Jerónimo David Álvarez García
Desde
siempre el hombre ha necesitado medir el tiempo; la simple observación del Sol,
el movimiento lunar o el paso de las estaciones. La técnica le permitió
recurrir a máquinas ex profeso, el reloj: ese artilugio dotado de movimiento
uniforme que sirve para medir el tiempo o dividir el día en sus fracciones. Sus
diferentes clases son tan variadas como sus épocas y geografía: de arena, sol,
agua, aceite o los relojes mecánicos, sin olvidar los modernos de diapasón,
cuarzo piezoeléctrico, atómico, molecular, etc. El estudio que ahora se inicia
profundizará en los relojes mecánicos, exteriores y ubicados en torres,
concretamente en el reloj público de Realejo Alto, adquirido hace ahora, 150
años.
El
profesor Manuel de Paz reflexiona en su obra,1“sobre la necesidad de medir con
precisión el tiempo en Canarias (que) surge con la propia Colonización, de ahí
que la catedral del obispado canariense, con sede en Las Palmas de Gran
Canaria, tuviera su reloj desde principios del siglo XVI, ya que, como afirma
Santiago Cazorla, lo necesitaban los prebendados para el rezo de sus horas y
los labradores para las dulas de sus aguas”. Alfredo Herrera Piqué advierte
como en 1785, durante su estancia en Santa Cruz, “La Pérouse se ocupó de
instalar un observatorio en tierra. Emplazaron los instrumentos el 22 de agosto
y determinaron la marcha de los relojes astronómicos, comprobando, asimismo,
los relojes marinos de las dos fragatas”.2 Ejemplos estos que nos informan de
su desarrollo en las Islas.
Por otra
parte, debemos señalar un elemento arquitectónico que complementa lo expuesto
anteriormente: la torre.3 Estas edificaciones se pierden en el tiempo y desde
un principio tuvieron funciones defensivas o de seguridad (faro para
navegantes), si bien su uso se diversificó en prisiones, atalayas o miradores.4
Posteriormente en campanarios5 o torres municipales que sirvieron para instalar
los relojes públicos. Por último, las torres conmemorativas, modernas torres de
viviendas o de ingeniería. Para nuestro estudio nos ceñiremos a las torres
campanario y concretamente a las que poseen un reloj mecánico. Un tercer
componente esencial de estos estudios lo conforman “aunque relegadas a un
segundo plano, las campanas en sus diversas formas y tipologías forman parte
del patrimonio histórico y artístico de cualquier templo o santuario. Incluso,
como nos recuerda el especialista Josemi Lorenzo Arribas, un elemento tan
característico de éstos, como es la torre o la espadaña, surgió con la única
misión de sostenerlas.”6
Para el
pretérito municipio de Realejo Alto, los estudios dedicados a torres y relojes
nos remiten al Boletín Informativo Municipal de Los Realejos, primera
referencia de la fuente que ahora se estudia.7 Mientras, en Realejo Bajo
anotamos las publicaciones del autor del presente trabajo y Manuel J. Hernández
González.8 Por último, debemos citar el simposio del CICOP celebrado en Los
Realejos en 2015.
Parece
oportuno introducir al lector en la noción de Realejo “que nos retrotrae a la
Conquista. La presencia de naturales de Gáldar se asociará con la advocación a
Santiago en la parroquia, siendo ésta uno de los primeros lugares de culto
cristiano. El pago a las ayudas materiales y personales para el asedio sería el
reparto de tierras y aguas; estos propietarios se caracterizaron por su
absentismo. El sistema económico que define esa distribución quedó definido en
Las Haciendas, dignas representantes del paisaje urbano y la geografía
físico-económica de los futuros Realejos. La concentración en pocas manos de
los medios de producción y sus frutos, como cereales, vid o caña, serán una
constante hasta finales del siglo XVIII. Es entonces cuando toma el relevo
político y económico la incipiente burguesía agraria local, pues la
independencia jurídica de ambos Realejos frente a La Orotava, en favor de La
Laguna, databa de 1651. La presión sobre las dehesas y la usurpación de los
montes o los conflictos por el agua (el célebre pleito del agua del convento
agustino) definen este marco. La emigración, especialmente masculina, producirá
desviaciones en los censos y contribuiría a la consolidación de la burguesía
citada, pues sus remesas sirvieron para la adquisición de bienes muebles,
inmuebles y medios de producción. El anhelo identitario favorecería la erección
de conventos, ermitas y capillas. La noción de fiesta en torno a santos
protectores como San Benito o San Isidro y la devoción a la Santa Cruz y
Nuestra Señora de los Remedios han acompañado desde muy temprano al municipio
definiendo su idiosincrasia. El desarrollo intelectual ligado a instituciones
de enseñanza y espacios de la cultura también conformarían su panorama
social.”9 También conviene advertir
sobre las circunstancias administrativas de la Diócesis Nivariense de ese
momento: “la bula de erección del obispado de La Laguna fue firmada por el Papa
Pío VII el 1 de febrero de 1819, pero su crecimiento estuvo rodeado de
contratiempos desde el principio. El papa no pudo nombrar al primer obispo
hasta pasados seis años, por el desacuerdo entre el gobierno liberal y la Santa
Sede. Don Luis Folgueras, primer obispo Nivariense, tuvo que sufrir el cierre
del recién creado Seminario, las leyes desamortizadoras y la exclaustración de
los religiosos. En 1851 el nuevo Concordato entre la Santa Sede y el gobierno
español suspendió la nueva Diócesis, pasando a ser gobernada por los obispos de
la Diócesis de Canarias como Administradores Apostólicos. En 1877 se
restableció la Diócesis y don Ildefonso Infante fue nombrado segundo Obispo,
después de treinta años”.10
La fuente
conservada sobre la gestión para la adquisición del reloj municipal nos expone
un detallado relato de los hechos.11 Durante el año 1869 surge en Realejo de
Arriba un contencioso protagonizado por el alcalde,12 un sacerdote adscrito
años atrás a la parroquia de Santiago, ahora párroco en el sur de Tenerife y
los vecinos, que instan al edil a tomar medidas ante la iniciativa de
restaurar el Calvario.13
Primeramente,
el mandatario realejero envía una misiva con fecha de 17 de febrero al gobierno
eclesiástico que queda redactada en estos términos: “varios vecinos de este
pueblo han acudido a mi autoridad pidiéndome acuda a Ud., para que mande rendir
las cuentas al Venerable Cura de Guía, (en realidad había cesado y sólo era
administrador, como se verá en el siguiente punto) D. Domingo Mora y León,14
del donativo voluntario que hicieron estos vecinos y que él recaudó, para la
construcción del calvario de este pueblo. Disponiendo que las cantidades que
custodia las entregue inmediatamente al párroco de esta localidad D. Domingo
Chávez y Pérez,15 pues se trata llevar a efecto la obra cuanto antes. Espero
que Ud” prosigue el alcalde, “con el velo que le distingue en el cumplimiento
de su destino, dictará brevemente las órdenes conducentes según dejo
solicitado”. El gobernador eclesiástico no responde al alcalde, por lo que en
marzo éste remite una segunda carta, en la que reafirma lo expuesto en la
precedente, es decir, la importancia de la resolución del problema para el
interés local, el temor al fallecimiento del sacerdote y que a falta de
documentación, no se recuperase el dinero.
A partir
de este momento se sucede una relación de notas entre los diversos
protagonistas, que nos trasladan al 9 de marzo, cuando se responde al alcalde
desde el Gobierno Eclesiástico del Obispado de Tenerife en Administración
Apostólica. Así, se advierte como ha sido comunicada al sacerdote la primera
petición, a la que éste arguye que sus pertenencias están depositadas en su
domicilio de Icod y con motivo de la Semana Santa, "pasado el transcurso
de estos días tan ocupados en tan basta [en el original se escribe con b]
feligresía, procuraré dar el exacto cumplimiento a la orden de V.I comunicada
por su Secretaría de Gobierno." El
administrador eclesiástico se excusa por no responder al oficio remitido por el
primer edil, pues esperaba la contestación del párroco aludido. En abril, el
alcalde escribe nuevamente a la autoridad religiosa provincial, solicitando la
rendición de cuentas y la entrega del metálico por el sacerdote, ya que los
vecinos aguardaban el trámite para acometer la obra del Calvario; una vez
pasado el motivo del retraso, es decir la celebración de la Semana Santa,
se deberían acelerar los trámites por "el interés material de esta
población", reprochó el mandatario
realejero.
En la
fuente, el lector ha podido observar cómo la comunicación entre las instituciones
y protagonistas, no se desarrolla con la celeridad deseada, pues en mayo el
alcalde redacta de nuevo un escrito recriminando a su interlocutor como:
"ni Ud. se ha dignado manifestarme cual sea el estado de este negocio, ni
dicho ve[nerable] párroco ha rendido las cuentas de que llevo hecho merito, sin
saber que contestar a este vecindario, que repetidamente me pregunta por el
interés grande que tiene tanto en llevar a efecto unas mejoras en el
pueblo", por lo que solicita más premura en las gestiones. Tras recibir la
misiva, la autoridad diocesana notifica al alcalde, que a renglón seguido, se
ha cursado la orden al párroco requerido para que “sin alzar mano rinda la
cuenta”.
La
prolífica relación de correspondencia prosigue en julio, cuando el primer edil
escribe de nuevo al gobernador eclesiástico. A esta alturas, las condiciones
del asunto han variado, ya que según advierte el alcalde en su despacho:
"se recaudo en la isla de Cuba16 una suscripción voluntaria por varios
hijos de este pueblo allí residentes, para contribuir a la composición del
calvario de esta localidad, habiéndose recaudado 240 escudos que se hallan en
poder del Ve. Párroco D. Domingo Chávez y Pérez. Causas ajenas a la voluntad de
este vecindario impidieron hacer la obra del Calvario y hoy no se hace tan
necesaria, habiéndose ya ofrecido varios vecinos a reedificarlo a sus expensas.
En esta virtud, algunas personas me han significado lo conveniente que sería
con los 240 escudos arriba expresados y algunos arbitrios más, comprar un reloj
que colocar en la torre de la iglesia que a más de la notoria utilidad que al
pueblo reportaría, ganaría el aspecto público y la misma iglesia, que no tiene
reloj por donde regirse. Es tan grande la necesidad de que V.I. conceda la
competente licencia para la compra del reloj con el dinero citado, que no solo
lo desean todos estos vecinos, sino hasta el mismo párroco, de acuerdo con el
que dirijo a V.I. esta petición".
Hasta aquí
la presentación del expediente para la adquisición del reloj público de Realejo
Alto. Como vemos, la fuente detalla profusamente la solicitud del metálico para
la reedificacion del Calvario. Ahora bien, concluida la obra del recinto sacro
con otros medios y resuelto el problema, se plantea un nuevo contencioso en el
que planea aún el cobro de las primitivas cantidades: la compra de un reloj
público. La próxima y última entrega desglosará el resto de la fuente
confirmando la adquisición de éste, además de aportar nuevas reflexiones sobre
el tema.
FOTOGRAFÍA
1. Iglesia y
torre con su reloj público de Realejo Alto. FRANCISCO HERNÁNDEZ FUENTES.
NOTAS
1. DE PAZ
SÁNCHEZ, Manuel, “Horologia Canariensis. Contribución a la historia del reloj
público en Canarias”. Anuario de Estudios Atlánticos, Las Palmas de Gran
Canaria. (2012), núm 58, pp. 595-642. Respecto a Los Realejos advierte en esta
obra:“el arquitecto Manuel Oraa diseñó y dirigió, a partir de mediados del
siglo XIX, diversas obras que incluían relojes con vistas al público. Así, por
ejemplo, sucede con la torre parroquial del Realejo de Abajo, en cuya segunda
repisa se halla el cuerpo de las campanas y el reloj”.
2. HERRERA
PIQUÉ, Alfredo. Las Islas Canarias, escala científica en el Atlántico: viajeros
y naturalistas en el siglo XVIII, Gran Canaria: Cabildo Insular, D.L.1987.
3. En relación
al norte de Tenerife, véase FRAGA GONZÁLEZ, Carmen, “Edificación de la nueva
fachada en la parroquia matriz del Puerto de la Cruz” Catharum, núm. 9,
Instituto de Estudios Hispánicos, Puerto de la Cruz,2009, pp. 49-59. Para la
isla de La Palma, véase: HERNÁNDEZ, Mª Victoria. Historia del primer reloj
público del Valle de Aridane: un reloj con más de 150 años de historia. Edit:
Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane.
4. HERNÁNDEZ
CASTILLA , Melchor.“Miradores de las casas del Puerto de la Cruz”, La Prensa-El
Día, 9 de agosto de 2015
5. En Realejo
Alto “la torre fue realizada en 1774 cuando era mayordomo Pedro González
Regalado, sustituyendo al pequeño campanario levantado en el mismo lugar, a la
izquierda de la fachada. Su puntiagudo chapitel cubierto de escamas de
cerámica, ha sido un elemento singular
en el paisaje urbano de Los Realejos. En las primeras décadas del siglo actual
(S. XX), se sustituyó la antigua balaustrada de madera por otra de mampostería.
FUENTES P., Gerardo y RODRÍGUEZ GLEZ,
Margarita en “Arte”, Los Realejos, Una Síntesis Histórica. p.124. La torre fue
nuevamente restaurada en 2008 por Sebastián M. Delgado Campos. ÁLVAREZ GARCÍA,
J. D. “Regencia de Don Antonio Hernández Oliva en la Parroquia de Realejo Alto
(1981-2013)”. La Prensa -El Día, 27 de octubre de 2018.
6. TRUJILLO
YÁNEZ, Gustavo. “Campanas en las Islas Orientales. Resultados preliminares”.
XXI Coloquio de Historia Canario-Americana (2014) y XVII Simposio sobre centros
históricos y Patrimonio Cultural de Canarias / La Laguna: CICOP, 2014. Relojes
públicos de Lanzarote (de sol y mecánicos).
7. Historia del
Reloj de Santiago Apóstol (1869), p. 21. Boletín Municipal de Los Realejos,
núm. 21, junio de 1993.
8. ÁLVAREZ
GARCÍA, Jerónimo David, “Hipótesis sobre los atentados contra el patrimonio
histórico: De la espadaña a la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la
Concepción”, La Prensa-El Día, 22 de enero de 2012 y HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel
Jesús, “A comienzo del siglo: la construcción de la torre de la parroquia
matriz del Realejo Bajo”, Catharum nº 11. Instituto de Estudios Hispánicos,
Puerto de la Cruz, 2011, pp. 19-22.
XVIII Simposio sobre centros históricos y Patrimonio Cultural de
Canarias/Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. CICOP, 2015.
Los relojes mecánicos de la Villa de Los Realejos
9. ÁLVAREZ
GARCÍA, Jerónimo David, “Alcaldes y anecdotario diverso de Realejo Alto desde
1926”. La Prensa- El Día 25 de octubre de 2015. ARBELO GARCÍA, Adolfo, La
burguesía agraria del Valle de La Orotava (1750-1823), Idea, 2005. AA.VV, Los
Realejos : una Síntesis Histórica. Los Realejos Ayuntamiento, 1996 (Lit.
Romero).
10. SÁNCHEZ
RÓDRÍGUEZ, Julio. La Iglesia en las Islas Canarias. Edit: Gobierno de Canarias,
Dirección General de Cultura, 2004. p.137.
11. Expediente
para que rinda las cuentas del donativo voluntario que recaudó para la obra del
Calvario D. Domingo Mora, nº 19. Realejo
Alto, Año de 1869. Archivo Histórico Municipal de Los Realejos, A.H.M.R
12. Este
alcalde, actor principal de la vida política, económica y social del pueblo
durante la segunda mitad del siglo XIX, fue gran propietario de la burguesía
agraria realejera. Hijo de Pedro González Regalado y Rosa Espínola, casó en
segundas nupcias con Mª Candelaria B. de Zárate y Morales, con quien procreó a
Tomás, Eliseo, Rosa, Eladia, Magdalena y Candelaria González de Zárate. Vecino
de La Alhóndiga, otorgó testamento ológrafo el 14.10.1889 y falleció en Realejo
Alto, por complicaciones de su “diabetes sacarina” el 18.12.1895 a los 60 años
de edad. Abanderó diversos litigios contra párrocos y colectores de la
parroquia de Santiago, baste citar los pleitos por la administración,
titularidad y cobro de las tasas de sepultura del cementerio de la plaza, como
se verá más adelante.
13. MESA MARTÍN,
José María, en El Nazareno Franciscano de Los Realejos. Historia y culto, 2016,
pp.71-72. Donde se documenta la
existencia del antiguo Calvario desde 1667 y conjetura que su antigüedad es
superior, aportando la teoría por la que la ermita de San Benito fue fundada
por el regidor Benito Viña de Vergara,
propietario local. Por otra parte en REMÓN PÉREZ, Orlando. “El Nazareno de
Martín de Andújar y su franciscana cofradía”, en Programa de Semana Santa 2001,
Los Realejos, se recuerda que “concretamente el Nazareno pasó a la Parroquia de
Santiago el año 1852, por devoción del Venerable Padre Beneficiado D. Antonio
Martín, procesionando el 9 de Abril de ese mismo año al Calvario donde se
procedió al sermón”. Por último, la prensa histórica advierte sobre este
particular en El País, número 354, de 14 de agosto de 1866. Jable, ULPGC, “de
la fabricación de un Calvario en el Realejo Alto”. Es probable que la
estructura del primitivo Calvario sobrepasara de una pared adosada a la de la
finca rural con la que linda, y en ella dispuestas tres cruces, como se intuye
de la lamina de Diston.
14. Domingo Mora
y León residió en Realejo Alto hasta 1860, como recuerda la fuente. Trasladado
a la Parroquia de Ntra. Sra de La Luz en Guía de Isora (1860-1864), ejerció
como ecónomo de ésta entre 1868 y 1869. Posteriormente sería párroco de San
Antonio de Padua en Granadilla (1864-1880). Boletín Oficial Obispado de
Tenerife, nº 6, 7 y 8. Año 2010. Vemos pues, cómo al momento del requerimiento
era párroco en Granadilla y ecónomo en Guía. En su Expediente de Clérigos, 102.
Doc, 5 del Archivo Histórico Diocesano de Tenerife, consta que era religioso
agustino y en 1829 se le concede licencia para confesar a todo tipo de
personas. Además sabemos por el Boletín Oficial de Canarias 25.09.1877 que esa
fecha era contribuyente en Icod y por Boletín Oficial de Canarias de
12.12.1879, que el Censo electoral lo declara fallecido en esa ciudad. Jable.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Aunque ha sido imposible localizar
sus partidas de bautismo y defunción, con los datos aportados podemos datar su
nacimiento a finales del siglo anterior o comienzo del XIX. Agradezco a Mary
León y Daniel García Pulido su colaboración.
15. Párroco de
Santiago Apóstol (1866-1870). Boletín Oficial Obispado de Tenerife, nº 6 …
16. La
emigración canario-americana de realejeros, concretamente la cubana, se documenta
con profusión en tanto en sus actas municipales, como en notas de prensa.
ÁLVAREZ GARCIA, J. David, “Aproximación
a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1887”. La Prensa- El Día, 19 de enero
de 2014. Una última nota concluirá con una mención a la afamada casa de relojes
Cuervo y Sobrinos y sus múltiples ejemplares que viajaron a Canarias de mano de
los emigrados isleños a Cuba, para ampliar este tema véase:
https://www.cuervoysobrinos.com/
consulta de 01.02.2019.
Publicado en La Prensa-EL DÍA el 16 de febrero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario