Juan Antonio Gómez Jerez
La susceptibilidad es una característica de la personalidad
que hace que, quien la padece, sea muy sensible a las acciones, actitudes y
comentarios de quienes los rodean.
Puede ser normal que estas personas tengan mucho miedo al
rechazo o a las burlas y suelen reaccionar de manera agresiva o negativa contra
las personas que no las tratan como ellas creen que merecen. Puede que este tipo
de personas carezcan de sentido del humor y de tolerancia a las bromas o a las
críticas.
Todos en algún momento dado podemos estar, por alguna
razón, en esta situación de alta susceptibilidad, y, de hecho, en algún momento
lo hemos estado y quizá no nos hayamos dado cuenta.
El mayor problema para estas personas con alto nivel de
susceptibilidad, no es sólo que no sepan aceptar el rechazo o las burlas, sino
que pueden ver ataques en los demás que solamente está en su imaginación.
Podríamos ver que algunas de estas personas pueden tener
una manera de pensar un tanto retorcida, en el sentido de que siempre están a
la defensiva y buscando cualquier mínima pista que les indique que alguien está
intentando hacerles daño. Analizan cada mirada, cada palabra y cada gesto de
las personas que están a su alrededor buscando segundas intenciones de las que
protegerse. Constantemente están de forma vigilante y suelen saltar ante la
menor provocación, así sea real o imaginaria.
Hay que tener en cuenta que lo que estoy explicando aquí,
está visto para una situación de alta susceptibilidad, recordar que todos en
algún momento podemos estar en esta situación, incluso podemos no darnos
cuenta.
Siempre que sea posible y nos encontremos con una persona
así en nuestro entorno, podemos tener la opción de ser prudentes, e incluso, si
la confianza es relevante, hablar del tema sin que perciba ningún tipo de
hostilidad por nuestra parte.
Esta manera de comportamiento en estas personas con alto
nivel de susceptibilidad, puede traerles graves complicaciones, tanto en salud
mental debido a los altos niveles de ansiedad a los que se ven sometidos, como
en sus relaciones interpersonales, llegando a verse seriamente afectados a
nivel familiar, sentimental o laboral.
La persona con este tipo de característica de personalidad
no suele aceptar que es así y suelen achacar a los demás toda su problemática
en las relaciones interpersonales. Niegan que posean ese tipo de personalidad y
las explicarán según su enrevesada forma de ver la vida.
Para poder identificar e incluso poder ayudar, hemos de
recordar que este tipo de personas son excesivamente críticas con ellas mismas
y con los demás. Las características más relevantes y más visibles son: la alta
exigencia, atribución externa a sus problemas, hipersensibilidad al rechazo,
suelen ignorar los halagos, pueden llegar a ser egocéntricos y emocionalmente
frágiles.
Sin ninguna duda, las personas que más sufren este tipo de
problemática, son las mismas que pueden padecer este trastorno o personalidad altamente
susceptible.
Si nos damos cuenta de que podemos estar en esta situación,
estaría bien poder pedir ayuda profesional y si vemos que alguna de las
personas de nuestro entorno más cercano se identifica con este tipo de
personalidad, creo, que estaría bien aconsejar y ayudar a aceptar la situación,
así como, la visita a los profesionales pertinentes.
Toda la tolerancia y apoyo no está de más.
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