Lorenzo de Ara
La deriva sin freno y en caída libre del PSOE hacia
posiciones radicales causa un daño terrible a España. Lo llaman podemización
del partido en manos gran líder mesiánico, Pedro Sánchez. Su tropa,
hombres-masa, están con él en la labor de destrucción total del PSOE que
conocíamos y respetábamos. Quieren, anhelan, se extasían solo con pensar que
Podemos, en una cama redonda, haga posesión del cuerpo socialista por entero.
El macho Alfa, ya saben, Pablo Iglesias, más activo que con Izquierda Unida
cuando la fagocitó, pasará la lengua y rozará su piel con Sánchez en la
conjunción de dos poderosos del extremismo bendecido por una parte de la
sociedad que, sí, hay que admitirlo, también está postrada ante el dios de la
arlequinada.
Pero si el PSOE nacional es ya un navío a la deriva, ¿qué
decir del socialismo local? Insistir en su declinación sería redundar en una
obviedad cristalina e irrefutable.
El ejemplo válido de la decadencia socialista está en el
recordatorio que a diario hace el partido sobre los resultados obtenidos en las
pasadas elecciones municipales. ¡¡¡Ganamos!!! ¿Y? ¡¡¡Que ganamos!!! ¿Y? La
realidad que es que ganaron (por un puñadito de votos) para ocupar la
oposición. En ella están. Oposición de la que espera el gobierno mucho más.
Mucho más en positivo.
Y no seré yo el que quite un ápice de protagonismo a la
oposición. Es más, diré siempre que a la oposición hay que tenerla
permanentemente informada e invitada a participar de todo lo bueno que se está
obteniendo para la ciudad. Una oposición que más allá de fiscalizar y controlar
al gobierno (¡bravo!) debe también convencer a la sociedad portuense que
llegado el momento ella es capaz de tomar el timón de la gobernabilidad.
Y ese paso tan trascendental es el que yo no veo que sea
capaz de ejecutar el PSOE portuense. ¿Me equivoco?, es probable. ¿Mantengo que
este PSOE no tiene al líder ni tiene mimbres para dirigir los destinos de una
ciudad que se la juega? Lo mantengo.
No encontraría interlocutor Carlos Alonso en Marco
González. Interlocutor con el que poder entenderse, obviamente. Hallaría, como
muchas veces ya ha ocurrido, un PSOE en la alcaldía sembrador de trabas, muchas
trabas.
Lo dicho. La radicalización del PSOE nacional
(podemización) es venenosa para el país. La gansada del PSOE local en muchos de
sus planteamientos es también un hecho sumamente preocupante para el Puerto de
la Cruz. ¿Por qué? Creo que la ciudad necesita de un PSOE fuerte, constructivo.
¿En la oposición? Sí. Pero si lo tenemos en la oposición, y además se encuentra
carcomido por el sectarismo y, como señala Sánchez, viendo en el PP a un
enemigo, la cosa, ciertamente, se complica en demasía.
Ay, PSOE, ¿acaso te molan los asalta capillas?
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