Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

sábado, 12 de septiembre de 2015

TREINTA AÑOS DE LA FERIA DE PINOLERE


Javier Lima Estévez
Graduado en Historia por la ULL

El día 2 de septiembre en el salón de Plenos del Excelentísimo Ayuntamiento de La Orotava se presentó el último número de la revista “El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria”. Una publicación que recoge, una vez más, aspectos sobre nuestra realidad más cercana, analizando diversos detalles de la historia canaria a través de diferentes perspectivas. Tal acto representó el inicio de los acontecimientos que luego continuarían entre los días 4, 5 y 6 de septiembre a través de una nueva edición de la Feria de Pinolere. Un lugar y un encuentro anual que ha llegado hasta la treinta edición, siendo un referente para aproximarnos al conocimiento de oficios y tradiciones de antaño.

Bajo el título “treinta años forjando historias”, se vertebran todo el conjunto de actividades iniciadas por la Asociación Cultural Pinolere para el año 2015. En ese sentido, los herreros ocuparon un destacado papel en la tradicional feria, golpeando el yunque mientras los asistentes al lugar contemplaban una escena que ha ido desapareciendo poco a poco de la vida cotidiana. Asimismo, no faltaron los espacios destinados al trabajo del vidrio; una técnica compleja cuyo resultado genera piezas de enorme belleza. La madera también tendría su lugar, a lo largo de diversos puestos en los que se podían contemplar y adquirir utensilios, juguetes u otros objetos. Asimismo, los calados también ocuparon un destacado papel, deleitando a aquellos que observaban y adquirían piezas fabricadas a través de una técnica cuya labor exige tiempo y paciencia. No podía faltar el junco y las maravillas que realizan los artesanos especialistas de ese vegetal, creando con sus manos diversas figuras y formas. Además, toda una serie de juguetes realizados en verga deleitaron a niños -y no tan niños- que contemplaban las distintas formas que se pueden realizar con finas varas de metal y una dosis de imaginación. Se ofrecieron diversas muestras de la artesanía de diversos puntos del archipiélago, junto a una amplia gama de libros con temática canaria y toda una serie de alimentos y bebidas que ocuparon un lugar destacado.

Notable sería la actuación de los caballos fuscos, originarios de La Palma, que danzaron animando a los asistentes que allí contemplaban tal espectáculo.

Una vez más, la Feria de Pinolere ha destacado por cumplir con la difusión de una parte de nuestra cultura, apostando por la etnografía a través de un encuentro anual que se ha consolidado como un referente único por su importancia y continuidad a lo largo del tiempo. Han transcurrido treinta años desde aquella primera feria de artesanía. Las circunstancias actuales no son sencillas, pero la apuesta de diversas instituciones y personas que creen en el proyecto de la Asociación Cultural Pinolere, permiten garantizar la continuidad de una feria que enamora a aquel que la visita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario