Lorenzo Soriano
Sufrimos este gobierno no
representativo de los votos reales de los ciudadanos, que está formado por
personas cuya ideología está basada en el “asalto al poder”. Para ello tienen
un “manual”, desde hace más de 100 años que siguen en su desarrollo exacto, escrupulosa
y rigurosamente.
Por otro lado, una formación
política, Cs, exitosa en Cataluña, a la que abandono miserablemente hace 4 años
sin que aun sepamos bien la razón, al no encontrar un lugar adecuado en
política, por su indefinición e ideología poco claras, se deshizo como un
azucarillo en las últimas elecciones y su líder se fue cantando a otras cosas.
Antes de caer en escaños y en
el olvido del electorado, Cs, formo con el Partido Popular y VOX tres gobiernos
regionales de éxito y a la Vanguardia de la Economía y Libertad de Toda España.
Pero sus bandazos ideológicos les pasaron factura. Demonizan a Vox, les da como
asquito, aunque les mantenga en el poder, pero lo de UP, Bildu y sus enemigos
de ERC, les parecen mejores. Querer ser Socialistas/Liberales es una
contradicción en términos, lo que se llama una lluvia seca, un oxímoron.
Imposible de darse a la vez, por excluyentes.
Así las cosas, este gobierno
que sigue el manual, se encuentra con el escollo de que le falta tiempo para,
en el aprovechamiento del Estado de Emergencia sobrevenido, doblegar a la
sociedad, anularle las más libertades posibles, y hacerse con el control
económico, social e ideológico de los ciudadanos.
No es tan fácil, estamos aun nominalmente en
Europa, a la que debemos ya por billones y dependemos de lo que nos ayuden para
que su perversión merezca la pena a medio plazo. Si el país se desmorona, les
servirá de poco tener el control de casi 50 millones de desesperados.
En esto, se fijan en ese
partido paria, desnortado, desgarrado, zombi y deciden echar mano de su miseria
para mejorar su vía al control total.
Son buenos en maldad, y hay que
concluir con que, su manual es ideal para sus objetivos, si es un mérito, que
se les reconozca.
En Cs, su actual lideresa
contestada, a punto de alumbrar criaturas, presionada por ciertos “submarinos”
quintacolumnistas del PSOE en sus filas, tipo Vestringe, Cristina Almeida o
similares, decide dar un nuevo salto estrambótico. Se decide, al aceptar la
tesis de los unionistas al PSOE disfrazada del argumento, que la línea a seguir
para su soñada vuelta al segundo o tercer más votado, solo puede venir de los
votos que le resten al PSOE.
No hay otra vía. A su derecha ya no tiene credibilidad alguna. Nada que
rascar. A su izquierda, en UP o en los Independentistas de CAT, solo encuentran
rechazo visceral e incluso cierto odio. Por lo que haciendo un “copy cat” al
PSOE, pero sin su inexplicable o no reconocida, vía al suicidio político, esperan
obtener réditos amplios. Creen que hay muchos votantes socialistas, que quieren
abandonarlo, pero no encuentran hueco, ya que ese Psoe de pasado criminal y
presente delictuoso y poco democrático, en el fondo está conforme con lo que es
y está cansado de disimular una socialdemocracia sin sentido para ellos. Así,
la lideresa en parto, cree que tendrá éxito recogiendo esos votos, que Europa
la apoyara para que salve a España de su deriva, y que volverá así a compartir
las mieles y el poder perdido. Mientras
tanto, avalar ese reconocimiento, y obtener esa oportunidad envenenada, pasa
por ceder al Contubernio Rojo, disfrazado de Sanchismo, las Comunidades de
Madrid, Andalucía y Murcia. Muy duro,
pero en su “manual de supervivencia”, es la última recomendación. No tienen
otra.
Sánchez no vive ni descansa con
la idea de recuperarlas, arruinarlas y alinearlas a la miseria que siembra. Es
un asunto “personal”. Son un contraste de su “mal hacer” y un mal ejemplo para
la España que diseña y los españoles con los que prefiere gobernar.
Pues bien, aquí está la vía,
tienen los medios, manejan el dinero, toda la información está dirigida y solo
les queda eliminar políticamente a PP y a Vox. Al PP les será fácil
adormecerles, regalándole una Jefatura de oposición de Lujo, que es con lo que
soñaba Mariano y espera Casado. A Vox habrá que destruirlo por todas las vías
posibles.
Y en eso están. Al menos que
estemos advertidos, por si pudiéramos evitarlo.
A Reflexionar.
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