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sábado, 12 de septiembre de 2015

EL ENTORNO DEL JARDÍN BOTÁNICO EN EL PUERTO DE LA CRUZ EN PELIGRO


José Melchor Hernández Castilla

 Secretario de la Asociación Wolfgang Köhler

El Jardín Botánico del Puerto del Puerto de La Cruz es el segundo en antigüedad de los jardines actualmente existentes en España, después del Real Jardín Botánico de Madrid. La Construcción y desarrollo del Jardín fue aprobado por Carlos IV, en enero de 1791, año en el ya comenzaba a ser una realidad bajo la mano del Marqués de Villanueva del Prado, don Alonso Nava y Grimón (1757-1832). Se ubicó en la zona de Los Llanos de La Paz-Durazno, donde actualmente podemos encontrar La ermita de San Amaro (siglo XVI), La Casa Cólogan (siglo XVIII), y la llamada Casa El Viejito (siglo XIX).  

El Cabildo de Tenerife, según el periódico EL DIA de 31 de diciembre de 2014, va a destinar 200.000 euros para la redacción de proyecto de ampliación de la carretera del Botánico, el cual hará la empresa pública Gestur, donde se prevé la creación de aparcamientos junto a la ampliación del jardín y construir dos rotondas; y ello conllevará también la desaparición de la antigua Venta o Casa El Viejito (siglo XIX).

 
No obstante, Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife ha invitado al ayuntamiento del Puerto de la Cruz a que catalogue La Casa El Viejito en el Catálogo Municipal, para que dicha Casa pueda ser protegida de dicho proyecto. El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, en su línea habitual, ha hecho caso omiso del asunto sin atender a las causas patrimoniales: “que el referido inmueble se remonta, al menos, a la primera mitad del siglo XIX, dado que ya aparece en un grabado de J. J. Williams incluido en la publicación de Sabino Berthelot, Misceláneas Canarias (1839)… Desde el punto de vista morfológico y constructivo constituye un buen ejemplo de arquitectura tradicional de la Isla, integrado por varios cuerpos adosados con cubierta de tejas a cuatro aguas y elementos de carpintería originales”.

En este asunto del Patrimonio Histórico, tengo la sensación de vivir el viejo cuento de “El Zorro en el Gallinero”, sin que el zorro tenga conciencia de serlo, mientras va engullendo todas las gallinas sin quedar ninguna.

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