Esteban
Domínguez
Parece que el verano ha llegado algo calentito políticamente
hablando, ya que por Madrid doña Ana Botella, anuncia que no se presentará a
las próximas elecciones por la
Capital de España.
Aquí sin embargo se oyen voces en contra de
las proliferaciones del petróleo, mientras la gasolina sigue subiendo de precio,
y la leche baja de precio. Por eso yo casi no entiendo el lenguaje de los
políticos que nos gobiernan.
En mi
pueblo también se oyen comentarios, unos positivos y otros no tanto.
La mar parece que está en calma, pero aún
vemos la plaza de “las flores” que no cambia de aspecto, y es una vergüenza
como la tratan, pero que no seas yo, quien proteste, pues los vecinos cercanos
son los llamados a reclamar, cuando la cosa no funciona, y el Sr. Rivero parece
apuntarse a las procesiones, donde abunda las gentes, pero no convence.
Se nota que el hombre esta cansado, y “casi
derrotado” políticamente hablando. El que tiene ganas de trabajar parece ser
don Carlos Alonso presidente del Cabildo Insular, quién sabe si Fernando
Clavijo puede ser el próximo presidente de Canarias. Un tinerfeño que agrada,
no prepotente, y todo un señor.
Ahora serán las riñas las que hablen,
mientras en Santa Cruz José Manuel Bermudes no las tiene todas consigo,
mientras Francisco Linares en La
Orotava , da la impresión que quiere a la Villa en la que nació.
En el
Puerto de la Cruz ,
se sigue esperando por el puerto deportivo, y otras promesas que desde hace
años, como la nueva Estación de Guaguas, que no llega, y creo que Marcos Brito
tiene que poner toda la Carne
en el asador,
Por los Realejos se habla de mejorar Rambla
de Castro. ¿Hay cuando dinero se han gastado en este paraje natural” ya los
ecologistas se han olvidado del tema?, ¡vaya por cuando se preocupaban con más
tenacidad¡
Y si
seguimos hablando de Los Realejos, el “Casco Histórico” del Realejo Bajo, sólo
le queda el nombre, porque hasta la
Estafeta de Correos la perdió.
Le aconsejo a Don Manuel Domínguez le ponga
el “cascabel al gato” de lo contrario, el ratón se como en queso, y creo que la
cosa no es tan bonita, como la pintan. Un ejemplo de ello, son los viejos
lavaderos de Tigaiga del año 1701, aquello es lamentable, y ni las dos
asociación de vecinos que tiene este barrio, hace algo, por protejerlos.
En fin, compadre Casimiro, si no lo veo no lo
creo, y en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Mucho tendrá que
trabajar don Manuel Domínguez y su equipo del gobierno si quieren darte a esta
Villa un jiro de 180º, mientras tanto a bailar, a bailar… hasta que el cuerpo
aguante, que ya es decir.
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