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jueves, 29 de junio de 2017

TENERIFE: TRANSPORTE Y TRÁFICO TERRESTRE

Evaristo Fuentes Melián

El tráfico terrestre y transporte interior de pasajeros en el Área Metropolitana de la isla de Tenerife tiene solucionado en gran parte su problema con el nuevo tranvía Santa Cruz-Laguna, que es la obra viaria más popular y más importante realizada en Tenerife hasta la fecha.

Pero en el resto de la Isla hay una mayor población que verbigracia en Gran Canaria, con grandes núcleos habitados, como por ejemplo el Valle de La Orotava o Valle del Taoro, con sus ciento veinte mil habitantes residentes fijos, sin contar los turistas que pernoctan transitoriamente, que son unos treinta mil en temporada alta.

La solución definitiva para Tenerife es un tren de circunvalación de la isla, que según estudios técnicos concienzudos, puede transportar hasta ochenta veces más pasajeros, en el mismo tiempo y recorrido, que un coche particular, que contabiliza una media de 1,3 pasajeros.

Según los mismos cálculos técnicos,  el tren tiene capacidad para llevar entre veinte y cuarenta más pasajeros que una guagua en el misino tiempo y  recorrido.

Seguir rompiendo el territorio por el Norte y por el Sur con más carriles de ampliación en sendas autopistas, es una barrabasada y un disparate, que no conduce (nunca mejor dicho) a nada.

Se  me dirá que la obra del tren de circunvalación rompería también el territorio y el paisaje; pero tenía que haberse programado hace ya más de medio siglo. Fue en la primavera de 1957 fue cuando se arrancaron los raíles del viejo tranvía (inaugurado a principios del siglo XX), anexo lateral de la vieja carretera entre La Laguna y Tacoronte. Además, habría que estudiarse para el nuevo tren, como alternativa, una solución alzada sobre pilares por el centro o mediana de las actuales autopistas. 

La ampliación continuada de más carriles en las autopistas, induce al ciudadano común al uso del coche privado y… ¡nunca se acabarán loa atascos!

Espectador.

lunes, 26 de junio de 2017

ECUADOR DEL MANDATO (Y 2)

Salvador García Llanos

En efecto, el papel de la oposición también debe ser valorado en este análisis del ecuador del mandato municipal. Dos grupos, el Socialista, con siete concejales, con el mayor número de votos en las últimas elecciones; y el de Asamblea Ciudadana Portuense, con tres.

Se han esforzado en irradiar un trabajo constructivo, hecho que debe ser ponderado, con presentación de iniciativas -algunas de ellas, incomprensiblemente rechazadas; otras, pendientes de materialización-, pero se han quedado cortos en la tarea fiscalizadora, lo cual repercute no solo en un pálido discurso crítico sino en el robustecimiento de la pretendida alternativa de gobierno. De ahí el escepticismo que alumbrábamos en el final de la primera parte de este trabajo. Preguntando, que es gerundio: ¿está rentabilizando la oposición el malestar ciudadano, por el bien del municipio? ¿Está controlando adecuadamente los problemas que a diario se suscitan, especialmente en barrios y urbanizaciones, y que los vecinos, en redes sociales, se encargan de denunciar? ¿Prefiere ceder este papel? ¿Hace un seguimiento a fondo de la gestión departamental para contrarrestar los alardes propagandísticos y, lo que, es más, las deficiencias que se advierten en aplicaciones programáticas -programa, ¿qué programa? - y en las prestaciones que se han de realizar?

Está bien, nadie lo discute, la presencia en convocatorias y actos públicos, reflejada también en redes de ciudadanía. Pero, así como se reconoce ese contacto con la población en concentraciones y celebraciones de diversa índole, cabe exigir más a la hora de reflejar el trabajo político propiamente dicho. Y éste, en la oposición, tiene mucho que ver con el control y la fiscalización de la acción del gobierno. La sensación que da en esta primera parte del mandato es de blandura o endeblez política. Se puede entender algunas razones, desde la dedicación posible por circunstancias personales o profesionales a la limitación de recursos, pero se necesita estar más encima de los temas, cruzar sus aristas., ser más incisivos. Y para ello solo es preciso hacer seguimiento, hurgar allí donde se aprecie una falla, estudiar a fondo los expedientes y encontrar las derivadas. Desde luego, hay situaciones que casi a diario invitan al doble ejercicio de denunciar y aportar una alternativa. Y sin quejarse de la falta de atención que prestan los medios de comunicación: con recursos propios, aunque limitados, en una web actualizada a diario o repartiendo un folio o un díptico en plazas, calles y bloques de viviendas, se puede transmitir a la ciudadanía los contenidos de un trabajo serio, positivo y predispuesto para una fiable alternativa de gobierno.

No sabemos si los dos grupos estarán persuadidos de que dos años se pasan volando y que, por tanto, han de replantearse una estrategia que les permitan forjar proyectos viables y que sean apreciados por la ciudadanía.

Y en esos dos años, a ver qué rumbo toman algunos asuntos que hasta ahora no duermen el sueño de los justos, pero se enredan o se dejan y se complican las soluciones. Están las grandes actuaciones (estación, piscina, Taoro...) cuya tramitación se traduce en avances lentísimos. Dejémoslas ahí, por el momento. Está aquella comisión para el cuidado y la conservación del patrimonio, por ejemplo, de la que nunca más se supo. Otro: un plan integral para el complejo turístico 'Costa Martiánez' (Lago), con cuyos rendimientos, no solo los económicos, hay que estar más atentos, igual que con su mantenimiento, sobre todo cuando ya circulan especies nocivas, merecedoras, cuando menos, de investigación.

Ver qué se hace con Pamarsa. Y esperar que no se conviertan en jeroglíficos de alto coste las circunstancias del personal contratado, sobre todo para no abonarse a resoluciones judiciales (presunta cesión ilegal de empleados) que llegan a poner en entredicho el propio papel de los gobernantes, no porque se equivoquen, que puede ocurrir, sino porque si las controversias se fían a la determinación de la justicia, terminará dudándose de la utilidad práctica de aquéllos.

Atención también al funcionamiento del Consorcio de Rehabilitación Urbanística que ha ido ganando su espacio y hasta quienes no creían en él ahora lucen prestos en fotos y proyecciones. El Consorcio recibió en este mandato, por acuerdo plenario, las competencias municipales en materia urbanística, decisión estructural que bien merece un seguimiento. Alguien habrá de fiscalizar, ¿no?, y comprobar periódicamente los efectos de esa determinación. En cualquier caso, la dinámica del Consorcio tiene fundamentos para ser positiva; pero hay que evitar los riesgos de convertirse en un Ayuntamiento paralelo y de que las decisiones estrictamente municipales, por indolencia, desidia, escasa capacidad o práctico desmantelamiento, se adopten en ámbitos ajenos influenciables.

El mantenimiento, en general, sigue siendo una asignatura pendiente. Al menos, así se desprende de las impresiones de muchos vecinos que se quejan. La prestación de los servicios básicos -el Puerto es una ciudad que requiere una atención permanente en ese sentido- está llamada a mejorar. También la visible en plazas, calles, avenidas, instalaciones y jardines. Y que se pueda transitar por vías no superpobladas de mesas, sillas y hasta neveras. Y que otras, de circulación rodada, reciban una acreedora repavimentación so pena de que las próximas lluvias las conviertan en barranquillos.

En fin, dos años en que el repunte turístico favorecido por coyunturas externas ha contribuido a hacer más llevadera la vida municipal, necesitada de estímulos, porque no se va a poder vivir siempre del Cabildo y del Consorcio.

domingo, 25 de junio de 2017

BUENAS NOTICIAS PARA EL CAMPO

Cristina Tavío

Nadie puede negar que últimamente van llegando buenas noticias para Canarias, también para nuestra agricultura y ganadería. Y si bien no debemos recitar un canto al triunfalismo, todo lo que sean mejoras para nuestro campo y para nuestro sector primario siempre serán bienvenidas.

Además, destacando estos buenos datos también inyectamos un poco de ánimo y esperanza a quiénes se dedican a una profesión, que como ellos mismos nos repiten, siempre está en crisis: los agricultores y ganaderos.

Primero porque ya son muchos los que me llaman o me escriben para confirmarme que el Gobierno de Canarias está pagando las ayudas pendientes que solicitaron en 2014. Tres años después aquellos que resistieron en el campo están recibiendo lo que les pertenecía, aunque sé que otros muchos se quedaron por el camino.

De ahí que quiera destacar una idea que siempre repito. No es muy nacionalista ni mucho menos estratégico mirar a Bruselas o a Madrid y esperar por sus subvenciones para mimar a nuestro campo. Y ojo que nadie se lleve a engaños. Defendemos, y así lo hemos demostrado, que estas ayudas sigan viniendo pero no puede ser la única actuación de ningún gobierno.

Es más, no podemos minusvalorar los fondos agrarios y pesqueros que vienen de la Unión Europea y que suponen para nuestra tierra 2.250 millones en el periodo 2014-2020, lo que se traduce en que percibimos prácticamente la mitad del total previsto para todas regiones europeas, con 268 millones de euros al año.

A esto debemos añadir los 10 millones de euros fijados en los Presupuestos Generales del Estado de apoyo a la producción agrícola en el marco del Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad, POSEI. Una partida con carácter finalista donde el Gobierno de España cumple con el sector primario de las Islas.

Tampoco podemos olvidarnos de resaltar el nuevo REF económico que pretende garantizar la competitividad de los sectores agrícolas y ganaderos con medidas como el compromiso a garantizar entre el 50 y el 75 por ciento de la financiación adicional del POSEI, como ya hemos visto; o el apoyo a la creación de un Centro Internacional de Tecnologías Agrarias destinado a favorecer las relaciones económicas con Europa y los países de África Occidental y América Latina.

Y qué decir del agua. Es bueno recordar que en los presupuestos de Canarias los recursos hidráulicos aumentaron en 21,6 millones, de los cuales prácticamente 20 millones provenían del Ministerio de Medio Ambiente.

Tampoco sería justo dejar de mencionar los acuerdos entre Nueva Canarias y el Gobierno del Estado que fijan el compromiso con nuestra agricultura revisando aspectos del POSEI o el apoyo al tomate canario de exportación, adelantando y concretando los acuerdos del nuevo REF.

Estos son sólo algunos ejemplos del compromiso del Gobierno de España con nuestro sector primario. Recordamos aquellos tiempos de las duras reformas, que algunos llamaban recortes con la intención de señalarnos como malos e insensibles, aquellos apretones de cinturones en todas las administraciones y que hoy han dado sus frutos y nos permiten cumplir con Canarias.
No me puedo olvidar de otra buena noticia que se ha aprobado esta misma semana en el Parlamento de Canarias: la Ley del Suelo. Una necesidad para el sector primario y también una demanda histórica, aunque algunos grupos políticos no lo entiendan.

Hablamos de trabajadores del campo que se han encontrado con múltiples obstáculos para acceder a las ayudas europeas, por ejemplo. Y es que pese a reunir con todas las condiciones para solicitarlas, los informes técnicos no les eran favorables. No podemos olvidar que en Canarias existen todavía 700 explotaciones ganaderas alegales que tampoco pueden acceder a estas subvenciones.

Por eso, vemos la oportunidad en esta Ley. Confío en que estas buenas noticias sirvan para dar seguridad jurídica y oportunidad de futuro a quienes trabajan en nuestro campo, porque además de ser jardineros de nuestro paisaje nos dan de comer sus mejores y más frescos productos de la tierra.

GETAFE 3 TENERIFE 1

Evaristo Fuentes Melián

BOTE PRONTO

El partido --y el ascenso-- lo perdió el Tenerife desde el min. 12, cuando aún estaba posicionándose en la cancha, y ya tenía la eliminaría perdida 2-0. Marcó 2-1 el Tete y volvía a Primera… pero la alegría le duró poco: 3-1 antes del descanso, nuevo y definitivo descenso…    

No estoy de acuerdo con uno de los comentaristas de TV Canaria, que dijo que el tercer gol del Geta “fue un golazo”.  Me parece cuando menos fantasioso llamar golazo a un despegue o rebote del portero del Tenerife con muy mala fortuna, pues dejó la pelota perfectamente  a los pies del jugador getafeño,  que lo agarró a bote pronto y marcó. Eso no es un golazo, eso es un gol con suerte.
En fin, lo siento.

Espectador

sábado, 24 de junio de 2017

PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES DE LA OROTAVA 2017

Manuel Hernández González

LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS FIESTAS PATRONALES DE LA OROTAVA

En primer lugar quiero agradecer al alcalde de La Orotava Don Francisco Linares García y a la corporación municipal el que me haya designado pregonero de las fiestas patronales de la villa de este año. Es para mí un honor el glosar la festividad mayor del pueblo que me vio nacer, unas fiestas en las que algunos de mis familiares se han implicado directamente a su lustre, entre los que quisiera resaltar la labor de dos tíos abuelos y de un tío carnal. De los primeros hablaré de Felipe Casanova Machado, cuya contribución al folclore insular no ha sido suficientemente reconocida y cuya obra debe ser rescatada, que no solo inmortalizó junto a Tomás Calamita Manteca La Orotava de principios del siglo XX en su zarzuela Cosas del pueblo, sino que dio a luz la canción más universal de su romería Y esto no es una isa, cuyos versos exaltan a la villa y a sus fiestas al decir en sus estrofas:
Allá arriba el Padre Teide
Y allá abajo el mar azul
Y en el medio La Orotava
Tan bonita como tú.
San Isidro la romería
La fiesta  más bonita
Que hay en Canarias
Canción que entre otras muchas de nuestro folclore vernáculo preservó en sus grabaciones desde Venezuela otro hijo de la la villa, Ignacio Pérez González, que junto con otras manifestaciones del folclore venezolano y canario, nos dejó piezas interpretadas por nuestras más antiguas agrupaciones tales como la de San Isidro, germen de los Coros y Danzas de la villa o la Eslava, que fueron grandes impulsoras y rescatadoras de nuestras tradiciones, discos de vinilo que han sido digitalizados por el Centro de Documentación de Canarias y América del Cabildo de Tenerife gracias a la colaboración de Pedro Machado y Domingo Luis.


El segundo de ellos es Norberto Perera Hernández, uno de nuestros más singulares alfombristas, que, como subrayaba la prensa de la época, sería el continuador de la labor innovadora de nuestros tapices de flores emprendida por el virtuoso artista Felipe Machado, tras varias décadas de realizar el tapiz frente a la casa de Brier. Llegaría a realizar en diciembre de 1933 una alfombra especial para el documental de la Fox Fortunate Isles, dentro de su serie Las Alfombras mágicas, que sería la primera iniciativa fílmica de divulgación internacional de nuestras alfombras. Pero pasaría sin duda a la historia por sus alfombras de la plaza del ayuntamiento entre 1934 y 1936, la primera de ellas de 1934, dedicada a la central hidroeléctrica de la villa, la del 35 de tema eucarístico y la de 1936, de tres grandes tapices, de dimensiones monumentales para esa época, con un medallón central de 15 por 10 metros y dos laterales de 12 por 11 cada uno, con una composición con alegoría religiosa y emblemas de la Agricultura y la Enseñanza, que plasmaba la consecución por el ayuntamiento presidido por Manuel González Pérez de un instituto para la localidad,  cuya erección se frustraría por más de tres décadas con la guerra civil. Una contienda que traería su depuración como empleado de la empresa eléctrica municipal, pese a lo que Norberto Perera seguiría participando en la confección de las alfombras de flores en diferentes calles de su trazado procesional.

La tercera persona con la que me unen vínculos familiares que quisiera reflejar en este pregón es Jesús Hernández Perera, catedrático de Historia del Arte de las Universidades Complutense y de la Laguna y rector de esta última, que con 23 años colaboró en la redacción del célebre programa del centenario de las alfombras de 1947, una iniciativa que desarrollaría también por varias décadas su hermano Domingo, oficial mayor y secretario del ayuntamiento villero. Su tesis doctoral sobre la Orfebrería de Canarias, premio Menéndez Pelayo, la primera dedicada a esta rama del arte en España, mostraría la verdadera dimensión y valores artísticos de nuestras custodias y andas del Corpus. 

Los labradores orotavenses, a imitación de los laguneros, convirtieron en 1590 a San Benito en su patrono, dedicándole para ello una ermita que sería más tarde convento dominico de esa advocación. A comienzos del XVII la cofradía de labradores de la Villa Arriba levantó otra a San Juan Bautista, convertida en 1681 en parroquia. La tardía canonización en 1622 de San Isidro, transformado en patrón de la capital del Reino, hizo que se expandiera su culto. La de su esposa, Santa María de la Cabeza, fue más tardía, siendo elevada a los altares en 1697. En La Orotava  tuvo lugar su culto en el marco de un calvario erigido a la entrada de la villa. En 1669 Fray Francisco Luis, en calidad de fundador de la orden tercera de penitencia franciscana de la villa, solicita al cabildo de la isla unos terrenos sitos en la dehesa comunal para ampliar su calvario erigido en el camino real de entrada a la población, en las proximidades del llano de San Sebastián donde se albergaba la antigua ermita que le dio nombre, ya erigida con anterioridad a 1524.      
        
El recinto del calvario era de forma rectangular, rodeado por una tapia. Se accedía a él a través de una recia puerta de tea con celosía en su último tercio. Su patio en su parte central se hallaba embaldosado. Dos hileras de bellos álamos plateados daban en el siglo XIX sombra a las tres cruces del calvario que estaban orientadas hacia el norte y que tenían como base una pequeña escalinata. En él en 1695 el presbítero Luis Rixo Grimaldi Benítez de Lugo construyó una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Piedad. Como refiere en su testamento de 26 de mayo de 1709 la había dotado con dos misas y la había fabricado a su costa “en el calvario de dicha villa”. Una de ellas sería para “Nuestra Señora de dicho título el Viernes de Dolores y la otra para “el glorioso San Isidro labrador que está colocado en dicha ermita en su día”.  Para ornamentos y reparos le cedió un tributo de 50 reales. Junto con La Piedad, un lienzo de Gaspar de Quevedo, lo llamativo es la existencia de esa escultura de bulto del santo madrileño donada por el fundador. Hay constancia de que el gremio de labradores ya le celebraba fiesta desde 1700. En el 15 de febrero de ese año Juan de Lugo Navarrete, Manuel González de Abreu, Domingo Yáñez y José Hernández se la hicieron con “víspera, misa, sermón y procesión”.    

La devoción a San Isidro era cada día más patente, hasta el punto de que era su denominación más popular a principios del siglo XIX. Sus fiestas del Domingo de Pentecostés, con su procesión hasta San Agustín, despertaban cada día más el entusiasmo y el fervor de los villeros. Su mayordomo Domingo Calzadilla emprendió la reforma de la ermita a principios del XIX. Gastó en ella más de tres mil pesos. Construyó una sacristía y concluyó su retablo para el que tenía compuesto, como recoge en su testamento,  de “8 tablones de pinsapo”. En él se colocaron las imágenes que había encargado de “Nuestra Señora de la Soledad con su hijo difunto en los brazos, la de Santa María de la Cabeza y la de San Isidro, para todo lo que dejo 200 pesos corrientes y 50 pesos que para este fin me ofreció Francisco Calzadilla mi hermano”.  Financia de esa forma la Piedad, conocida por el nombre de Cristo del Calvario, un nuevo San Isidro y Santa María de la Cabeza, las tres salidas del taller del imaginero orotavense Fernando Estévez del Sacramento en fecha anterior a diciembre de 1814. Destina “4 ducados al beneficiado por una misa cantada y función en el día de mi devoto San Isidro, la que se ha de celebrar en su ermita y 5 pesos por el sermón”.        

El Corpus se celebraba a la usanza tradicional en la villa desde la misma conquista, con sus enramadas, bichas, diablos, gigantes, papahuevos y santos. En 1795 se obedeció una recomendación del obispo Tavira y se dejó el culto austero al Santísimo en las fiestas de la parroquia de la Concepción del Jueves y la Octava, aunque permaneció el tradicional en las del domingo, encomendadas a dominicos y franciscanos y en la de la parroquia de San Juan, celebrada el 24 de junio desde 1777. Pero con el impacto de la desamortización, la decadencia de las cofradías y la pérdida de rentas eclesiásticas, la festividad decayó. Las alfombras fue una tradición que había surgido en el seno de la familia Monteverde entre los años 1844 y 1846. Uno de sus miembros, la grancanaria Leonor del Castillo y Bethencourt, hija del Conde de la Vega Grande, había viajado con sus padres a tierras napolitanas, donde observó tales tapices florales. En 1844 esa familia hizo una primitiva alfombra en la calle frente a su habitación con moldes de arcos de pipas. Con ellos formaban arcos concéntricos que cubrían de flores. Un ensayo que llevó en 1846 a realizar uno nuevo a partir de un sencillo boceto por parte de Leonor del Castillo, María Teresa Monteverde y Bethencourt y María del Pilar Monteverde del Castillo. Durante esos primeros años fueron únicamente ellos los que adornaron con flores la calle para el paso de la Sagrada Forma. Un antiguo sirviente de la casa se le ocurrió que se podían rellenar con flores unos arcos de pipa y aumentar con ello el espacio alfombrado. Al no colocarse juntos sino de tramo en tramo nació la otra modalidad, los corridos o zaragatas.

A finales de la década de los 50 comenzaron a realizar alfombras las señoritas de Lugo Viña y la Marquesa de la Florida, conducta que fue poco a poco secundada por otras familias de la elite por cuyas mansiones transitaba el Santísimo en la Octava del Corpus. Este hecho explica que pocos años antes, en el Noticioso de Canarias de 23 de junio de 1854, se glosen la fiesta de San Isidro del 5 y la del Corpus de 15. A ésta última acudió mucha gente por la presencia de los músicos del batallón de África y los de la compañía de aficionados de la villa, dirigida por Lorenzo Machado, y del Capitán General y Gobernador Civil Jaime Ortega. Se habla de que “como en toda la isla, es proverbial la pompa y gravedad de las ceremonias de culto en la iglesia principal de esta Orotava”, pero nada se dice de las alfombras. Como contraste se describe con todo lujo de detalles los elementos sustanciales de la de San Isidro. La primera descripción cronológica de la alfombra de los Monteverde nos la proporciona en 1858 Nougués Secall. Un testigo le refirió que “las señoritas de Monteverde, que, según dice, ya están instruidas en la pintura, forman un preciso tapiz con varios dibujos de pájaros y otros caprichos en el que colocan flores (...). Quedó admirado de la obra cuya habilidad consiste en distribuir con primor los diversos colores, imitando con la delicadeza del trabajo y con una paciente inteligencia los objetos que quieren reproducir sin otro medio para las gradaciones que los diversos colores de las flores”. 

En el primer periódico orotavense, La Asociación, un artículo de 6 de junio de 1869, nos muestra la primera descripción, que nosotros sepamos, de una fiesta de las flores que supera el restringido marco inicial de la alfombra de los Monteverde. El texto en cuestión se llama El Mes de Mayo, Mes de las flores. Tras glosar las de la Cruz y las de San Isidro, señala: Después se manifiesta la del Corpus, y aunque no debiéramos distraer al lector con la descripción de una fiesta común que todos los pueblos e Iglesia Catedral celebran con más o menos concurso y ostentación, sólo lo hacemos con el fin de decir haberse participado en nuestra localidad por las muchas flores que adornaban la carrera de la procesión era, pues, una prolongada alfombra. Y por último hemos tenido el día 30 la sin igual fiesta exclusivamente de flores en la parroquia de San Juan Bautista y sus alrededores”, pero sin procesión exterior.

En 1885, por iniciativa de Alberto Cólogan y de otros jóvenes, se pudo cubrir de flores todo el trayecto de la procesión de la Octava. De fiesta común, como señala La Asociación, se convierte en patronal. Paso trascendental en ese proceso lo constituye la unificación de las fiestas patronales en 1892 con el desplazamiento de la de San Isidro, la prevalente hasta entonces, desde la Pascua de Pentecostés hasta el domingo posterior a la Octava. Surge desde entonces en todo su apogeo la Fiesta de las Flores, que comienza a ser registrada como un festejo llamativo y significativo de la villa, tal y como reseña el Heraldo de Canarias lagunero de 9 de junio de 1896.

Hasta 1892, en que se cambia a su actual emplazamiento, la fiesta de San Isidro se celebraba el Domingo de Pentecostés y no el 15 de mayo, su fiesta oficial. La razón es su conexión, como el Corpus, con las festividades de invocación a la fertilidad, y por tanto en consonancia con el calendario lunar y femenino. Pentecostés rememora una fiesta hebrea análoga con un pronunciamiento marcadamente agrícola relacionada con el fin de la cosecha que daba comienzo en Pascua, que en la simbología cristiana ha pasado a coincidir con la bajada del Espíritu Santo a los Apóstoles. No es, por tanto casual que las fiestas locales del San Isidro villero y el San Benito lagunero coincidan, porque ambas expresan el agradecimiento de sus labradores por la buena nueva de la cosecha., lo mismo que San Telmo con los pescadores y marineros con la estrecha vinculación de las mareas con las lunaciones.

Como contraste a la octava del Corpus, San Isidro es la fiesta con más ricos testimonios documentales del siglo XIX, lo que prueba su carácter hegemónico. La víspera por la noche recorrían las calles en un elegante y vistoso carro lleno de flores cinco niñas de la elite simbolizando genios o ninfas. Iban adornadas con ricos y vistosos ropajes. Recitan versos preparados para el momento. La carrera finalizaba en el llano de San Sebastián con fuegos artificiales “de los colores más lucidos y agradablemente diversificados”. Los campesinos con sus varas gritan los aijides y cantan al son del tambor o la guitarra. Dos gigantes de tres metros desfilan en el medio de las calles. Son construidos de cestería y movidos por hombres. Van acompañados de los papahuevos, enanos vestidos a la antigua. El recorrido entre San Agustín y el Calvario estaba embellecido por dos soberbios arcos, multitud de flotantes banderolas pintadas de diversos colores y con varias figuras de animales, rama alta, palmas y festones de que pendían infinidad de farolillos de papel de diferentes formas y tamaño. El suelo se alfombra también con motivos florales.

En el Domingo de Pentecostés por la mañana se verificaba la procesión. El clero parroquial partía desde San Agustín al Calvario en busca de los santos patronos que eran conducido por miembros de la cofradía de labradores cargando sus célebres varas y cantándole aijides. Ascendían hasta el templo, donde se le tributaba un sermón y bajaban de nuevo. Se conserva uno de 1808 oficiado por el agustino lagunero Luis de San José Delgado, miembro de la comunidad agustina de la villa por aquel entonces. Por la tarde doce niños de las familias principales, seis de cada sexo, se visten con el traje típico campesino. Se pone en juego una rifa de una yunta de bueyes. La descarga de voladores y el vuelo de unos globos es la señal de la entrega del premio. A continuación un corderillo blanco como la leche se presenta al público adorado con cintas y flores de colores. Es rifado por los doce niños que regresan con dulces a sus casas. Las indumentarias campesinas, que eran todavía trajes reales, aunque la elite había comenzado su idealización, precisamente porque no los usaba,  se mezclan con las lujosas de las damas aristocráticas. En los bailes desde la tarde concurre numeroso pueblo que se acompaña de castañuelas, guitarras y panderetas. Finaliza con dos vistosos globos que permanecen casi fijos por espacio de media hora, brillando como estrellas. Los turrones, los muchos ventorrillos, los juegos de toda clase en el Llano y la Alameda, “las funciones hípicas (vulgo caballitos) y las representaciones teatrales son al decir de la Asociación en 1869 motivos todos ellos que atraen numerosa concurrencia comarcana que “puede disfrutar de ella según su carácter, sus tendencias y su bolsillo”. Una eclosión festiva que mantuvo tales características hasta la creación de la romería tal y como hoy la conocemos en 1936.   

La primera descripción amplia que poseemos sobre la fiesta es la del periódico el Eco  del Comercio de 2 de junio de 1855.  En ella se dice que la procesión desde el Calvario hasta el templo de San Agustín se daba comienzo con la marcha de las yuntas de bueyes engalanadas con cintas y flores y conducidas cada una por el labrador a quien había caído en suerte en años anteriores. Le seguían “una multitud de labradores de los campos circunvecinos con sus trajes de fiesta y llevando alegremente en la mano sus aijadas adornadas también de flores. Iban también en ella la yunta de bueyes que había de rifarse a la tarde entre doce labradores pobres de la jurisdicción y una corderita adornada de lazos encarnados que debía adjudicarse en suerte en uno de los niños que esparcían flores delante del santo. Por la tarde, a las cinco, salieron del convento de Santo Domingo dos carros ricamente adornados, en uno representando al Dios Baco, representado por un niño de Don Juan Lugo y dos pequeños sátiros y en el otro a Júpiter rodeado de las cuatro estaciones. Recorrieron las principales calles y se dirigieron al escenario de la fiesta.

La británica Elizabeth Murray con anterioridad  a 1859, Mariano Nogues Secall en 1858 y en fecha indeterminada el poeta romántico orotavense Rafael Martín Fernández Neda, que colaboró con sus versos en el esplendor de la fiesta con su japa la japa lomita mía japa a la japa que tiene el día, glosaron la fiesta. La escritora y pintora inglesa reflejó que San Isidro era llevado en una solemne procesión y “con el fin de señalar su marcado carácter agrícola, es precedida por una yunta de bueyes”. Planteó que su celebración en Pentecostés se debía a que tenía lugar en una época del año en la que abundan los mejores beneficios agrícolas y la mayoría de los principales quehaceres han llegado a feliz término, las cosechas de cebada y centeno en parte estaban almacenadas y las de trigo y maíz  se acercaban a la madurez y los frutales estaban listos  para alcanzar su madurez y proporcionar generosa fruta. Destacó  las figuras de dos feos gigantes que desfilaban por las calles en medio de un gran griterío y entusiasmo. Eran de cestería y se movían por hombres que se encontraban en su interior, le llamó la atención también los cuatro pequeños vestidos alegóricamente como las estaciones. Su procesión recorre el domingo por la mañana el trayecto desde la capilla de San Isidro hasta el convento agustino. Dentro de su templo y con las imágenes colocadas en hornacinas se da comienzo a una misa solemne con música sacra y un sermón en honor del santo. Una vez concluida, las imágenes retornaban al Calvario. En la plaza proseguía la fiesta en la que doce niños de las familias principales vestían con el traje típico del campesino canario y se procedía a la rifa de una yunta de bueyes. A continuación un corderillo blanco como la leche, engordado para la ocasión, se presentaba al público adornado con cintas  y flores de todo color para ser rifado por esos doce niños, que regresan a sus casas con gran cantidad de dulces y caramelos.

Murray no proporciona, sin embargo, ningún dato sobre la hermandad de labradores. Es el peninsular Nouges Segall quien en 1858 nos deja la más completa referencia sobre ella. Muestra como con anterioridad a la fiesta se levantaban los arcos con banderas y faroles hasta la cercanía de San Agustín y como se bailaba en la víspera con tijeras a cuyos extremos los danzantes que llevaban fijados fuegos. Unas veces alzaban este artificio y aparecía formada una estrecha luminosa, otras en cuadrado, otras en círculo, levantándose en el aire esas cabezas o apareciendo al nivel de la cabeza de los concurrentes. Al son de la música se hacía visible en la noche ese fuego cuyo resplandor iluminaba los rostros de los danzantes.

El día principal salía la procesión desde la ermita inmediata al calvario que le sirve de vestíbulo y que era en realidad un jardín. En ese punto introduce como se hallaban delante de San Isidro “doce labradores pobres con pértigas muy largas cubiertas de flores que a su final llevan en vez de lanza por remate un ramo con espigas entremezcladas”, puntualiza que “este país se presta a que el adorno sea hermosísimo, campeando las magnolias, las azucenas, las rosas, los lirios, las camelias y otras flores diferentes. Cada palo lleva colgadas cintas y un pañuelo o tela en forma de gallardete o bandera”. La rifa de la yunta se efectuaba entre esos doce labradores, “honrando con esa acto de caridad al santo. Tras ellos seguían a continuación una porción de niños vestidos de pastores al estilo del país y empuñando también varas floridas. Detrás de ellos niñas con un disfraz semejante y canastillos de flores deshojadas que arrojan sobre la tierra por donde pasan las imágenes. La iglesia agustina se hallaba vistosamente adornada con palmas adosadas a las paredes o entre los huecos entre las columnas formando unas nuevas naves con sus arcos. Todas ellas se hallaban embellecidas con rosas, violas y pensamientos.


En la tarde se efectuaba la rifa con un artificio de una casa que representaba la de San Isidro con doce cintas. Cada labrador tiraba de una de la que suponía le daría suerte, ganando el que tocaba aquella que hacía en pos de sí salir una yunta gobernada por San Isidro. El vencedor gritaba alborozado, mientras que los no favorecidos se arrojaban a su cuello y lo abrazaban cariñosamente y le saludaban con gritos que todavía tienen el nombre del idioma guanche, porque se apellidan jijidos”.    

La fiesta de San Isidro con el paso del tiempo fue ganando en intensidad en lo referente al lucimiento de sus festejos. Así en 1886, como recoge La Opinión de 25 de mayo de ese año, se celebraba en la Plaza de la Constitución la exposición de ganado entre las 9 y las 11 y media de la mañana, rifándose en ese período de tiempo un becerro entre los dueños del ganado conducido a esa feria. A la una de la tarde, después de repartirse por los miembros de la comisión de fiestas en el Llano de San Sebastián pan a los pobres, el Rey de los aires hará en ascensión un globo monstruo montado en un asno, amenizando el acto la banda de música. De dos a cuatro tocaría en la plaza de la Constitución La banda del Liceo de Taoro y a las 5 una carrera de sortijas fue efectuada en el paseo del Calvario por varios aficionados, concediéndole como premio la cinta de anillo  más pequeño al que lo extrajese. Finalizaba la fiesta un paseo de 7 a 11 de la noche en San Sebastián con elevación de globos de diferentes figuras imitando animales. La comitiva estaba formadas por significados miembros de la elite local como Nicandro González, Luis Llarena, Fernando Fuentes, Cándido Acosta, Diego Ponte, entre otros.

En  1887, como reseña La Opinión de 6 de junio de ese año, la exposición de ganado excedió a lo que se esperaba, concurriendo más de cien cabezas de ganado vacuno que llenaban de uno a otro extremo la alameda, rodeada de una gran concurrencia de público. Un kiosco se hallaba colocado en el centro de la plaza con arcos de verdura, espigas y ramaje, terminado por una parte por el escudo de la capital y por otro el de La Orotava, dedicado todo él por el Liceo al santo patrono.

 En 1891 se suspendieron las fiestas de San Isidro y de las flores por existir entre sus vecinos una epidemia de viruela, exponiéndose a extenderla con la llegada de vecinos y curiosos de otros pueblos. El creciente protagonismo de la fiesta de octava de Corpus que, por esas fechas ya había completado con tapices y corridos todo su itinerario, decidió a la corporación municipal a dictar un decreto para unificar a las dos en una fecha próxima y convertirlas de ese modo en fiestas patronales de la localidad. Se había planteado que de esa forma con la unión de las dos en 1892 se contribuiría a redundar en beneficio de ambas, pues de ello derivaría mayor concurrencia, por lo que era imprescindible, como reseña La Opinión de 22 de febrero de ese año, una pronta resolución municipal al respecto.

Esta primeras fiestas patronales la festividad de San Isidro fue desplazada dos domingos más tarde, celebrándose el domingo antecedente a la octava de corpus. El decreto de la corporación, reproducido en La Opinión de 16 de junio de 1892, comprendía la procesión el domingo anterior a la octava a las 10 de la mañana desde su ermita al exconvento agustino por las calles Verde y del Agua. A ella asistirían junto con la música, una comisión del ayuntamiento, labradores vestidos al uso del país con sus largas varas encintadas y niños en romería. Tras la función religiosa, oficiada por el párroco Santiago Benítez de Lugo, tendría lugar en la plaza de la Constitución la rifa de un novillo entre los labradores y la bendición del ganado exhibido con acordes de la música y repiques de las campanas. Una vez concluida será conducido San Isidro a su ermita en procesión por la calle del Calvario con la misma comitiva.

Sin embargo, al año siguiente se optó por su traslado al domingo posterior a la fiesta de las flores, como se ha mantenido hasta la actualidad. La fiesta se mantuvo de esa forma hasta que en 1936 el Liceo de Taoro la transformó en la romería que hoy conocemos con un itinerario descendente desde San Francisco en su fiesta principal. Esa entidad cultural de la villa la convirtió en el prototipo por antonomasia de ese paseo festivo, con sus carretas reproduciendo escenas de la vida campesina, sus parrandas folclóricas y su desfile de animales, modelo que su éxito rápidamente expandió por toda geografía insular, que lo extendió a otras localidades como La Laguna, Garachico o Tegueste.

Los labradores siguieron con la prerrogativa de conducir al santo en procesión, adquiriendo ese derecho trasmitido de padres a hijos, llevando como antaño las célebres aras y cantando en honor de sus santos patrones sus aijides, pero sin tener ningún estatuto ni respaldo institucional, solo basándose en la tradición familiar y la devoción por su patrono hasta que decidieron constituirse como hermandad. Una asamblea general el 12 de julio de 1997 aprobó tales estatutos, que fueron refrendados por el obispado de la diócesis el 19 de mayo de 1998.En ellos se recoge que su finalidad era contribuir a la solemnidad de las fiestas, custodiar las imágenes, cargarlas y ofrecer la colaboración necesaria para su culto y la dignidad de las fiestas en estrecha obediencia y comunión sincera con los párrocos y con el conjunto de las autoridades eclesiásticas, una función que los labradores han ejercido generación tras generación durante tres siglos.

En 1892, como reseñamos, se configuran las fiestas patronales tales y como las conocemos en la actualidad, aunque en 1897, por las obras de restauración de la Concepción, las alfombras no se erigieron en la villa de abajo y se dio todo el protagonismo a las fiestas de San Juan Bautista por coincidir ese año la octava con la festividad de su patrón, desplazándose San Isidro a principios de junio a su antigua celebración de Pentecostés. Tal realce alcanzan que en 1901 el periodista grancanario Francisco González Díaz refleja que la villa encantadora improvisa “en inmenso taller de tapicería, donde con las flores del Valle se hacen prodigios que no sabe mi pluma describir. Las floridas alfombras cubren las calles como espléndidas alcatifas del más puro estilo; mil caprichos ornamentales, delicadezas, filigranas, atraen y cautivan los ojos. Frente a algunas casas, extendense tapices de una magnificencia imperial”. Por esos años destaca particularmente el arte de Felipe Machado y Benítez de Lugo, que introdujo los medallones e incorporó cereales y legumbres en sus tapices. Fue la primera persona que realizó el tapiz de la plaza del ayuntamiento, erigida en 1913. Acaeció ese hecho en 1919  cuando contaba 83 años de edad, trabajando en ella ininterrumpidamente hasta 1929. Fue precisamente esa monumental alfombra la que más transformaciones ha sufrido en el tiempo. Sería un nieto de Felipe Machado, el arquitecto Tomás Machado Méndez Fernández de Lugo, artífice del tapiz del centenario en 1947, el que asentaría de forma definitiva su mayor rasgo de originalidad, el empleo de tierras volcánicas del parque nacional de las Cañadas del Teide. A partir de ese año los tapices cubrirá ya toda la plaza. Aplico en ella también las ventajas de la perspectiva caballera con la aplicación de la corrección óptica. Un arte que se consolidará en el empleo de tierras volcánicas con Pedro Hernández Méndez que, como reflejó Antonio Sebastián Hernández Gutiérrez, alcanzó una exuberancia cromática y un gran efectismo, e incorporó las transparencias, los sfumatos, la mezcla óptica y el trompe-l’oeil. 

Nuevas generaciones de alfombristas continuaron creando obras de arte efímero en nuestras calles y plazas con el empleo de flores y tierras volcánicas contribuyendo a fraguar lo que constituye sin duda una de las más señeras manifestaciones de la identidad villera: sus fiestas patronales de San Isidro y la Octava de Corpus, cuyos rasgos, adaptados y transformados por el paso del tiempo y la evolución de la sociedad, son un cumplido testimonio de la idiosincrasia de La Orotava y de la forma de ser de sus habitantes.

AY, PSOE, ¿ACASO TE MOLAN LOS ASALTA CAPILLAS?

Lorenzo de Ara

La deriva sin freno y en caída libre del PSOE hacia posiciones radicales causa un daño terrible a España. Lo llaman podemización del partido en manos gran líder mesiánico, Pedro Sánchez. Su tropa, hombres-masa, están con él en la labor de destrucción total del PSOE que conocíamos y respetábamos. Quieren, anhelan, se extasían solo con pensar que Podemos, en una cama redonda, haga posesión del cuerpo socialista por entero. El macho Alfa, ya saben, Pablo Iglesias, más activo que con Izquierda Unida cuando la fagocitó, pasará la lengua y rozará su piel con Sánchez en la conjunción de dos poderosos del extremismo bendecido por una parte de la sociedad que, sí, hay que admitirlo, también está postrada ante el dios de la arlequinada.

Pero si el PSOE nacional es ya un navío a la deriva, ¿qué decir del socialismo local? Insistir en su declinación sería redundar en una obviedad cristalina e irrefutable.

El ejemplo válido de la decadencia socialista está en el recordatorio que a diario hace el partido sobre los resultados obtenidos en las pasadas elecciones municipales. ¡¡¡Ganamos!!! ¿Y? ¡¡¡Que ganamos!!! ¿Y? La realidad que es que ganaron (por un puñadito de votos) para ocupar la oposición. En ella están. Oposición de la que espera el gobierno mucho más. Mucho más en positivo.

Y no seré yo el que quite un ápice de protagonismo a la oposición. Es más, diré siempre que a la oposición hay que tenerla permanentemente informada e invitada a participar de todo lo bueno que se está obteniendo para la ciudad. Una oposición que más allá de fiscalizar y controlar al gobierno (¡bravo!) debe también convencer a la sociedad portuense que llegado el momento ella es capaz de tomar el timón de la gobernabilidad.

Y ese paso tan trascendental es el que yo no veo que sea capaz de ejecutar el PSOE portuense. ¿Me equivoco?, es probable. ¿Mantengo que este PSOE no tiene al líder ni tiene mimbres para dirigir los destinos de una ciudad que se la juega? Lo mantengo.

No encontraría interlocutor Carlos Alonso en Marco González. Interlocutor con el que poder entenderse, obviamente. Hallaría, como muchas veces ya ha ocurrido, un PSOE en la alcaldía sembrador de trabas, muchas trabas.

Lo dicho. La radicalización del PSOE nacional (podemización) es venenosa para el país. La gansada del PSOE local en muchos de sus planteamientos es también un hecho sumamente preocupante para el Puerto de la Cruz. ¿Por qué? Creo que la ciudad necesita de un PSOE fuerte, constructivo. ¿En la oposición? Sí. Pero si lo tenemos en la oposición, y además se encuentra carcomido por el sectarismo y, como señala Sánchez, viendo en el PP a un enemigo, la cosa, ciertamente, se complica en demasía.

Ay, PSOE, ¿acaso te molan los asalta capillas?

ECUADOR DEL MANDATO (1)

Salvador García Llanos

Se han cumplido dos años del presente mandato municipal y no parece que exista mucho entusiasmo para presentar balances. El Puerto de la Cruz no es una excepción y la mitad del ciclo se cruza sin alardes. Ni gobierno ni oposición están muy dados a prodigarse, unos con logros para hacer propaganda y otros con ánimo fiscalizador bastante menguado. Cuando se vengan a dar cuenta, dentro de poco, ya contarán el tiempo que resta: entre compromisos políticos, celebraciones de obligado cumplimiento y fiestas de guardar, 2019 aparecerá en el horizonte y todo cobrará ritmo de apremio, el que marcan ciertas necesidades y las voluntades que saltan de la renovación a la reelección, pasando por frustraciones, discrepancias, luchas, afanes, especies y maledicencias de la vida municipal. La política local sigue inalterable en algunas cosas características, con su carga de murria, con vocación rutinaria, sin que haya variables de gran fuste o de elevada consideración.

Tras dos años, llama la atención que aún no se conozca el contenido de la alianza política que permitió a Lope Afonso (PP) acceder a la alcaldía. No es la primera vez que sucede: ya en el pasado, en pactos de las mismas organizaciones políticas (Partido Popular y Coalición Canaria) en el ámbito local, se dio la misma circunstancia. A estas alturas, cuando se supone que la transparencia es una exigencia, deberían haber intentado, al menos, una presentación o un texto de mínimos. De hecho, Afonso anunció en un pleno que se haría público el documento. O no lo han redactado o no hace falta. Siquiera para salvar las formas, para evitar que se dijera que lo único que importaba era asegurarse el reparto de las concejalías y de las retribuciones. A pesar de ello, bastante bien han escapado: no ha habido gran repercusión en ese ámbito. Se ve que al ciudadano le importan más otras cosas, no lo que se quiere hacer con su municipio, su forma de gobernarlo y cómo administrar sus recursos. En ese sentido, la parsimonia y la indolencia de los portuenses empiezan a ser clamorosas.

No hubo censura, por cierto, como revoloteó su fantasma durante unos cuantos meses del primer año. 

Hasta en eso ha salido beneficiada la actual alianza gubernamental. Pese al costo interno que ha significado para Coalición Canaria, si bien quedaron despejadas las incógnitas a raíz de la ruptura de su alianza con los socialistas en el Gobierno autónomo. El camino allanado para quienes se oponían a un pacto de otro signo, acaso motivados por diferencias políticas y personales inducidas desde dentro y desde fuera, hasta alcanzar niveles de incompatibilidad. Pero el antecedente desde el punto de vista de funcionamiento partidista no es nada bueno. Aunque, respetando -como siempre hacemos- la vida interna de las organizaciones políticas, ese es otro debate del que quizá un día nos ocupemos.

Tampoco hay presupuesto. No vale con decir que otros muchos ayuntamientos están igual o que se está a la espera de algunas determinaciones de otras instancias para preparar las cuentas públicas, mejor entendido, las cuentas de todos. Algunos ajustes para ir cancelando préstamos u operaciones de tesorería han valido, según se ha explicado, para ir aliviando las obligaciones financieras, pero no sabemos hasta qué punto inciden en la deuda estructural, sobre todo si, por otra parte, aumentan las dosis de clientelismo para el Capítulo I y el gasto descontrolado en ciertos capítulos presupuestarios. Otros ayuntamientos canarios y españoles también se han congratulado de reducciones de los saldos de la deuda pública; habrán operado en direcciones similares. Falta ahora que se nos diga cuáles son las medidas para evitar caer en situaciones similares a medio y largo plazo o en hipotecas y en qué notarán los ciudadanos esas mejoras. ¿Rebajarán el IBI, por ejemplo?

Hay una curiosa doble sensación experimentada al cabo de dos años: por un lado, la mayoría de las actuaciones que el gobierno local ha acometido han sido fruto del concurso de otras administraciones pública, especialmente, del Cabildo Insular. Nadie puede negar la sensibilidad de esta institución, principalmente, de su presidente. Nada que objetar, entonces, a la que puede ser una buena y fructífera relación. Son muchísimos los ciudadanos que se quejan, entre complejos y victimismos, de abandono e insensibilidad por parte de gobernantes de otras instituciones, a los que también se culpa de los atrasos o de los desfases apreciados en la ciudad frente a otras localidades que se han desarrollado, cuando menos, a otro ritmo. Quizá, por fin, se dieron cuenta en el Cabildo de que llegó el momento de acreditar lo contrario, de ahí que se haya volcado. Bien es verdad que aún se esperan soluciones en asuntos tales como la estación de guaguas o la piscina deportiva municipal. Del proyecto el puerto del Puerto, ya no se habla tanto, acaso para impedir más confusión o más escepticismo.

Por otro lado, está la inquietud demostrada por amplios sectores de población que, principalmente en redes sociales, ha criticado desidias y estampas múltiples de falta de mantenimiento o diligencia y ha apremiado soluciones, con fotos que prueban y juicios críticos que ponen en evidencia sus razones. Esto no entra en contradicción con alguna idea expresada anteriormente: la preocupación por lo más próximo, por lo cotidiano, por lo transitado a diario, es muy superior a debates políticos que parecen dejar a sus protagonistas o promotores, aunque sea sobre cuestiones básicas o elementales. Es positivo que los ciudadanos reaccionen y cuando vean que las situaciones de abandono y desarreglos se prolongan, expresen sus quejas y sus demandas. Que lo hagan, además, con educación y corrección, en medio de tanta difamación y de tanto insulto como circulan impunemente, es de agradecer.

Que no se engañen quienes crean que los golpes de imagen, los titulares mediáticos favorables y algunas actuaciones efectistas -saludadas con alarde propagandístico digno de mejor causa- han ido propiciando una mejor impresión y un clima político de mayor simpatía o con descendencia. Que no se engañen -aunque todo eso sirva de base para una proyección individualizada o de avances positivos en la gestión- porque el malestar ciudadano existe y no parece que remita. Especialmente en barrios donde, salvo excepciones como el arreglo de la calle Tegueste, en Punta Brava, las carencias y los problemas de mantenimiento se han ido agudizando.

Otra cosa es que el malestar vaya acompañado de una impresión escéptica, es decir, de no ver alternativa. Pero eso, junto a cuestiones de las que también hay que ocuparse, es materia de otra entrega.

(Continuará)

EL IDEAL DE LA EJEMPLARIDAD PARA REFORMAR LA VULGARIDAD

Iván López Casanova

¿Puede crecer y robustecerse una persona, una sociedad, sin un ideal? Mi respuesta es negativa. Pero no solo la mía. Javier Gomá, que dictó una conferencia titulada “La imagen de tu vida” el 20 de junio en el Real Casino de Santa Cruz, afirma: «Una sociedad sin ideal está condenada fatalmente a no progresar, a repetirse, y a la postre tiende a involucionar».

Y para la vida personal, sirva también la reflexión de don Miguel de Unamuno, quien con su estilo punzante lamentaba el cansancio de tantos que comenzaron su existencia con brío, pero a los que pronto se les desvanecen los ideales «y se dedican a escardar las berzas de su jardinillo interior, el de su alma congestionada de ramplonería. (…) ¡Y qué pronto se ramplonizan aquí los exjóvenes, Dios mío!».

El diagnóstico de Gomá se puede resumir en que el último ideal fecundo fue el que nació de la modernidad. Así, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, el hombre descubrió el valor de la subjetividad y que era fin en sí mismo –en la expresión de Kant−, e inició una lucha para conquistar sus derechos como ciudadano libre. En este sentido, el ideal moderno consiguió la libertad política, la Democracia, sus Derechos e Instituciones.

Pero una vez alcanzado esto, desde los años sesenta del siglo XX, aquel ideal libertario y moderno ha caducado, y resulta un sinsentido confundir la libertad política con la emancipación personal. Además, la libertad no constituye la ética, sino solo su preámbulo −sin ella no hay moral−, pues la libertad se puede usar bien o mal, hacer un uso que nos emancipe y resulte civilizador o utilizarla de una forma nada ética, de manera que nos empobrece y contribuye a la barbarie.

Ahora bien, aunque ese ideal libertario no sea contemporáneo, pues no genera creatividad ni ilusión, resulta, de hecho, el ideal hegemónico y coetáneo en muchas parcelas de la cultura de masas. Por ejemplo, en Holliwood, donde siempre presentan modelos que airean en público las vergüenzas más vulgares. Y también en nuestras televisiones. A esto se refería Gomá en una entrevista: «La cuestión no es sólo ser sinceros, como en esos programas de telerrealidad en los que el valor supremo es decirse las cosas a la cara. ¿Y con eso quedas redimido de cualquier insulto u ofensa que digas? Yo prefiero que no me lo digas a la cara, y que refines tu punto de vista. No se trata de ser sincero, sino de ser virtuoso y elegir formas superiores de vida, no sólo las más primarias».

En consecuencia, Javier Gomá propone un ideal de recambio, la Ejemplaridad pública, para reformar la vulgaridad dominante en las sociedades democráticas. Y califica de cobardía moral a la resignación ante ese tono vulgar.

Admiro a Gomá por superar el escepticismo decepcionado con su ingenuidad aprendida, por su arrojo filosófico para querer saber y no solo preguntar, por plantear la necesidad de ser libres juntos, por su audacia para proponer educar el corazón y adquirir una visión culta, por su altitud de miras al aspirar a lo sublime, por implicar a todas las personas en su propuesta de ejemplaridad, por su buen humor –por su chistemalismo−, por su ideal cosmopolita que destaca lo que une a todos los seres humanos –su antropología de la mortalidad compartida− y no lo que nos separa –ser varón o mujer, de aquí o de allá, creyente o no creyente…− y por su valentía para escribir sobre la esperanza y sobre la superejemplaridad de Jesús de Nazaret en este mundo desencantado.

Pero este tuit de @Xayme, me parece el mejor resumen: «Pasando la mopa, tendiendo ropa, limpiando los baños, pienso en que la filosofía de Javier Gomá me permite ser sublime haciendo todo eso». Lo sublime y lo ordinario juntos: la ejemplaridad al alcance de todos.

Iván López Casanova, Cirujano General.

Escritor: Pensadoras del siglo XX y El sillón de pensar.    

MI ÁNGEL

Gloria Esther Valladares

Mi ángel eres tú!
Cuando estoy perdida,
En la soledad de mi cuarto
Mi alma se eleva
Hacia donde tu estas.

Y nos encontramos!
Me recibes con tus brazos abiertos,
De nuevo.
Te apareces en mis sueños…
Arrullándome en tu regazo!
Calentándome con tu calor.

Tu mi ángel….
El que quiero yo!
Apareces cuando menos lo espero…
En la mirada de alguien al pasar,
En la sonrisa sincera de un niño al jugar.
En todo momento te siento….

En cada gota de lluvia al caer…
En un rayo de sol…al amanecer…
En la brisa fresca del mar
Que te moja al pasar…
Así llegas tú,  inundando mi vida!

Vas dejando tu aroma en mí ser,
Deshojando las rosas más bellas
Que nacen y florecen
Del jardín de tu amor!
Si mi ángel de amor, eres tú.

Mi Ángel

UNA NUEVA APORTACIÓN AL PATRIMONIO DOCUMENTAL

Javier Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL

Cartas Diferentes: Revista Canaria de Patrimonio Documental, bajo la dirección de Manuel Poggio Capote, responsable del Archivo General de La Palma, Cronista Oficial de Santa Cruz de La Palma e investigador con una amplia trayectoria, dispone de un amplio consejo de edición y asesor desde diversas instituciones culturales y el patrocinio del Cabildo de Gran Canaria, Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac), Cabildo Insular de La Palma y el Ayuntamiento de Breña Alta.

Cartas Diferentes alcanza el número doce y recoge con gran acierto las publicaciones que derivaron de las III Jornadas de Fotografía Histórica de Canarias: Fotografía, Identidades y Turismo. En ese sentido, aglutina una serie de artículos de numerosos expertos en el tema con investigaciones que guardan relación con la imagen de Gran Canaria proyectada durante la Edad Moderna antes de la aparición de la cámara fotográfica, tal y como expone Germán Santana Pérez. Otras aportaciones nos sitúan ante el escenario de islas como Lanzarote y su importancia como enclave para el rodaje de diversas películas, ubicándose en el periodo comprendido entre 1965 a 2015 un total de 46 largometrajes de ficción en tal isla, definiendo tal investigación Mario Ferrer Peñate, Miguel Ángel Martín Rosa y Arminda Arteta Viotti. Por otra parte, la labor de recuperación de las tradicionales artesanales de Gran Canaria encuentra su espacio a través de un artículo sobre Néstor Martín-Fernández de la Torre a cargo de Antonio Daniel Montesdeoca García. Otra interesante aportación estará a cargo de Margaret Hart Robenson, definiendo líneas de interpretación respecto a la imagen que transmite la fotografía desde la perspectiva del turismo en una isla como Gran Canaria, destacando, entre otros aspectos, la labor de la Fedac para reconstruir el perfil de la isla en épocas pasadas. Del territorio y su evolución se ocuparía Josep Pérez Pena en su aportación en torno al turismo de masas bajo el hilo conductor de la Costa Brava. Importante trabajo también sería realizado en el estudio dedicado a las fotografías de la Guerra Civil descubiertas en el Archivo Municipal de Arucas, tal y como describe Antonio Manuel Jiménez Medina. Respecto a la fotografía y su primera aplicación en Gran Canaria realizaría un estudio Gabriel Betancor Quintana. Por otra parte, la imagen de la isla de La Palma en el contexto de 1900 a 1960 como herramienta de promoción y como parte identificativa de sus habitantes estaría a cargo de Víctor J. Hernández Correa y Manuel Poggio Capote. Asimismo, Juan José García del Toro aporta una reflexión en base a numerosas fotografías históricas encargadas de transmitir la imagen turística de Gran Canaria junto al desarrollo en tal sector económico.

La segunda parte de la revista se estructura en torno a tres estudios, recogiendo la aportación de Ana Viña Brito en torno al juego de naipes como parte de ocio en nuestro territorio en el siglo XVI; el estudio y transcripción de una ordenanza de Francisco Bautista Benítez de Lugo Arias y Saavedra, en 1774, por parte de Rosario Cerdeña Ruiz y, por último, la aportación de Francisco Javier Castillo en relación a George Glas y las referencias que aparecieron en The gentleman's magazine sobre nuestro archipiélago en el contexto de finales del siglo XVIII.

Cuatro reseñas y siete noticias cierran una publicación consolidada como un referente anual en el ámbito del Patrimonio Documental. Enhorabuena a todas las personas e instituciones que colaboran en la conservación y difusión de una riqueza documental que define una parte importante de nuestra trayectoria.  

EL MANIFIESTO POR LA PAZ, UNA OBRA EN EL RECUERDO

Antonio-Pedro Tejera Reyes

“La profesionalidad en el sector turístico tiene que tener una sólida base de conocimiento-tos, donde la importancia del humanismo está conjugada con la técnica. Donde no haya paz, no puede haber turismo”.


UN IMPORTANTE TRABAJO POCO RECONOCIDO

Corría el año 2001, cuando en la Villa de la Orotava, en los históricos salones de su Liceo Taoro, se impartió una maestría sobre Calidad Turística-Ambiental Sostenible y Promoción de la Paz, con el apoyo irrestricto del excelentísimo ayuntamiento de la villa, en ese entonces presidido por el ilustre orotavense, Isaac Valencia Domínguez, y cuyo concejal de cultura era el actual alcalde, Francisco Linares García.


Autoridades de la UNIVERSIDAD PARA LA PAZ, junto al alcalde de la Villa de la Orotava y un grupo de destacadas personalidades canarias, durante el acto de inauguración oficial de la maestría comentada, en el salón noble de la corporación. F/CIESTCA.

La maestría, bajo nuestra dirección ejecutiva, estuvo impartida por prestigiosos profesionales con categoría internacional, algunos desplazados a Canarias para participar en este programa, el cual no tenía antecedentes en la gestión de la UNIVERSIDAD PARA LA PAZ, organismo creado por las Naciones Unidas, ONU, en el año 1980.

Se gestó este acontecimiento gracias a un convenio celebrado entre la citada universidad y el Instituto Superior de Estudios Turísticos Internacional, un centro de enseñanzas no regladas autorizado por el Ministerio de Educación y Ciencia de España, en el año 1975.


Convenio entre la Universidad para La Paz, UPAZ, de las Naciones Unidas, y el Instituto Superior de Estudios Turísticos Internacionales, para instalar en la Villa de la Orotava, Tenerife, el MASTER CALIDAD TURÍSTICA-AMBIENTAL SOSTENIBLE Y PROMOCIÓN DE LA PAZ, impartido en los años 1999-2012. Francisco.

Barahona (centro) y Antonio-Pedro Tejera (derecha) firman el documento, junto a Felipe Matos, dirigente en la citada universidad, en su sede de Costa Rica. f/Upaz.

Fueron muchos los logros que se consiguieron con estos estudios, el Cabildo de Tenerife becó a un buen número alumnos para que realizaran unos importantes trabajos dentro de sus planes de actuación, apoyados en las materias que componían el citado máster, y aceptado por los organizadores, cuyos resultados fueron en su día debidamente aprobados y entregados a las citadas entidades, y al Cabildo de Tenerife.

Uno de los memorables documentos emitidos dentro de este señalado evento, que tuvo una extraordinaria difusión internacional, vamos a transcribirlo íntegramente, pues su vigencia es absoluta, en la actualidad.

MANIFIESTO DE LA OROTAVA

El MANIFIESTO DE LA OROTAVA, sobre la DECLARACION POR LA PAZ, ha sido elaborado por los componentes del programa MASTER EN CALIDAD TURISTICA-AMBIENTAL SOSTENIBLE Y PROMOCION DE LA PAZ, Diplomados Universitarios y Técnicos en Empresas y Actividades Turísticas, bajo la dirección de la profesora LL. M. Marie-Laure Lemineur, funcionaria de la Universidad para la Paz, de las Naciones Unidas, como un resumen del módulo impartido dentro de este programa, bajo el título: Recursos Humanos y Educación para la Paz, durante el mes de Octubre del año 2000, en la Villa de la Orotava, Tenerife, Islas Canarias.

Veamos su texto.


Pilar Parejo, Consejera de Turismo del Cabildo Insular de Tenerife, interviene en el acto de clausura de la maestría sobre Calidad Turística-Ambiental Sostenible y Promoción de la Paz, ante las autoridades del instituto canario, y la Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, acto celebrado en la Villa de la Orotava. Año 2002. F/ CIESTCA.

1.- ES NECESARIO DIFUNDIR UNA CULTURA DE PAZ A TODOS LOS NIVE-LES DE LA SOCIEDAD CON EL FIN DE ALCANZAR EL DESARROLLO SOS-TENIBLE QUE EL MUNDO NECESITA PARA SU SUPERVIVENCIA.

2.- SE HACE PRECISO UNA TOMA DE CONCIENCIA DE LOS ORGANISMOS PUBLICOS, LAS EMPRESAS PRIVADAS, PROFESIONALES, TECNICOS, Y TODA LA MASA SOCIAL EN GENERAL, SOBRE LA NECESIDAD DE IMPUL-SAR UNA CULTURA DE PAZ DESDE LA PROPIA ESCUELA PRIMARIA, EN TODOS LOS PAISES DEL MUNDO.

3.- LA EDUCACION PARA UN MUNDO MEJOR EN EL CUAL SE PUEDA VIVIR EN PAZ, HACE IMPRESINDIBLE QUE LA CULTURA DE PAZ, SE PROPICIE EN TODOS LOS ESTAMENTOS DE LA SOCIEDAD.

4.- UN MUNDO EN PAZ, SERA “LA TIERRA PROMETIDA” DONDE EL MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE VALORES ACOMPAÑARÁN LAS MÁS EXITOSAS ACCIONES PARA CONSOLIDAR EL TURISMO INTERNACIONAL COMO FUENTE ORIGINARIA DE UNA CULTURA DE PAZ: SE ESTIMA, SE VALORA Y SE RESPETA, LO QUE SE CONOCE.

5.-  EL TURISMO SOSTENIBLE, EL CUIDADO Y LA CONSERVACION DE LA NATURALEZA, DE LAS TRADICIONES SECULARES DE LOS PUEBLOS, Y DE TODO EL ENTORNO CULTURAL DE LOS HABITANTES DEL MUNDO, SON ABSOLUTAMENTE NECESARIOS PARA DESARROLLAR UNA EDUCACION PARA LA PÀZ.

6.- CONDENAMOS LA VIOLENCIA, EN LA PALABRA Y EN LA OBRA, COMO SIGNO EVIDENTE DEL SUBDESAROLLO DE LOS PUEBLOS, ENEMIGA DE LA PROSPERIDAD Y DEL PROGRESO, ORIGINARIA DE CONFLICTOS, Y MUESTRA PERENNE DE UN MUNDO INSOLIDARIO Y CORROMPIDO.

UN COMENTARIO NECESARIO
Las dudas que pueda suscitar este manifiesto publicado hace ahora 17 años atrás, quedan muy bien aclaradas en su contenido. Jornadas de intensa emoción y debates con muchos pareceres, dieron a la luz diferentes proyectos de un alto contenido pragmático, que activaron las réplicas de los que se sintieron afectados por su oscura actividad frente a estas claras razones expuestas que hacían peligrar ideologías contrarias a su base, ya que quedaban obnubiladas por la claridad de la contundente realidad de cuanto en el manifiesto se expone.


La profesora Marie Laurie Lemineur, de la Universidad para La Paz (centro de la fotografía) junto al grupo de técnicos en turismo participantes en la maestría citada, y miembros del Rotary Club de Puerto de la Cruz, durante su intervención en el citado club con la conferencia “Turismo y Paz” en la ciudad de Puerto de la Cruz. Hotel Botánico. Año 2000. F/ CIESTCA.
 
No fue solo este documento el nacido en ese memorable master, como los más de sus treinta graduados conocen, publicaremos en breve otro que tiene que ver, muy de cerca, con esta celebración del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, declarado por las Naciones Unidas y gestionado por la Organización Mundial del Turismo.

Hechos y realidades incontrovertibles, que como dijo el célebre Antonio Machado: “La verdad es lo que es, y será siempre verdad, aunque se mire al revés”.

En camino de la enseñanza turística nació lleno de espinas, y transitar por él ha sido una aventura de la cual algunos podemos sentirnos orgullosos. Hemos llegado.

Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT.