Esteban Domínguez
Una vez más la calle la Alhóndiga del Realejo
Bajo está en obras, no sabemos cuando van a durar, ni nadie nos da
explicaciones, el “casco Histórico de Realejo Bajo”, parece no tener fin, y así
un día y el otro también.
Curiosidades no faltan en este municipio,
bañado por el mar u la “panza de burro en el norte.
La luz pública donde primero la vemos es el
“poli” de Barroso. Abundancia de fondos debe de hacer en la “hacienda
municipal” para pagar la factura.
Don Manuel Domínguez debe de tomar buena nota, para evitar estos males.
Ya en varias ocasiones se lo he dicho. Tome Vd. una pala mecánica, are el Poli
y el Parque Móvil y plante coles y papas para tantos necesitados que tiene Los
Realejos, seguro que muchos se lo agradecerán, y no sea Vd. como algunos
señores que en campañas electorales y en plenas fiestas de navidad, se dedicaron
a felicitar a los habitantes de este pueblo con tarjetas navideñas en ver de
darle kilos de arroz o litros de aceite.
En
cuanto al “poli” de Barroso, parece que padece una “enfermedad incurable”. Y
Vd. debe de buscarle una “vacuna” que lo cure. Aunque no sea Vd. Doctor.
Los problemas de este lugar se acabarían
si nuestros gobernantes hicieran cumplir
las normas, pero no; el que tiene que aguantar la “tabarra” es el que vive
cerca de él.
Seguro que si Vd. viviera cerca de este
sitio, ya le hubiere buscado solución, salvo que, las bocinas los humos y las
gases desde las 5 de la madrugada, no los oye, los que vivimos aquí, ya estamos
hasta la coronilla de tantas promesas vanas, porque el “enfermo” no mejora.
Y así día tras día, y noche tras noche, y creo
fundamentalmente, que los “plomos” de esos focos de deben de fundir de una vez
por todas, y dejar que los vecinos descansen en paz, pues pagar impuestos,
también nos da derecho a “exigir”. Y lo hacemos con el máximo respeto que Vd. y
su grupo, se merece, pero ya está a punto, que la última gota de agua, reboce
el baso. Velar desde el Ayuntamiento por la salud de los habitantes es un
derecho que todo buen político debe de tener en cuenta. Pues hay quién dice,
que Los Realejos es el pueblo de los “perros” sin que este servidor sea enemigo
de los animales, pero los excrementos que encontramos por calles y aceras, da
ha entender, que las normas no se cumplen y los discos de prohibición nadie los
respeta. Y lo escrito, escrito está.
Y por
último, decir también que desde hace varias semanas, hay depositados en algunos
lugares de este barrio, sacos de basura sin recoger y que Vd. posiblemente, no
lo sabe.
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