GRACIAS A LA DIRECCIÓN DE EL DIA Y A QUIENES, NOS POYAN

Esteban Domínguez

Me han llamado muchas personas, agradecidas, por la labor desarrollada durante más de 40 años en el Periódico EL DIA.

Bueno como en la viña de Señor hay de todo, a unos les gusta, que llamemos  las cosas por su nombre, y otros de enfadan. De cualquier manera, agradezco, su apoyo, pues sin ánimo de lucro, he pretendido una y mil veces más, decir lo que sencillamente, siento, y jamás y nunca, he pedido nada a cambio, al contrario me he sacrificado personalmente por defender a este municipio, porque en él nací. Y hay cosas que hacen los políticos que no me gustan, pues creo que nuestro pueblo necesitan políticos responsables. Que actúen cuando sea necesario, que den la cara. Y que no escondan el “pico bajo el ala”.

Ahora mejor que nunca necesitamos gente competente, que nos apoye, que nos sepa comprender nuestras demanda.

Agradezco al amigo Francisco Fuentes, su interés  por saber desde cuando estoy colaborando  con EL DIA.

Este humilde servidor, jamás ha pedido nada a cambio, y seguiré, mientras no me lo impida doña Mercedes Rodríguez, como directora, de EL DIA.

Aprovecho por otra parte, estas breves  páginas para una vez más pedirles a nuestros políticos, si podemos recuperar los “viejos lavaderos” de La Coronela. Que se encontraban junto a esta vieja “casona” del Siglo XVI.

Pues sería conveniente, no perder las señales del pasado, si así los políticos actuales lo consideran oportuno.

Como decía nuestro historiador don Guillermo Camacho, “es importante adecentar, mejor, pero nunca olvidar las señales de pasado”.

Por el camino de las “vueltas de Tigaiga” con dirección a “Risco Blanco” que nos dirige al barrio de Icod el Alto, vemos como ese “viejo camino real” ha perdido su piedra, que ha sido sustituida por arena y cemento, hasta llegar hasta la casa de “la Punta” donde no hace muchos años, existió, un horno de “bóveda”.

Y así otras cuchas cosas que ha desaparecido de este municipio, pero “querer es poder” dejemos que nuestras autoridades actúen con total firmeza, y que no ser este servidor el “incordianté”.