José
Peraza Hernández (Escritor e Investigador)
La
vida es una quiniela, donde todos estamos en esa lista, pero no sabes cuándo
nos va a tocar el premio, o el sufrimiento, ya que hay premios buenos y malos.
Hace tiempo realice y publique una entrevista, en el suplemento del periódico “EL DÍA”, con fecha el día 6 de octubre
de 2007. Con el titular: “Una profesión mantenida”, los churros de La Vera. Donde
se hablaba desde su comienzo, y de la segunda generación que, regentaba la
conocida por la Churrería de La Vera, de toda la vida, la que sigue en el mismo
lugar de siempre, en la misma carretera general de La Vera, en medio de los tres
municipio, Puerto de La Cruz, Los Realejos, y por último La Vera, del sector de
la Villa de La Orotava.
Hoy procedo a dejar memoria
tercera generación. Lamentamos mucho la pérdida del amigo José Gabriel Gracia
Estévez, quien nos dejó un 25 de octubre de 2011, D.E.P. Él y su esposa
Milagros Álvarez Castro, realizaban la labor de esos excelentes churros, que aprendió
hacerlos de su padre y de su madre, Gabriel Gracias Trujillo y Amelia Estévez
Aguiar. (Primera generación)
Un lamentable desenlace, ocurrió
un 25 de octubre de 2011, donde fallece José Gabriel Gracia (Segunda
generación) Como no podía ser de otra manera, hubo de cerrar la
Churrería, con el fin de tomarse un respiro, por el fatal desenlace. Se nos fue
un amigo, un vecino, un compañero de todos, era una persona muy querida, así
como un gran padre, que velaba por esa gran familia. De este matrimonio hubo un fruto de cinco hijos. El menor de ellos,
Damián García Álvarez, iba mucho con sus padres a ayudarle, su padre poco a
poco, lo iba enseñándole, ya que Gabriel, veía que le gustaba el trabajo. Pues
su padre y su madre, le fueron enseñándole poco a poco, el secreto y el
desarrollo, para que los churros continuarán con esa gran exquisitez y sabor
que les caracterizan, a dichos churros, los que son conocidos en cualquier
rincón de la isla.
En conversación con ambos, Damián
y su madre Milagro, (Tercera generación). Les pregunte, un día que les vi por
fuera de la churrería, si iban abrir de nuevo la misma –Me dijeron que si tenían
pensado abrirla. Pregunte si tenían una fecha en concreto, -Damián y su madre
me dijeron que el primer sábado de la primera semana del mes de noviembre de ese
año 2011A partir de aquí, empieza un
nuevo rumbo. Donde se proceden a abrirse los ventanales, calentando la sartén,
con su buena aceite, para cuando este a punto, vaya dándole veo al timos, y va
saliendo por la boquilla la masa que se convierte en ese sabroso churro, el que
hay que saber la temperatura de la aceite, el color del churro, como las
vueltas que le va dando a esa ruedas. Siguen realizando los mismos productos
que llevaba su padre. Pero hay que decir qué, el ojo del dueño, enseña al (…)
ya qué, su madre está al tanto. Bueno, como habíamos comentado,
ya está en funcionamiento está (Tercera generación). La que sigue pasó a paso, el
negocio entre su hijo y su madre, Damián García Álvarez, quien nació un 21 de
agosto de 1979. Ya que esté junto a su madre, y él, que recibió sus consejos de
sus padres, consejos que se van transmitiendo de padre a hijos. Hay que decir
qué, José Gabriel, a su esposa Milagro Álvarez Castro, también recibieron los consejos
que les dio su padres y suegro Gabriel Gracias Trujillo y Amelia Estévez Aguiar. Me comenta Damián, que la Churrería va bien, que los clientes están muy
contentos, ha recibido muchas felicitaciones, al igual su madre, porque parece,
los clientes no han notado ningún cambión en las manos que están elaborando estos
gustosos y ricos churros.¿Preguntamos a
Damián, que sí siguen con la misma máquina de tus abuelos? –Sí, es la misma, y
la única, fue hecha de modo artesanal, y lleva con nosotros desde que se abrió
la churrería. ¿Me puedes hablar un
poco de los ingredientes? –Sí, encantado; lleva agua de manantial (del madroño)
harina común, sal y levadura. ¿En cuánto al secreto, si lo hay, para que los
churros sean tan gustoso? -El secreto es familiar que consiste en medir muy
bien los tiempos de reposo de la masa, y finalmente, es freír con aceite de
oliva, y en este punto, también hay que tener mucho temple, con la fuerza del
fuego, con el fin de evitar que se queme, o que no se cocine adecuadamente, y
por último ponerle mucho cariño y gusto.
A aquí podemos verles a Damián y
su madre Milagro, donde nos enseña la máquina que usan para cortar las papas
finas.Con estas líneas me despido,
deseándoles la mayor suerte del mundo. Mil gracias por atenderme, y Aprovecho esta
ocasión para enviarles un cordial y afectuoso saludo, con mis mejores deseos.
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