Evaristo FuentesMelián
Entre bromas y
veras, no me canso de decir que en el cine español de la época franquista hay
muestras de películas inigualables, mejores que las actuales. <Contra Franco
vivíamos mejor>, se suele pensar todavía por el izquierdismo más
recalcitrante. No nos vamos a detener a examinar el aspecto técnico; lo digital
lo ha transformado todo y evolucionado la tecnología hasta extremos
inconcebibles hace escasamente un par de decenas de años. Pero esos avances no
son motivo suficiente para decir que el cine de ahora, como Arte Séptimo, es
mejor que el de aquella época.
Voy a comparar
tres filmes de aquellos años, que son obras maestras, cada una en su género:
‘Marty’, ‘Calle Mayor’ y ‘De aquí a la eternidad’. Me ceñiré solamente en
comentar algunos detalles curiosos con los cuales se relacionan estas películas
mutuamente.
‘Marty’ (Delbert
Mann, EEUU, 1955) basa su argumento en la vida solitaria de un solterón
cuarentón (Ernest Borgnine) que todavía vive con su madre, y ésta (complejos de
Edipo aparte) desea fervorosamente que el muchacho se busque novia. Y empieza a
relacionarse con una mujer que va también para solterona, interpretada por la
actriz norteamericana Betsy Blaire.
Nos trasladamos
ahora a ‘Calle Mayor’ (Juan Antonio Bardem, España, 1956), que retrata
eficazmente el ambiente costumbrista en que se
desenvolvía la vida social, laboral y personal de aquella época,
especialmente en pueblos o ciudades pequeñas, en que “nos conocemos todo”. En
esta película la protagonista es otra vez Betsy Blaire, actriz norteamericana
que es contratada ex profeso para hacer este tipo de papel. En ‘Calle Mayor’ se
reproducen parecidas situaciones en el
desarrollo de la trama que en ‘Marty’, con una Betsy solterona, que ya
está desmoralizada a la hora de encontrar novio inútilmente. Esa era la misión
obligatoria personal de las chicas de aquellas generaciones. Los que peinamos
canas o calvas setentonas recordamos el ir y venir de los paseos tediosos en las plazas y calles más transitadas (de
ahí el título: ‘Calle Mayor’) de nuestros respectivos pueblos. A Betsy le
preparan una inmisericorde trastada los señoritos del pueblo, los gandules de gente rica, que no
tienen que dar mucho golpe laboral para vivir con cierto desahogo en este
ambiente de entonces, cerrado y encorsetado en la España de provincias.
En resumen: Betsy
Blaire hace similares papeles en ambas películas (‘Marty’ y ‘Calle Mayor’). Y
ambas películas obtuvieron varios premios en
diversos festivales internacionales.
Pero quiero
añadir para terminar, otra singular película en su género: ‘De aquí a la
eternidad’ (Fred Zinnemann, 1953). En ésta el lugar de los hechos se traslada a
Perl Harbour, en la base militar de EEUU en las islas Hawái, cuando se inició
la II Guerra Mundial, con el ataque sorpresivo de la aviación japonesa. Es un elenco insuperable de
actores, y entre ellos está Ernest Borgnine, pero, al contrario que en ‘Marty’,
ahora le corresponde un papel de sargento sádico cabronazo, que termina por
darle una paliza encerrándole en la cárcel, hasta que el soldado (Frank
Sinatra) fallece como consecuencia del maltrato al que ha sido sometido.
Resumen: Betsy
Blaire repite en sus dos películas
mencionadas, ‘Marty’ y ‘Calle mayor’, un similar papel de solterona. Por el
contrario, Ernest Borgnine actúa en dos papeles totalmente diferentes: en
‘Marty’, cohibido solterón; en ‘De aquí a la eternidad’, sargento cabronazo
bestia parda.
ESPECTADOR
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