Evaristo Fuentes Melián
Anoche por la tele vi de casualidad, buscando otra que me
habían recomendado, la película de Woody Allen ‘Celebrity’, del año 1998.
Probablemente te acordarás, querido lector, de que la viste en su momento. El
argumento se basa en la vida superflua, banal, ficticia, ridícula de la mayoría
de personajes seudo intelectuales del Cine y las Bellas Artes en general en
EEUU, cuando se reúnen en fiestorros y guateques, para lanzar a la fama (?) un
producto muchas veces infumable entre estos 99% de vividores.
Solamente voy a reproducir la frase que el guion de la
referida película adjudica al propio Donald Trump (que actualmente es el 45º
presidente de los EEUU, desde el 20 de enero de 2017), en uno de esos
fiestorros llenos de estultos comemierdas (lo digo sin tapujos ni eufemismos).
Donald Trump está invitado en una de las mesas de tanto
glamur...Y una periodista de televisión
va micrófono en mano por todas las mesas animando el ambiente y, por lo
que se ve, este Trump en su vida real desde hace más de veinte años, cuando se
hizo esta película, es un magnate ‘mangante’ poderoso en el mundo de la
industria de la construcción.
El guión y diálogos de esta película de Woody Allen, a la
pregunta de la periodista sobre cuáles son sus proyectos más inmediatos, pone
jocosamente en boca de Trump la siguiente respuesta:
<Quiero derribar la catedral de San Patricio, y levantar
allí una estructura muy polivalente y audaz>.
Sobran más comentarios.
Espectador
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