José Peraza Hernández
En
Los Realejos de Abajo, junto a la Calle General Franco, hoy día, con el nombre,
Calle La Alhóndiga, hay un enlace que, comunica con la trasera de la Parroquia
de Nuestra Señora de La Concepción. Está, ha existido desde los años de antaño,
como camino o vereda, como se decía antiguamente. En esos años, en los días de
lluvia, el agua arrastraba todo lo que encontrara por delante, sobre todo, la
tierra, piedra y matojos, la que va iba a parar a la Calle, en aquel tiempo,
Calle General Franco.
Las
autoridades de esa época, tomaron la decisión, que había que acondicionar la
misma, en condiciones, para evitar ese problema. En ese tiempo, no se usaba el
asfalto, había que hacerlo de empedrado, como muchas calles, ya que, también
había otras como las principales, que eran de adoquines. A raíz de aquí, se procedió a llamarse “Calle
Nueva”, solo y exclusivamente, por está reparación, la que paso de tierra a
empedrado.
En
el transcurso de los años, ha llevado sus arreglos, sus parches, y su mano de albeo
(pintura). Donde siempre los vecinos lo han agradecido.
En
el 2004, el Ayuntamiento, procede hacer una gran y nueva reparación, donde hay
un cambio enorme. Han colocados una serie de escalones, los que son de piedra
antigua, y sus bordes semis curvos, han hecho poyos, sembrados de palmeras y
flores, colocación de baranda de hierro, sus muros, resplandeciente de su
blancura, alumbrado, y por último, el muro de contención, es forrado de bloques
visto, decorado con unos arcos, en forma de acueducto, dándole una vida al entorno.
Tengo que decir que, ahora, si es “Calle Nueva “.
El
7 de septiembre de 2005, solicito por escrito, al Sr. Alcalde, don Oswaldo
Amaro Luis, donde expresaba mi felicitación, a todo el equipo de Gobierno, por
el trabajo y el cambio que habían hecho. Pero, al mismo tiempo, le comunicaba
que, tenía que, hacer una crítica, si no rotulaba por primera vez en la vida, con
el nombre de la “Calle Nueva”. Efectivamente, hoy, vuelvo a darle la
enhorabuena, por la rotulación, con dicho nombre. Hoy día, los realejeros, podemos
estar orgullosos, más los que la transitamos, como los que viven en ella. De
esta manera, el Realejo de Abajo, tiene un dato más para la historia. Donde
pueden comprobar, que la imagen habla por sí sola.
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