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lunes, 18 de mayo de 2020

LA LLEGADA A LA ALCALDÍA PORTUENSE DE D. FELIPE MACHADO GONZÁLEZ DE CHAVES


Javier Lima Estévez

En el año 1970 accede a la alcaldía portuense D. Felipe Machado González de Chaves. Nuevos retos se marcaban para un ser joven, preparado y trabajador. Así era calificado por la revista Costa Canarias, que llega a publicar a finales de ese mismo año una interesante entrevista bajo la firma de D. Ángel Rodríguez Quiroga. Con una clara visión de futuro y un gran conocimiento de la realidad local desde su etapa previa como concejal, su perfil se dibujaba con numerosos proyectos para dar respuesta a las numerosas inquietudes que aparecían en el horizonte de una nueva década. Sus primeras palabras incluyen cuestiones asociadas a las obras de infraestructura turística y la respuesta ante la demanda que ello exigía. No duda en mencionar la necesidad de construir un nuevo abastecimiento de agua, proceder al saneamiento de la red de alcantarillado, la construcción de una nueva estación depuradora de aguas negras, etc. Por otro lado, también mantiene como prioridad el abasto y calidad en atención al agua destinada al abastecimiento. No duda en mostrar con satisfacción el final de las obras en la por entonces Avenida del Generalísimo. 

Todo ello con el fin de garantizar una mayor fluidez en el tránsito diario bajo una de las arterias viarias portuenses. También y, atendiendo al fin turístico de la ciudad, se trabajaría en las piscinas de la zona de Martiánez. Como proyectos a largo plazo, el alcalde llega a establecer la necesidad de obtener medidas respecto al cementerio municipal, la enseñanza primaria, la zona deportiva, la construcción de viviendas sociales y, junto a todo ello, ofrecer zonas de aparcamiento que permitieran a los visitantes y locales disfrutar plenamente del conjunto portuense.
Ante la pregunta sobre el crecimiento urbanístico de la ciudad, el alcalde manifiesta algunas impresiones en atención al plan de 1958, destacando que, ese proyecto, ya había actuado y permitido encauzar la actividad privada hacia objetivos turísticos. Sin embargo, no duda en expresar que se debía seguir trabajando con nuevas líneas que permitieran marcar un futuro en el horizonte de la ciudad. En ese ámbito el alcalde es claro y no duda en reflejar la necesidad de favorecer la construcción de viviendas sociales.

Por otra parte, expone sus impresiones respecto a la necesidad de seguir trabajando por una correcta conexión con la capital. Llega a expresar su opinión positiva de crear un nuevo punto de acceso con el fin de superar el estrangulamiento de tráfico en la entrada de la ciudad. No duda también en señalar con optimismo la llegada del año 1971 ante la finalización de los trabajos en la autopista del norte. Por último, manifiesta sus impresiones respecto a la construcción de un nuevo aeropuerto en la isla. Proyecto que, desde su punto de vista, se complementaría a lo ya existente con el aeropuerto de los Rodeos y, por otra parte, lograría permitir un aumento en la expansión turística.

Todo ese esfuerzo y acción lo sintetiza con unas bellas palabras finales: “Estoy plenamente convencido de que el Puerto de la Cruz se integrará muy pronto como una gran Ciudad Turística. Para ello, trabajaremos incansablemente, con el fin de que las futuras generaciones encuentren la máxima comodidad y facilidades en su promoción cultural, para que el turismo se acoja a las mejores instalaciones posibles, y en definitiva, para que nuestra Ciudad constituya un centro turístico, cómodo, amable, tranquilo y de la categoría que a su prestigio corresponde”.

Una reflexión que rescatamos a modo de homenaje ante los cincuenta años del nombramiento de un alcalde que experimentó, al igual que otros tantos protagonistas durante esos momentos, una etapa marcada por numerosos cambios e incertidumbres con el fin de consolidar y trabajar por la proyección de un municipio pionero desde el punto de vista turístico.

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