Lorenzo de Ara
El Puerto de la Cruz es una ciudad que está saliendo
de la larga noche. No está siendo fácil. La parálisis, la ineptitud, el
ninguneo y el ombliguismo, han sido y son factores que deben ser erradicados
para siempre. Pero la ciudad ya ofrece otra cara. Aunque los enemigos del
Puerto de la Cruz (muchos están dentro) no lo quieran reconocer, el municipio
está en condiciones de volver a competir entre las ciudades turísticas con
personalidad propia. Es más, puede y debe reivindicar su papel en la Isla.
Datos apuntan a que el trabajo se está haciendo
correctamente. La afluencia turística en el año 2017 que ya termina, está
resultando magnífica. Tal y como ha señalado la concejal Dimple Melwani en “Las
mañanas con Gente Radio”, el Puerto de la Cruz puede superar los 900.000
visitantes, y dentro de poco tener una cifra de camas turísticas por encima de
las 26.000.
Un recinto de incalculable valor, el Lago Martiánez,
después de años muy duros y aciagos, culminará 2017 con más de 430.000
visitantes, superando ampliamente la cifra del año precedente. Ni que decir
tiene que hay problemas que se ciernen sobre la instalación creada por el
añorado artista César Manrique. La empresa “Ocio Costa Martiánez” debe pagar la
deuda que tiene contraída con el Ayuntamiento, y que supera ampliamente el
millón de euros, pero la ausencia de diálogo, e incluso la tozudez por alguna
de las partes, puede hacer peligrar muchas cosas. Si la empresa quiere pagar y
está dispuesta a dejar atrás la deuda, ¿por qué se impone el muro y el maximalismo?
Yo siempre estaré de lado de la defensa de los intereses de la ciudad (mi
ciudad), pero apelo más que nunca al sentido común.
Los datos turísticos indican que la ciudad vive el
mejor momento de los últimos diez años. Se dice pronto. Y aun así, el Puerto de
la Cruz no termina de despegar del todo. Cierto. Quedan pendientes muchos
proyectos de gran envergadura, así como las pequeñas obras sin las cuales, lo
demás carece de sentido. Mejor limpieza, jardines (500.000 metros cuadrados de
zona verde) que pueden ofrecer una mejor imagen, instalaciones deportivas en
muchos casos con una imagen deplorable (antigua Piscina Municipal), etcétera.
El Gobierno que preside Lope Afonso no aspira al
sobresaliente al finalizar el mandato. Con humildad debería seguir trabajando
por hacer llegar a los ciudadanos que éste es un gobierno cercano, trabajador,
empeñado en no caer en la demagogia ni en la gratuidad del postureo.
Las redes sociales están haciendo un flaco favor a
muchos de los ediles del Partido Popular y Coalición Canaria. En este gobierno
hay estrellas de las redes sociales que confunden muchas cosas. ¿Están a tiempo
de corregir? La respuesta depende del liderazgo de Lope Afonso.
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Por último, el líder del PSOE en el Puerto de la Cruz,
Marco González, al que fuerzo a que continúe con su labor fiscalizadora,
debería aclarar con mucha más precisión por qué este partido, en la oposición
por méritos propios, alerta del peligro en el Ayuntamiento de colapso
administrativo que amenaza proyectos clave de la ciudad. Asimismo, el González
pregunta, “¿ha hecho Lope Afonso una reflexión al respecto después de dos años
de continuo goteo de profesionales de la administración que han dejado la
ciudad para irse a otra administración? Y para dejar clara la situación, afirma
que “o se toman decisiones urgentes o corremos el riesgo de quedarnos sin
apenas funcionarios habilitados para realizar tareas administrativas de las que
depende el futuro de la ciudad, más si cabe si tenemos en cuenta los grandes
proyectos que afronta la ciudad en los próximos años”.
Pero este mes (¿lo desmiente Marco González?) tomaron
posesión nuevo funcionarios. Por ejemplo: técnico para el área de Recursos
Humanos, arquitecta, aparejadora y graduado social. También dos técnicos de
administración general a lo largo de este año. Sin olvidar que hay nueva
Tesorera desde la pasada semana.
¿De verdad corre peligro de parálisis el Ayuntamiento?
Me pregunto quién estará empleando la demagogia, la
mentira, la artimaña y el más absurdo cortoplacismo en la política municipal.
Mientras el Puerto de la Cruz va bien, el PSOE, como
siempre, va a lo suyo. Sin entender, con su líder al frente, que recorrer ese
sendero sólo garantiza pan para hoy hambre para mañana.
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