Javier Lima Estévez. Historiador
Aproximarnos con pocas palabras ante la trayectoria
biográfica de Manuel J. Lorenzo Perera resulta una labor muy compleja. No es
fácil sintetizar una vida marcada por varias décadas de empeño en el rescate de
testimonios etnográficos, la investigación en archivos, bibliotecas y,
especialmente, la labor incalculable de acudir ante el legado de los
depositarios del saber que marcan nuestra vida. A los Maestros y Maestras de la
Tierra ha dedicado en incontables ocasiones sus libros, artículos, conferencias
y exposiciones. Siempre bajo el hilo conductor de conocer más, recuperar y
dejar para el futuro un conocimiento que, de no ser así, se perdería de forma
irremediable. Una afirmación que resulta evidente cuando nos aproximamos ante
el análisis de su obra que parte desde diferentes puntos de vista.
Incontables páginas
y horas nos permiten hoy conocer más sobre nuestro pasado a través de la
arqueología, los estudio de realidades etnográficas sobre diferentes
manifestaciones, la importancia para las Islas del mar y la pesca, los ritmos e
instrumentos con estudios sobre el folklore musical, la existencia de oficios
ya en la memoria como los cochineros, procesos como la emigración, el significado
del bucio, el pastoreo a través de diferentes realidades, el origen y la evolución
de diversos actos festivos, las particularidades de la cerámica, las
tradiciones canarias de origen afro-cubano como matar la culebra, la medicina
popular, el queso herreño, los Ranchos de Pascuas en Tinajo, los colmeneros,
costumbres y tradiciones de la isla de La Gomera y, especialmente, un interés y
atención materializada en torno a la isla de El Hierro que se extiende a lo
largo de diversas contribuciones, encontrando su punto de mayor importancia en
su Tesis Doctoral, bajo el título Estudio
Etnohistórico del pastoreo en la isla de El Hierro.
Con otros profesores y alumnos ha impulsado numerosas
iniciativas desde la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna,
siendo un ejemplo el Grupo Folklórico de tal institución, creado en los inicios
de los años ochenta y, por supuesto, el Aula Cultural de Etnografía, que hunde
su origen en 1995. No podemos olvidar entre sus acciones la revista Tenique, siendo director de aquella
maravillosa experiencia junto a un gran equipo humano.
Desde estas sencillas líneas, aprovechamos para felicitar en
el día de su cumpleaños al Profesor, al Maestro y al ser que, por encima de
todo, ha mantenido y mantiene un compromiso bajo ese principio claro de la
etnografía caracterizado por el estudio y la descripción de todas las
actividades de los grupos humanos.
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