Evaristo Fuentes Melián
Una de las anécdotas de ANITA, con su sempiterno estanco,
al cual nadie lo menciona cómo en realidad se llama oficialmente--LAS
ANTILLAS--es que por 1953 o 1954, bajamos tres o cuatro jovenzuelos, desde la
zona de la Torrita, por el cauce del barranco de Araujo hasta acceder a la
Plaza del Kiosco, al estanco de Anita, y compramos una cajetilla de
cigarrillos, marca JABALONA, rubio, a cuatro pesetas la cajetilla.
Y otra anécdota: es la que me pasa por wasap, un amigo
común orotavense, con un cierto sentido del humor aceptable, aunque no sé si
oportuno...
Me dice este amigo que: "ANITA TUVO UNA MUERTE
DULCE". (¡!)
Sin más comentarios, Un saludo de...
Nuestra amiga Anita, que descanse en paz |
ESPECTADOR
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