letra, hilaba en su máquina de escribir los trazos de averiguaciones con documentos añejos que en sus manos, y a través de grandes dosis de paciencia y capacidad, fluían en artículos históricos. Temas  religiosos, económicos, arquitectónicos y biográficos marcaron su línea de interés. Hasta el final de su vida mantuvo la necesidad por seguir en la senda de la investigación y la difusión de cuestiones relacionadas con el pasado. Ejemplo de ello se advierte en las referencias históricas que ofreció con motivo de las Fiestas de la Cruz Santa, en el año 1988. Breves aportaciones sobre la redistribución de aguas en el siglo XIX y la deforestación en los siglos XVII y XVIII que Esteban Domínguez incluye en sus Apuntes realejeros.

Don Guillermo obtuvo a lo largo de su existencia numerosos reconocimientos. Símbolos y distinciones a toda una vida que terminó el 3 de abril de 1995. Uno de sus discípulos más cercanos, el Memorialista de la Villa de La Orotava, don Antonio Luque Hernández, llegaría a expresar en prensa pocas semanas después lo siguiente: La muerte se llevó con él una parte de nuestra memoria colectiva, y aunque su magisterio permanece en sus escritos, desconsuela su ausencia. Pero nos conforta la esperanza del creyente, y el pensamiento de aquella frase, tan repetida por él, «Dios es sobre todo un padre amante», y en esa seguridad, estoy seguro, habrá acogido Dios el alma de este varón de virtud que en vida fue Guillermo Camacho.

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