Javier
Lima Estévez
Graduado
en Historia por la ULL
El
día 2 de septiembre en el salón de Plenos del Excelentísimo Ayuntamiento de La
Orotava se presentó el último número de la revista “El Pajar. Cuaderno de Etnografía
Canaria”. Una publicación que recoge, una vez más, aspectos sobre nuestra
realidad más cercana, analizando diversos detalles de la historia canaria a
través de diferentes perspectivas. Tal acto representó el inicio de los
acontecimientos que luego continuarían entre los días 4, 5 y 6 de septiembre a
través de una nueva edición de la Feria
de Pinolere. Un lugar y un encuentro anual que ha llegado hasta la treinta
edición, siendo un referente para aproximarnos al conocimiento de oficios y
tradiciones de antaño.
Bajo
el título “treinta años forjando historias”, se vertebran todo el conjunto de
actividades iniciadas por la Asociación Cultural Pinolere para el año 2015. En
ese sentido, los herreros ocuparon un destacado papel en la tradicional feria, golpeando
el yunque mientras los asistentes al lugar contemplaban una escena que ha ido
desapareciendo poco a poco de la vida cotidiana. Asimismo, no faltaron los
espacios destinados al trabajo del vidrio; una técnica compleja cuyo resultado
genera piezas de enorme belleza. La madera también tendría su lugar, a lo largo
de diversos puestos en los que se podían contemplar y adquirir utensilios,
juguetes u otros objetos. Asimismo, los calados también ocuparon un destacado
papel, deleitando a aquellos que observaban y adquirían piezas fabricadas a
través de una técnica cuya labor exige tiempo y paciencia. No podía faltar el
junco y las maravillas que realizan los artesanos especialistas de ese vegetal,
creando con sus manos diversas figuras y formas. Además, toda una serie de
juguetes realizados en verga deleitaron a niños -y no tan niños- que contemplaban
las distintas formas que se pueden realizar con finas varas de metal y una
dosis de imaginación. Se ofrecieron diversas muestras de la artesanía de
diversos puntos del archipiélago, junto a una amplia gama de libros con
temática canaria y toda una serie de alimentos y bebidas que ocuparon un lugar
destacado.
Notable sería la actuación de los caballos fuscos,
originarios de La Palma, que danzaron animando a los asistentes que allí
contemplaban tal espectáculo.
Una
vez más, la Feria de Pinolere ha destacado por cumplir con la difusión de una
parte de nuestra cultura, apostando por la etnografía a través de un encuentro
anual que se ha consolidado como un referente único por su importancia y
continuidad a lo largo del tiempo. Han transcurrido treinta años desde aquella
primera feria de artesanía. Las circunstancias actuales no son sencillas, pero
la apuesta de diversas instituciones y personas que creen en el proyecto de la
Asociación Cultural Pinolere, permiten garantizar la continuidad de una feria
que enamora a aquel que la visita.
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