Tarde te amé
San Agustín
¡Tarde te
amé,
Hermosura
tan antigua y tan nueva,
Tarde te
amé!
Y ves que
tú estabas dentro de mí y yo fuera,
Y por fuera
te buscaba;
Y deforme
como era,
Me lanzaba
sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas
conmigo más yo no lo estaba contigo.
Me
retenían lejos de ti aquellas cosas
Que, si no
estuviesen en ti, no serían.
Llamaste y
clamaste, y rompiste mi sordera:
Brillaste
y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;
Exhalaste
tu perfume y respiré,
Y suspiro
por ti;
Gusté de
ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste
y me abrasé en tu paz.
TARDE ME
DI CUENTA
Tarde me
di cuenta
que con tu
amor me rodeabas
pero yo
estaba ausente
ni
siquiera te buscaba.
Respiraba
ansiosa el aire,
que como
una ofrenda me dabas
pero vivía
sin sentir vida…
en cámara
lenta, avanzaba.
Tuviste
que quebrantarme
para que al fin te buscara
y así
darme cuenta,
que sin ti
no era nada.
Mi clamor
como alarido
de una
fiera lastimada
¡Ven a
lamer mis heridas,
saciar mi
alma atormentada!
Hoy, ya sé
que no fue tarde...
Te alabo y
bendigo
porque
este amor que arde
es el tuyo
que acaricia
a este ser
cobarde
que te
encontró un día
dignándose
mirarme.
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