Teresa González
Un regalo de 15
en la poesía
me diste, vida.
Sin fiesta ni elección
comenzó a brillar
un diamante en mi cabeza
contra corriente, contra pobreza;
inconsciente de su grandeza,
de su irrenunciable compañía.
Cargaste mis hombros
cuando todos dormían
y relajaste mis ojos
cuando la luz se moría.
Estás frente a mí,
sabana que me hechiza
a caminar por tus tierras de sal,
a llenar mi parcela hoja en blanco.
Hiciste tu parte,
hoy me toca a mí,
diamante de 15 junios,
sin mejillas florecidas,
sin aviso, sin clausura,
cuando recién florece
en la estación 51.
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