Javier
Lima Estévez
A
través de la consulta de fuentes de carácter hemerográfico podemos llegar a
obtener diferentes impresiones respecto a nuestro pasado. Muestra de ello
llegaría a suceder con las referencias que se suceden en el Diario de Tenerife; periódico de intereses generales,
noticias y anuncios, en los inicios del mes de enero de 1913, disponible
para su consulta en el archivo de prensa digital Jable de la ULPGC. A lo largo
de unos pocos párrafos, la publicación permite al investigador conocer algunos
rasgos del ambiente que por entonces se respiraba en la ciudad costera. La
noticia del fallecimiento de Maximiano Aguilar y Medina había causado una honda
impresión. Su vida se definió por una participación constante con numerosas
acciones en el transcurso del día a día portuense. Acompañó el pueblo de forma
multitudinaria el cadáver hasta el cementerio, destacando el apunte las
numerosas muestras de respeto y pésame hacia la que fuera su esposa, Dolores, y
sus tres hijos, Pedro, José y Bernardo. Por otra parte, el Carnaval ya estaba a
punto de empezar. Se anunciaba con entusiasmo la preparación de los actos en
los casinos, los hoteles y, por supuesto, el Thermal Palace.
Los bailes y otras
atracciones ya eran una costumbre y su correcto desarrollo exigía partir de una
buena planificación. La ciudad no paraba y ejemplo de esa situación sería la
esperada noticia de poder contar, al fin, con el uso de la carretera de San
Felipe. Para cumplir con ello se trabajaba sin descanso sobre el último trozo
que daba hacia la calle Mequinez. Al mismo tiempo, se anunciaba que en una
fecha breve ya se podría iniciar la carretera del Botánico, tras realizarse el
oportuno pago de expropiación de terrenos a los dueños de las fincas afectadas
por la nueva construcción. Sobre el turismo se recogen los buenos datos que
aglutinaba el Gran Hotel Taoro y la solicitud de reservas de habitación para la
temporada. Respecto a los casinos portuenses se ofrece una breve descripción de
los componentes de sus respectivas juntas directivas, agrupando el artículo
datos respecto al Antiguo Casino, bajo la presidencia de Sixto Román; Casino
del Puerto de la Cruz, bajo la presidencia de José Sievert; La Nueva Unión,
bajo la presidencia de Pedro González de Chaves y el Círculo Iriarte, bajo la
presidencia de Antonio Topham. Las peleas de gallo eran aún una costumbre muy
arraigada y, ante la expectación generada con el partido de Garachico, se
contrataron 56 riñas de gallos a celebrar en un espacio ubicado para ello en
las instalaciones del Thermal Palace. A ello se sumaban otras 14 peleas
sueltas.
Pequeños
apuntes que permiten seguir conociendo más y mejor el día a día de un lugar que,
parafraseando el título de una obra de Nicolás González Lemus, Melecio
Hernández Pérez e Isidoro Sánchez García, pasó de ser una ciudad portuaria a
una ciudad turística.
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