“Servir es repartir alegría e
infundir fe, estima, admiración, respeto, gratitud, sinceridad, libertad,
optimismo, confianza y esperanza… es en verdad, dar más de lo que recibimos en
la vida y de la vida… es como el árbol de sándalo que perfuma el hacha que lo
hiere…” (“La Vaca sin Culpa”. 2010.
Jaime Lopera, María Inés Bernal).
Fue en el añ0 1977, cuando nos
hicieran socio del Rotary Club de Maturín y nos obsequiaran con los cuatro
libros que identificaban las avenidas de Rotary Internacional, cuando comenzamos
a descubrir un mundo que habíamos tenido siempre a nuestro lado, y que como el
tendero de la vieja comedia de Moliere no lo habíamos percibido con la
suficiente claridad para valorarlo.
En esa comedia aludida “hay una
escena en la que un tendero que había llegado a rico, recurrió a la ayuda de un
pomposo profesor para escribir una carta amorosa a una distinguida dama,
insistiendo que no fuera ni en verso ni en prosa.”
“Tiene que ser de una de las
dos formas, le dijo el profesor.”
“Como es eso, interpeló el
tendero, entonces en que hablamos”
“En prosa, contesto el
profesor.”
“No me diga, exclamo
sorprendido el tendero, sin saberlo he estado hablando en prosa durante 40
años…”
¿Será que algunos de los
humanos tengamos la misma confusión en relación al servicio, que el tendero con
la prosa? Sin duda es así, y el mundo está lleno de ejemplos ya conocemos a
muchas personas, hombres y mujeres, que dignifican y practican “servir es mi
ocupación”, sin haber pertenecido nunca a ningún club rotario, quizá sin saber
siquiera lo que son…
Todo un conglomerado de
personas que forman el ejército que ahora nos hace falta para impulsar el mundo
nuevo, en el que nos vemos sumergido.
El ilustre profesor canario,
Juan Manuel García Ramos, ha colgado en la red su opinión: “SOLO LOS SERES
HUMANOS SOMOS CULPABLES DE LO QUE NOS SUCEDE”
Crítica aseveración, sin dada
realista y contundente, que nos lleva directos a concretar nuestra idea de la
urgente necesidad de la toma de conciencia de un deber ineludible que tenemos
de despertar nuestros mejores instintos para poner a flote el ideal de servicio
en todos sus frentes, para poder salir airosos del tétrico panorama en que
estamos sumidos.
No hay distingos ni elementos
que nos excusen para obviar esta obligación ancestral que muchos tenemos
marcada, como el propio señalado profesor García Ramos, y que en estos críticos
momentos es más que necesaria.
La dignidad del ser humano se
deriva de quienes y de cómo son sus prácticas. Su reputación está en la justa
medida en que dediquen sus conocimientos y su capacidad de servicio en
beneficio de los demás y no en su propio beneficio. El equilibrio existente en
sus acciones es la señal inequívoca de la justicia con la que se aplica el
servir es mi ocupación.
El mundo está en un momento
crítico aterrador en el que tenemos la obligación de emplear nuestras mejores
armas para salvar de esta triste situación a la humanidad.
Volvamos nuestra mirada hacia
“La Prueba Cuádruple” de Rotary Internacional. Reflexionemos:
1 ¿Es la verdad?, 2 ¿Es
equitativo para todos los interesados? 3 ¿Creará buena voluntad y mejores
amistades? 4 ¿Será beneficioso para todo el mundo entero?
¿Cumplimos estos preceptos?
Servir es sembrar siempre
buenas ideas, buenos principios, apoyar las buenas obras… “Estimular y fomentar
el ideal de servicio como base de toda empresa digna”, lejos, muy lejos, de
hipócritas e interesadas posturas que destruyen al mundo en todos sus
escenarios, de lo cual tenemos muy presente tristes recuerdos que solo
conseguimos olvidar cuando anteponemos a ellos: servir es mi ocupación. Que
Dios les ampare. Amén.
*Pluma de Oro de Rotary
Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.
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