Antonio PASTOR
Si
las necesidades del mercado turístico, al elegir Tenerife, se mantienen a pesar
de que las aeronaves tienden a modificarse. La necesidad del transporte para
trasladarse a las islas, existirá siempre aunque los destinos, como la tecnología
queden obsoletos. Hace unos sesenta años conocíamos, superficialmente, nuestras
potencialidades descubiertas por la Organización Mundial
del Turismo (OMT), quien recomendó el destino como potencialmente turístico, para
sacarnos de la miseria. En la actualidad los responsables, en turismo, no
entienden u olvidan el verdadero sentido, de potencialidad, del destino.
Antes
decían que los viajeros venían por el buen tiempo, se referirían al clima. ¿Y el
entorno? Al no existir un portafolio en turismo, se trabaja sin objetivos, tal
vez a golpe de estadística, con información a toro pasado, de cada temporada
alta o baja. Algo no funciona en la consejería de turismo. Rechazan nuestra
historia. Como recordarles a los ingleses, la Gesta del Almirante Horacio
Nelson, junto a la generosidad de los tinerfeños, en su recuperación. También al
Teide, como símbolo archipielágico, el más reconocido a nivel mundial. No lo
incorporan, como punta de lanza, en las promociones turísticas. Es una prueba
más de que se sigue planificando las políticas del marketing mix, de forma
descoordinada, carente de conexión y en contra de nuestros valores autóctonos. Somos
y seremos siempre, Las Islas Afortunadas.
Cuando
uno de los fantasmas político, que no es presidente ni consejero de turismo, del
desgobierno canario de los cardos, que no de las flores, se autoerige responsable
de turismo, como por arte de magia, entramos en la debacle turística. No puede
entender que el mercado turístico actual ya no reacciona con las estrategias
que funcionaron en el pasado. Pero habrá que reubicar el concepto sobre la
importancia del destino por el cual fidelizamos
a los viajeros, reordenando sus conexiones mentales y experiencias, ya
existentes.
Hoy
recibimos al turista tecnológico. Comprobarán que los fondos buitres y las
tecnologías, desequilibrarán el destino, las familias, los negocios, en tiempo
record.
Es
el momento de posicionar, un equipo de trabajo permanente, 24 horas, en Gran
Bretaña, consolidando los pasos necesarios y haciendo del Brexit una utopía, recuperando
el turismo británico. Impidiendo la venta a los buitres, de hoteles, hasta su regulación
y control. No se aprovechan las oportunidades del mercado en toda su amplitud, nos
mienten, tampoco corrigen las amenazas para mejorar nuestros puntos débiles. Pero
gestionar, la política turística, no se gestiona.
El
posicionamiento responsable, se centra en la forma en que nuestro destino, es
percibido en la mente del viajero en el momento de elegir. ¿Acaso hemos
conseguido reactivar sus necesidades y expectativas vacacionales? Lo cierto es
que Canarias descapitalizada, sigue cayendo vertiginosamente, por un acantilado
incierto. Seguro que el político y único responsable de turismo ¿seguirá sin
entenderlo?
La
pandemia deja de ser una excusa, cuando salimos de las trincheras y nos
enfrentamos en origen, in situ, al miedo, a la realidad, y al coste que sea, y
ganar. Para eso hay que pasar hambre y vivir de lo que producimos, cada día sin
que nadie te ayude, y no seguir en el
túnel del confort, viviendo de lo que te regalan cada mes, por el mero hecho de
ser político. Entiéndalo. Turismo hoy, es una jungla. No un monte de
laurisilva.
¡A
remangarse toca!
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