EZEQUIEL DE LEÓN EN LA LAGUNA

Juan Manuel Reyes Cornejo

Corría la segunda década del pasado siglo, y en La Laguna se producía una profunda crisis en las celebraciones de Semana Santa, la mayor parte de las Hermandades y Cofradías habían desaparecido, y los fornidos cargadores que portaban los tronos se encontraban en huelga, según Juan Pérez Delgado Nijota, los pasos eran demasiado pesados y muy largos los recorridos, pedían un duro por cabeza, la Iglesia se negó.

Las personas más devotas y los estudiantes de la Universidad de San Fernando se prestaron a tal fin, a la segunda vez comprendieron el esfuerzo y encontraron justifica la petición de los cargadores. La Iglesia claudicar, sin embargo, la huelga perjudico un poco a los huelguistas por que algunos sacristanes, por que algunos sacristanes y ratones de iglesia inventaron unas ruedas para adaptar a los tronos, y con ello se necesitó menos braceros para el transporte. En esta misma década, concretamente en el día 02 de octubre de 1926, nace en la calle Nueva nº 21 el niño Ezequiel de León Domínguez, en frente de la casa del Sacristán de San Juan del Farrobo, y del famoso cura Pacheco, pronto su familia se trasladaría a la calle Alta Vista, desde donde espiaría por un postigo el obrador de la Familia Perdigón.

Seria en el año 1937, cuando fallecería el viejo Nicolás Perdigón, llegándose a pensar que Canarias se encontraba huérfana de artífices en el arte religioso de la imaginaria.

Cuando Ezequiel de León contaba con más de 25 años es llamado a la Laguna, donde se produce en el episcopado de Don Domingo Pérez Cáceres, octavo obispo Nivariense  canario, un resurgir de las cofradías y hermandades, al abrigo del Nacional Catolicismo reinante, se refundan las cofradías, y resurgen la de la Sangre, la Flagelación, las Insignias de la Pasión y otras, se introduce el capirote o el nazareno, ajeno a la tradición canaria y se opta por un modelo de semana santa próxima a la que existe en castilla, sobre ruedas, tronos sobriamente adornados floralmente y se pasa de la única imagen a grupos escultóricos, se diseña un modelo de semana santa lejano al modelo canario prebarroco del que es máximo exponentes la orotava.

Las familias de más relieve social, para significarse realizan encargos, así por ejemplo la Familia Acuña Dorta, dona el paso del Señor de la Caída, para la ermita de San Juan Bautista en el llano de los Molinos, cercana al cementerio, se pretende incorporar las capillas, conventos y ermitas a la semana santa, de forma que realicen estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, se establece el concepto moderno de procesión magna para las últimas horas del viernes santo. La Laguna como capital diocesana, sirve de modelo a Icod Garachico y otras localidades referentes de la Semana Santa.

Para este trabajo de remodelación es figura indispensable el Imaginero Ezequiel de León, villero como otros tantos escultores en la historia de canarias, en el convento dominico de Santa Catalina de Siena, ingresa su hermana Candelaria, que profesaría como Sor Inés, y que desarrolla los conocimientos de bordados iniciados por Sor Nieves Aranda, no estamos hablando del bordado al realce introducido por Yaqui Romero y continuado por Álvaro Rivero, al realce eminentemente sevillano.

En el Convento Dominico de la plaza del Adelantado, Ezequiel por dictados de la época, remodela una virgen de la Luz de gloria para transformarla en una Dolorosa para el paso de las insignias de la pasión, decorado por el artífice D AGUSTIN GUERRA MOLINA. Las monjas tenían una pequeña dolorosa antigua que no se ajustaba al formato procesional. 

D José Antonio de la  Torre Granados, que fuese alcalde de la Ciuda, viaja a Murcia y con su esposa queda prendado del ángel de Salcillo, lo que da lugar que  en torno al año 1960, se introduzca el ángel para el paso del señor del huerto,  compartiendo gubia con Rodríguez de la Oliva para unos y con Lujan Pérez, se trata de un desnudo integral , del facsimil de una imagen de primer nivel, como fuese el cristo a la columna de Granadilla, y que le cuesta al joven escultor serios disgustos, pero nuestro imaginero es intrépido y atrevido, resuelve el encargo con mucha dignidad.

En el año 1961, Ezequiel se encontraba en su taller provisional de la calle del Agua con el Callejón de las monjas claras, y trabajaba para D ALVARO GONZALEZ Y DÑA LUISA, tabaquero de la palma que había fundado la famosa fabrica de tabacos Álvaro, que se empeña en encargar un  grupo escultórico como el que sale con la Macarena de Sevilla, de Jesús ante Pilatos, con todo el tribunal, finalmente Ezequiel solo logra tallar la imagen del Cristo de la Sentencia, que procesión por primera vez con una saya del nazareno de la Orotava, y sale de la Iglesia de San Agustín, se salvaría de milagro al tener alguna incidencia con los padres paules D ALVARO, y encontrarse el convento de las Claras más cercano a la fabrica de tabacos, empleados que integraban la cofradía, tras 46 años procesionando la imagen, ha sido retirada de los desfiles procesionales.

El 04 de junio de 1964, un voraz incendio arruinaría la iglesia de San Agustín, y con ella se perderían varias imágenes procesionales de la Semana Santa, así como la valiosa virgen de la Cinta de Antonio Maria Maragliano, lográndose salvar San Agustín y Santa Mónica, que se perderían finalmente en el incendio del Obispado, desgraciado siglo XX, que se llevo casi una iglesia por década y con ello el patrimonio acumulado durante más de 400 años de historia.

Este acontecimiento determinaría que nuestro Imaginero orotavense, trabájese bajo los dictados de las fotos conservadas por las cofradías para restablecer imágenes como la del Ecce Homo o Señor de la Cañita, es el prestigioso Abogado Sr. Aledo quien se encarga de la comitencia de esta imagen que debe de ajustarse al contraposto en que se encuentra sedente, pero que Ezequiel mejora anatómicamente. -ya posteriormente en los años 80 se consolidaría la talla del señor de Burgos o de la en agüita. 

En la década de los Setenta, mientras realizaba otras obras para el norte de la isla, la Familia Oramas, se encarga de remodelar el trono del señor predicador y la conversión de la magdalena, se encontraba de moda el señor de la borriquita, iconografía desarrollada por Olot de forma industrial y que muchas de las iglesias de nuestra Diócesis se encargaron de introducir, pero que estaba apartada de la tradición Canaria, siendo conocido el Domingo de Ramos por el Señor Predicador y la conversión de la Magdalena, en este caso talla una borriquita, que sirve de modelo para la entronizada por el Padre Siverio en la Parroquia de la Concepción del Realejo bajo, y monta al señor modificándole los pies realizados por el taller de perdigón, talla igualmente un niño hebreo, sirviéndole de modelo al escultor su hijo Miguel Ángel, así como un San Pedro, en el que se inspira en el conductor de un camión de la Perdoma y la Magdalena, adaptando un viejo San Andrés de los fondos de la Santa Iglesia Catedral, se pudo haber respetado el señor predicador y tallar un nuevo señor para el grupo escultórico, pero los dictados de la economía imperaron sobre el artista.

Ya cercano a los años 80, se incorpora la parroquia de San Benito Abad a la semana santa con el paso de la Santa Faz, imagen cuaso provisional vestidura y con peluca, en esta misma década hacia su mitad, el imaginero es requerido por la iglesia de San Lázaro, para completar un grupo escultórico que constituye el único calvario completo que se procesiona en canarias, integrado por un cristo recuperado por nuestro restaurador, de los lienzos encolados que lo ocultaban, tratándose de un buen cristo de Alonso de la Raya que guardaba un documento en el hueco de su cabeza, para San Lázaro tallaría una dolorosa canaria, un San Juan Evangelista que se sale de la iconografía tradicional inspirándose en el actor de la serie televisiva Marco Polo y una Magdalena.

Finalmente en la década de los noventa es nuevamente requerido por la parroquia de San Benito para tallar el cristo nazareno que acompaña a la verónica, esta imagen se realiza con la limitación de la premura del tiempo y se produce un conflicto entre el artífice y la cofradía, lo que supondría que el escultor se apartasen de la semana santa de la Laguna, salvo pequeños trabajos como manos para algunas imágenes o Ángeles o putis como el de las insignias de la pasión, manos del nazareno de la Salle, y otras labores de conservación.

Finalmente ya casi en el inicio del  siglo XXI, cofrades de la Laguna pisan el taller de D Ezequiel en el Barrio de la Luz de la Orotava, pretenden remodelar la Dolorosa realizada para San Lázaro, de una Dolorosa Canaria a una Macarena, lo que suscita un profundo debate en los habituales del taller, que lleva a reconsiderar al Imaginero, que si desean una Macarena que la encarguen, pero no se puede intervenir una imagen de la etapa de los años 80 del escultor, todo debido a la fuerte influencia sevillana introducida en la semana santa de la laguna, algunos años el cartel es presidido por un palio, en contra al baldaquino, tras el año mariano de 1988,  en que se introduce por yaqui Romero un modelo macareno para acompaña al cristo de la sentencia.

Como reflexión final, y opinión personal de un lagunero nacido en la Clínica de D Roberto Ucelai un domingo de ramos del año 61, me apenas mucho  que se pretenda dar un nuevo giro a la semana santa de la Laguna, nuestros abuelos se decantaron por una semana santa más próxima a los modelos de castilla, y la rueda y el nazareno se encuentran prácticamente integrados en nuestra semana santa  con repercusión en otras localidades de la isla, ahora en el siglo XXI, se pretende dar un giro hacia los modelos sevillanos, canarias nunca ha tenido el desarrollo económico y social de servilla, como capital del imperio y de las bellas artes, si pretendemos copiar a Sevilla, no se alcanzara nunca ese nivel, nuestro carácter es distintos, nuestra semana santa en prebarroca, intimista menos festiva, no tenemos más que ver los pasos de palio, las bambalinas son barras de cortina, mientras en Sevilla son piezas de orfebrería, pretendemos hacer tronos vehículos de nuestro patrimonio heredado generacionalmente o crear carrozas de carnaval con el debido respeto.

Se podrían procesionar veinte y cuatro tronos con costaleros, no cargadores, existe afluencia de público para este nivel.