Antonio-Pedro Tejera Reyes
“El turismo es el primer sector de
exportación del mundo. Es el que más ingre-sos reporta por ese concepto, y da
trabajo a millones de personas en todo el mundo, de forma directa e indirecta…
mejorando la vida de las personas y fomentando el entendimiento entre todos los
pueblos del mundo.” OMT.
EXCEPCIONAL OPORTUNIDAD ÚNICA PARA SU
DESARROLLO
EL CASO VENEZUELA
Llevamos muy cerca de cincuenta años,
escribiendo y publicando, sobre las posibilidades turísticas de Venezuela y su
forma de aprovecharlas y desarrollarlas, para que se haga posible la prédica de
la Organización Mundial del Turismo, OMT: El Turismo es riqueza para la
persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero.
Con este mismo título – Venezuela en la sed
viajera del mundo – publicamos hace ya muchos años (1971), con motivo de la
celebración en este país del congreso anual de la Confederación Latinoamérica-cana
de Organizaciones Turísticas, COTAL, un extenso artículo donde resaltábamos los
valores turísticos del país, y analizábamos las condiciones que en ese entonces
tenía, para aprovechar esa corriente mundial incipiente, que hoy es una
imparable realidad, como recoge la propia OMT en su sobresaliente llamada que
hemos calificado como prédica. Claro está, que ni las condiciones
socio-económicas, técnicas y culturales, son ahora las mismas de aquel
entonces, ni nuestro conocimiento, tanto de las técnicas turísticas, como de
este país, pueden compararse con las que hoy nos ilustran.
Unos conocimientos entonces de lo que podía
ser el turismo futuro y de sus consecuencias, se basaban en predicciones que
algunos eminentes estudiosos del tema se atrevían a diagnosticar, como
Fernández Fuster, Haulot, Berneker, Priklir y su animación turistique, etc., e
incluso con la visión política de Fraga Iribarne. Hoy, todo eso ha quedado en
el pasado. Un cúmulo de experiencias, de éxitos y fracasos, sellan un conocimiento
que fundamentan la existencia de un grupo de expertos que pueden valorar los
recursos turísticos de un país y las estrategias que hay que ejecutar para
ponerlos en movimiento en su beneficio, siguiendo unas bien estudiadas pautas
directivas analizadas en La Cumbre de la Tierra - Río de Janeiro, Brasil 1992 –
y, sin ir más lejos, las orientaciones, recomendaciones y consideraciones, que
se contemplan en las directrices emanadas desde la citada OMT, sobre el turismo
sostenible para el desarrollo, que este año se celebra con señalado éxito
proclamado por la Naciones Unidas.
UNOS ANTECEDENTES ILUSTRATIVOS
Tampoco nuestro conocimiento sobre Venezuela,
tiene nada que ver con el que podíamos ostentar en aquellos lejanos tiempos,
pese a haber asistido ya, en esas fechas, a una convención nacional del
turismo, o haber recorrido algunos cientos de kilómetros de sus carreteras
conociendo Caracas, Barquisimeto, Margarita, algo del Estado Monagas, y muy
poco más.
Hoy podemos presumir de haber recorrido el
país de punta a punta, desde los caños de Tucupita hasta la Península de
Sinamaica, o desde las cumbres de Mérida, en las fronteras colombianas, hasta
la Península de Paraguaná, los litorales de los estados orientales, Sucre,
Anzoátegui… o los occidentales de Falcón o Zulia. Toda una teoría de miles de
kilómetros en un territorio que es el doble que España, y que muy buena parte
hemos recorrido al volante de un “carro”, en el transcurso de muchos días de
carretera con lluvia, con sol, fuertes tormentas, y hasta en algún señalado
caso, con la presencia de un huracán.
Un conocimiento del país que nos dio para
preparar y desarrollar unos programas turísticos de temporada que realizamos
con singular éxito a pesar de lo incipiente que era el tema, y que, debido al
deficiente equipamiento que se disponía en el país en aquellos años ochenta del
pasado siglo, nos hicieran desistir de nuestro empeño en desarrollar un turismo
moderno en aquellos tiempos.
El mundo, la comunidad mundial, sus
apetencias y su calidad de vida, así como las situaciones coyunturales han
cambiado totalmente. Ni tan siquiera se parecen a las que existían en aquel
entonces.
La coyuntura actual que se le presenta hoy a
Venezuela, es comparable a la que fue capaz de levantar a España, en los años
sesenta-setenta de pasado siglo, donde, con una inversión similar a la que
emplearon los EE.UU. con su célebre Plan Marshal, para reconstruir toda Europa
después de la destructora II Guerra Mundial, generada por el turismo, se
consiguió resolver el problema del empobrecimiento de toda la nación.,
devastada por la guerra civil española 1936-1939.
La base para que España se consolidara como
el primer destino turístico del mundo en aquella época, se sustentaba en la
seguridad física de las personas, y en los precios. No había que analizar
mucho, era una realidad más que evidente muy fácil de confirmar. Historia,
playas, nieve y montañas, había de sobra en toda Europa, pero esa seguridad
física que señalamos y los precios de los alojamientos, las comidas, los
servicios, etc., que ofrecía España, eran insuperables.
Con una agresiva política de promoción
turística y unos lineamientos muy bien conformados por el Ministerio de
Información y Turismo español, se consiguió lo que el escritor y profesional
turístico Ángel Palomino, concretó en su “best seller”, El Milagro Turístico
Español.
Una espectacular visión de la espléndida Laguna de Mucubají, en Los Andes merideños, uno de los muchos elementos naturales de las posibilidades turísticas de Venezuela
VENEZUELA EN LA ENCRUCIJADA
Hoy Venezuela puede ofrecer unos precios sin
competencia al mundo del turismo. Una situación que se prolongará en un tiempo
indefinido, y que hay que aprovechar para cumplir con los designios que nos
plantea la OMT: riqueza para la persona, para la familia, para toda la
comunidad… Frente a esto tenemos el
flagelo de la inseguridad que está asolando al país. Se trata simplemente de
resolver esa cuestión, sin más aditivos. El aumento de la productividad
interna, del comercio, la recuperación de la industria, etc., etc., etc., serán una consecuencia de la oferta de una
total seguridad física interna, que producirá, sin ningún lugar a dudas, un
desarrollo armonioso en toda su población que podrá así desarrollar su
potencial humano con todas las garantía posibles apoyadas en las inmensas
riquezas que el país posee en toda la vasta extensión de su territorio, y en su
potencial humano fundamentado en el crisol de razas que, no solo han dado las
mujeres más bellas del mundo, sino un plantel de notables ejecutivos hombres y
mujeres de ciencias, cultura, economía, política, etc., hoy constreñidos y
faltos de la ilusión y el estímulo necesario para apoyar el desarrollo del país.
La situación la tenemos clara. No tiene
vuelta de hoja. La experiencia nos lo dice todo, y el notable ejemplo que
señalamos, no está oculto: está ahí., en un país tradicionalmente de emigrantes
durante todos los siglos de su existencia, España, convertido hoy en todo lo
contrario gracias al beneficioso impulso de la corriente turística mundial que
crece de una forma espectacular, rompiendo año tras año, las más optimistas
predicciones.
Mas de una vez hemos escrito y difundido por
el mundo entero la frase, “Venezuela tiene con que” la cual significa que, sin
menospreciar a nadie, esta tierra de gracia, tiene los recursos necesarios para
apoyar el nacimiento de una corriente turística que servirá para activar su
nivel de vida, su capacidad productiva y el bienestar socio-económico de sus
habitantes.
Espléndida fotografía del Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo, en el Parque Nacional de la Gran Sabana, en medio de los tepuyes del inmenso escenario natural.
UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS
Las bucólicas imágenes de los tupuyes, los
parques nacionales de La Gran Sabana, del Guácharo, Henri Pittier, Sierra de la
Culata, Los Roques, Morrocoy, Mochima, etc., etc., compiten en la temática de
la atracción turística de la naturaleza, con las reliquias históricas de los
lugares ciudades y pueblos que conservan las señales de un pasado que ejercen
un especial atractivo turístico-cultural que, si bien en un pasado reciente
dirigía sus pasos hacía las ruinas de Grecia, Italia, Turquía, etc., ahora
tiene puesta la mirada en nuestra América, donde Venezuela tiene mucho que
ofrecer, signado por la figura de El Libertador, Simón Bolívar, y toda su
brillante campaña de emancificación e
independencia de América. Una auténtica realidad, que Venezuela puede ofrecer
al mundo entero, y que forma parte de un acervo histórico, donde hasta la
Cuadra de Bolívar tiene su protagonismo, en esa Caracas tan pródiga en la
cruzada de la independencia de América, llena de señalados pasajes que sirven
hoy para desarrollar unos perfectos programas turísticos que bien gestionados,
serán, sin la menor duda, parte fundamental de la incorporación de todo el país
a la llamada “revolución social de nuestra época”: EL TURISMO.
Las impresionantes playas de Isla de Plata, en el Estado Anzoátegui de Venezuela, son uno de los grandes modelos de los exuberantes recursos turísticos del país, para su versión de “sol y playa”.
Un triunfo que todos esperamos con la
impaciencia propia de a quienes se nos van pasando los años, y que sabemos está
reservado para los mejores, los que saben entender lo que es la convivencia, la
comprensión, el respeto, la justicia y la razón.
El teleférico más alto del mundo, un atractivo de incalculable valor para el desarrollo del turismo en Venezuela, imagen protagonista del Estado Mérida, en la Cordillera de Los Andes.
Servir es mi ocupación. AMEN.
(Del
Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones
Unidas. ONU).
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