UNA ENTREVISTA A D. ISIDORO LUZ CARPENTER (I)

Javier Lima Estévez

A cuarenta años de su fallecimiento, la trayectoria de D. Isidoro Luz Carpenter (1897-1980) sigue formando parte de numerosas vivencias e historias, correspondiendo al periodista Andrés Chaves una biografía publicada en 1984 bajo el título Isidoro Luz: (1897-1980): un hombre en la Historia de Tenerife. Respecto a tal perfil también podemos advertir un trabajo del Memorialista de la Villa de La Orotava, Antonio Luque Hernández, con un interesante artículo respecto a su árbol genealógico bajo el título “Familia Carpenter y Goodall de Tenerife”.

D. Isidoro se liga indiscutiblemente al despegue turístico del núcleo portuense, ejerciendo numerosas responsabilidades. Médico de formación, actuó como alcalde de su ciudad natal en tres etapas diferentes. Ocupó además la responsabilidad como presidente de la Mancomunidad del Valle de La Orotava y del Cabildo Insular. Se suceden durante esos años los méritos y reconocimientos en pro de la cultura. A su persona corresponde la fundación, proyección y primera presidencia del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias.

D. Isidoro Luz Carpenter. Imagen extraída del libro editado tras el homenaje
a su persona en el Puerto de la Cruz. Año 1981.

A inicios de los años setenta, la revista Costa Canaria, disponible para su consulta en el buscador Jable de la ULPGC, llegaría a publicar el resultado de una interesante entrevista. Allí, entre sus páginas, se advierte el aprecio del portuense por impulsar el turismo desde su infancia. En su juventud, ya era testigo del paso de los ingleses por hoteles tan significativos como Marquesa, Monopol, Taoro, Martiánez, etc. En su memoria se suceden los nombres de seres vinculados a la ciudad, recordando a D. Víctor Pérez González y a D. Jorge Pérez Ventoso en atención al Hotel Taoro y su uso como espacio ideal para el reposo y la convalecencia. Poco a poco, advierte en sus palabras, el núcleo se fue acondicionando y aumentó en número de atractivos para el turista. De esa forma surgieron espacios como el Pavillón, el acondicionamiento del Chargo de la Soga, el Dinámico y el Bar Bélgica. Durante la entrevista se suceden también los nombres de D. José Manuel Sotomayor, en atención al Dinámico y a las piscinas de San Telmo, así como hacia D. Manuel Yanes por la urbanización de Las Arenas, dejando constancia también sobre el señor Vandeputte, en cuanto al establecimiento de los cimientos para el primer hotel en la Avenida Colón. Respecto al impulso y desarrollo turístico en el pueblo y en el conjunto de la isla, no duda en afirmar que esa situación se llegaría a producir con motivo de su formación como médico. Sus estudios habían tenido lugar entre Alemania e Inglaterra, por lo que su conocimiento en idiomas y el contacto con los extranjeros marcaba una constante. Por todo ello se aventuraría en el proyecto de urbanizar Martiánez y, a partir de entonces, la construcción de los hoteles Bélgica, Tenerife Playa, Las Vegas, Vallemar y el Oro Negro. El Ayuntamiento asumió el coste de la urbanización en colaboración con los propietarios de tales establecimientos. En esa labor menciona el gran esfuerzo realizado por el arquitecto D. Luis Cabrera y el constructor D. Luis Losada.