Lorenzo de Ara
Mantener al PSOE lo más alejado posible de la alcaldía.
Imperiosa obligación del gobierno PP-CC si la apuesta es continuar avanzando
(no todo lo rápido que se desearía) por la senda del progreso. Lo mismo con
ACP, aunque Jonás González ve pronta la época en la que su formación estará en
labores de gobierno. (¡No quiero oír una risa!)
“Lo que necesita este municipio después de tanto tiempo de
mirar por el retrovisor, buscando culpables y practicando el victimismo, es un
gobierno que lleve la iniciativa, que tenga sus oídos puestos en la ciudadanía
y que lidere los asuntos que afectan más directamente a los portuenses”. Lo
afirma Marco González. ¡Uf! “Solo cuando los socialistas recogen esos temas en
cada sesión plenaria es cuando el gobierno parece que despierta de su letargo
que ya dura demasiado si tenemos en cuenta que este municipio necesita de un
gobierno dinámico para afrontar comprometido el presente y el futuro de la
ciudad”. Es el mimo líder mesiánico de la orquesta del rojerío portuense. ¡Uf!
“La oposición socialista, o más bien las propuestas del Grupo Municipal
Socialista están marcando el ritmo del gobierno. Los socialistas consideran que
no están haciendo oposición, “porque precisamente no hay nada a lo que
oponerse, porque este gobierno básicamente no propone nada”. Ya saben ustedes
el nombre del concejal que pontifica. ¡Uf!.
Marco González informa a los portuenses que el socialismo
local tiene un mago capaz de hacer el milagro. ¿En qué consiste el milagro? Muy
sencillo. González (Marco), haciendo ¡tatachán!, pidiendo redoble de tambores,
brotado en el balcón de la casa consistorial, a lo mejor con un disfraz, no sé,
Espartaco, y tras convocar al pueblo, oh, pueblo de izquierda tan ávido de ver
a Marco en la alcaldía, sin varita o con varita (mejor con varita), arreglaría
en un santiamén los muchos (¿son muchos, Marco?) problemas que mantienen al
municipio inmerso en el apocalipsis político, cultural, económico, social,
turístico y, por supuesto, también en el desbarajuste neuronal.
Tras el tatachán (repito) del líder incontestable del PSOE
que con 7 se ve incapaz de silenciar a Asamblea Ciudadana Portuense (AC), que
con tres ediles gana en propuestas presentadas a pleno, o casi, es menester que
abordemos con un mínimo de rigor lo que tiene la ciudad en la bancada
opositora. Y lo que tiene es un batiburrillo de desahogo político. ¿Qué? Sí.
Verán ustedes. A estas alturas de la historia, hacer creer a la sociedad y a
los pocos lectores de que este gobierno está instaurado por tablajeros del
bienestar social, chupatintas sin un mínimo de sensibilidad humana, u hombres y
mujeres que piensan en llegar a fin de mes para ingresar en sus respectivas
cuentas un salario tras otro, en fin, a mí por lo menos me produce pereza. De
una oposición deberíamos esperar ser alternativa de gobierno, y no un cortejo
de mamporreros que declaran la guerra al Cabildo, matraquean con soflamas
fastidiosas, y en Facebook se agrupan para (hablo del PSOE) mostrar la unidad
de los jinetes del apocalipsis (que en el Puerto de la Cruz no son cuatro, sino
siete).
El PSOE es necesario en el Puerto de la Cruz. Por ejemplo,
cuando llega el Carnaval.
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