Esteban
Domínguez
El que quiera
uvas que plante la cepa.
El que quiere
trigo y harina, que lo siembre.
El que quiera
gofio, que baja al molino.
El que quiera
vino, que vaya al lagar.
El que quiera
información sobre Viera y Clavijo, que consulte las bibliotecas, así se dejara
de preguntar algunas personas, sin necesidad de armando la “mari morena”.
El en libro de
don Guillermo Camacho, titulado: “La Hacienda de Los Príncipes” se recoge
amplia información de cuantos “personajes” pasaron por este lugar.
No estoy
autorizado para dar información, sin embargo, algunos insisten en el tema, pero
hay otras personas que pueden informarse., ya que son sabios en la materia.
Y sin querer
ponerle la cuerda a algunos, será mejor, que todos aquellos que piden
información, consulten los archivos que para ello están.
Recuerdo en
estos momentos a personajes muy humildes que nos han dejado gratos recuerdos.
entre ellos, a Santiago y Margarita, ha Candita y Melchor, o al “latonero”
–Manuel- o a Pepe el “rubio” quién a tan larga edad, recuerda muchos personajes
nacidos en el Realejo de abajo.
Esta tierra
está cargada de tanta gente humilde decía don Guillermo Camacho, que poder
nombrarlos a todos de un plumazo era totalmente imposible.
Con él aprendí
muchas cosas que desconocía. Unas que se pueden nombrar, y otras no.
En un momento
me comento, que había escrito unos folios muy importantes de cómo se celebraba
la Semana Santa, en Santiago Apóstol y la Concepción, y que lo prestó para que
realizara una copia, y nunca se lo devolvió. Así de fácil, la gente se apodera
de la “ajeno” y me viene a la memoria, que le di una copia del “sermón” que
Viera y Clavijo realizó en la Catedral de Las Palmas, antes de morir.
Y aunque nadie
lo crea, se las presté a un “amigo” y nunca me las devolvió. La gente, es así,
unos cumplen y prometen y otros se olvidan de lo que piden.
Al paso de los
años, me he dado cuenta, que ya cada cual pide lo que le conviene incluso
fotografías, libros y material histórico.
De don
Guillermo Camacho se muchas cosas, de los administradores que pasaron por la
“Hacienda de Los Príncipes”.
Entre ellos
“Juan Barroso” quién ordeno que se plantara olivos eliminando la caña de azúcar
y la vid, “frutos” que dieron mucho que hablar a los historiadores.
Juan Barroso
se equivocó, al igual que muchos historiadores, de ayer y de hoy.
Pero la vida
sigue, estamos a las puertas de la Navidad.
En resumen, la
vida está hecha de un barro, y que si no nos damos cuenta se nos cae de las
manos. Un barro que amasaron con total cariño y con sacrificio, nuestros
mayores.
Hablar de Don
Guillermo Camacho y de todo lo acontecido en la “Hacienda de Los Príncipes”,
sería muy largo, y amplio comentar, y menos este que suscribe, ya que los
archivos el igual que en las hemerotecas, podemos encontrar infinidad de datos
sobre esta “histórica “Hacienda de los Príncipes”.
Espero que
algún día podamos encontrar en los archivos muchas más cosas que don Guillermo
a su edad, no encontró, y que sirva de ejemplo a los estudiosos y licenciados
en historia.
Y tantos
“intelectuales” que últimamente, parecen saberlo todo, pobre de mí, porque noto
un vacío que dejo don Guillermo Camacho, así como doña Manuela Marrero entre
otras muchas personas que solían visitarlo.
También
recuerdo a don Antonio Luque Hernández, a don Manuel Rodríguez Mesa, personas,
que acudían con frecuencia a su casa.
Pero la vida
sigue, y en estas fechas de la Navidad, notamos su ausencia, ahora y siempre.
Muchas gracias
y hasta la próxima si Dios Quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario