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miércoles, 30 de septiembre de 2020

EL CONVENTO AGUSTINO DE SAN JUAN BAUTISTA DE REALEJO BAJO Y SU NAZARENO

Jerónimo David Álvarez García

Una primera versión de este trabajo se publicó en Los Realejos a través del tiempo (Boletín Digital sobre el acervo histórico y patrimonial de la Villa de Los Realejos), nº 15 (abril-mayo de 2013),  Edición del Excelentísimo Ayuntamiento de Los Realejos

El convento de San Juan Bautista y el Espíritu Santo de Realejo Bajo fue fundado a comienzos del siglo XVII por Juan de Gordejuela, Regidor de Tenerife. En él se desarrolló una dilatada actividad pastoral y docente hasta su incendio acaecido en 1806. De su rico patrimonio aún se conservan las imágenes de Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Soledad y San Agustín. Tras el siniestro, el Señor de la Cruz a Cuestas o Nazareno, que también allí se depositaba, se reubicó en la Parroquia de la Concepción de ese extinto municipio, probablemente esta imagen atribuida a Rodríguez de la Oliva, sustituyó a otra primitiva que ya poseía cofradía y fomentaba la devoción popular por esta escena de la Pasión.

El significado iconográfico del Nazareno reside en el pasaje bíblico del evangelista San Mateo que reza; “el que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.        

Esta efigie de Cristo con la cruz a cuestas, era custodiada por el capitán Vicente Perdomo Bethencourt, que falleció en Realejo Bajo en 1860; y guarda paralelismo con la del Señor del Huerto del también realejero Convento de Santa Lucía. En ambas fue solicitado su traslado; de la franciscana, al Santuario de Ntra Sra del Carmen en 1860, siendo reflejo de la religiosidad popular que deseaba mantener dichos cultos en otros recintos. Los párrocos realejeros aprovecharon la Desamortización para dotar a sus parroquias de objetos litúrgicos y obras de arte, como recuerda el profesor Martínez de la Peña; “los párrocos que eran parte interesada en los conventos, por su cargo de síndico, tratarían de salvar para el pueblo lo más que pudieran de ellos”. En sus escritos el padre Siverio nos ilustra como algunas de las obras se repartieron tras el incendio, pues lo que pudo ser rescatado se preservó en el vecino monasterio de las monjas Agustinas Recoletas. Al igual que el Nazareno de Andújar del convento franciscano, que pasó a la Parroquia de Santiago (pues en Semana Santa visitaba esta Parroquia), el que hoy nos ocupa procesionaba hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción el Miércoles Santo. Con esta disposición las dos Parroquias realejeras poseían una efigie de Cristo cargando la cruz. Pasado el tiempo se pretendió reedificar la capilla siniestrada de los padres agustinos, y restituir el culto, como de hecho ocurrió efímeramente hacia 1836.           

Para la entrega de la imagen y alhajas que fueron salvadas del fuego y depositadas en la casa del suegro del capitán Perdomo, se procedió a su inventariado. Según este documento, la imagen poseía cuatro túnicas, una para el uso cotidiano en el nicho del retablo que se veneraba, varios cíngulos para diario y otros para las procesiones. Por fortuna, los ángeles que acompañaban a sus pies, se salvaron del incendio y actualmente procesionan, (se atribuyen a Sebastián Fernández Méndez, “El Joven”, en torno a 1750). La Comunidad Agustina fomentó la piedad popular en la Pasión de Cristo, mediante el culto de las imágenes del Nazareno, la Virgen de la Soledad, San Juan, la Verónica y la Magdalena. Si equiparamos el Nazareno y la Virgen de los Afligidos del Convento Franciscano de Santa Lucía, con el calvario del Convento Agustino, vemos cómo éste segundo era más completo, muestra de la holgura económica y financiera que disfrutaban este monasterio y sus patronos. Éste se encontraba plenamente representado, la teatralidad de las procesiones y los actos litúrgicos constituían para los feligreses iletrados de la época una mezcla de catequesis, devoción y temor. La platería, vestidos y el trono también pertenecían a su ajuar, conservándose en parte actualmente. En 1835 se inicia la desamortización decimonónica de los conventos, sentenciados en su mayoría a desaparecer definitivamente. La mala administración de sus bienes, la carestía del mantenimiento de las instalaciones monacales, habitados por un clero meramente testimonial, y los vientos anticlericales avalarían esta decisión política.       

Los documentos que certifican este traspaso, custodiados con la Signatura 1356, Documento 1, Archivo Histórico Diocesano de Tenerife, quedaron redactados en estos título y términos: “Expediente de la entrega de la imagen del Nazareno, del extinguido Convento Agustino del Realejo, a los Beneficiados del lugar del Realejo Bajo por el comisionado de la diócesis don Antonio Santiago. Barrios.” En relación a este tema y desde la misma fuente, José Cesáreo López Plasencia ha publicado en 2012, bajo el título “El Patrimonio de la antigua imagen de Jesús Nazareno del Convento de San Juan Bautista de Realejo Bajo, según un Inventario del siglo XIX”, un pormenorizado estudio, desde aquí invitamos a su lectura.      

Primeramente aportamos la reproducción de la carta, por la que los párrocos solicitan la imagen de Cristo con la cruz a cuestas, al obispo Folgueras; éste fue el primer prelado de la Diócesis Nivariense; durante su pontificado (1824-1848) se produjo la Desamortización y la Exclaustración de los religiosos. Falleció en Granada el 26 de octubre de 1850.

Ilustrísimo Señor: Don Pedro Próspero González Acevedo [párroco de Nuestra Señora de la Concepción de la Concepción de Realejo Bajo que falleció el 4 de mayo de 1863]  y don Francisco Javier Yanes, Beneficiados curas párrocos de la iglesia parroquial de N.S de la Concepción de este pueblo del Realejo de Abajo, ante V.I con el debido respeto decimos; Que algunos vecinos parroquianos nuestros se han acercado a nosotros solicitándonos que se dé culto en esta Parroquia, en la Semana Santa a la devota imagen de Jesús Nazareno que se veneraba en el extinguido convento agustino  de este pueblo, cuya función se hacía el miércoles santo por la tarde, y deseando nosotros que no se pierda esta devoción sin ser motivo y que interés alguno, pues lo hacemos todo de gracia, y se continúe dando culto a S.M en el paso de la Cruz a Cuestas mientras tanto se decide el recurso pendiente a S.M (D.L.G), acudimos a V.I para que se haga mandar [y] se traiga a la Parroquia la citada imagen de la Casa del Mayordomo donde se halla con sus alhajas y en ella sale, haga su función el Miércoles Santo a la tarde pues no hay incompatibilidad con ninguna de las que se celebra en la Parroquia, antes con esta se llenaba  el día (...) que su procesión venía siempre de la a la Iglesia, todo sin prejuicio de que se verificará  a la gracia que se erija en ermita la capilla de su pertenencia se restituya a ella como las demás imágenes que le corresponden por tanto.   

A V.I sentidamente suplicamos se digne por un afecto de su paternal bondad acceder a nuestra solicitud en justicia que imploramos. En Laguna a veinte y cuatro de marzo de 183    

El recurso sigue su trámite y se concede la petición como se aprecia en el párrafo siguiente:

 El comisionado para los inventarios y recogimientos de los efectos de la iglesia del suprimido convento de San Agustín del Realejo de Abajo, entregará a los Venerables Beneficiados de la Parroquia del mismo la imagen que (...) se hace mención en este memorial con sus alhajas y pertenencias, a fin de que colocándose en ella se le dé culto debido, haciendo la procesión en el Miércoles Santo, por la tarde, y verificándose la entrega bajo el correspondiente recibo. Lo dijo y firmó S.I el Obispo mi Señor de que certifico. El Obispo y José Deza y Goiri, Gobernador Ecco”. 

El comisionado Antonio Santiago Barrios, párroco de Santiago Apóstol de Realejo de Arriba  (1817-1849) y autor del histórico texto que narra el Aluvión de 1826 en el norte de Tenerife, (véase PÉREZ PADILLA y ÁLVAREZ GARCÍA, 2013), acata su nombramiento y lo hace público a las partes:      

“En el lugar del Realejo de Abajo a veinte y siete de marzo de 1836. El  Sr. Beneficiado D. Antonio Santiago (...) en vista de la comisión que se le confiere por el Ilustrísimo y Dignísimo Señor Obispo de esta diócesis en su decreto de veinte del que rige, que acepta y obedece con el respeto debido dándole el cumplimiento debido; que para que tenga efecto la entrega de la imagen de Jesús Nazareno con todas las pertenencias que le corresponden, se haga saber esta disposición al Capitán don Vicente Perdomo en cuyo poder se hallan y tan pronto como las ponga de manifiesto hágase formal inventario de todas ellas y practicado dese a los Venerables Beneficiados de la Parroquia del Realejo de Abajo quienes firmarán a continuación proveyendo del correspondiente resguardo al depositario.      

Así lo decretó, mandó y firmó de que certifico. Antonio S. Barrios. Juan Crisóstomo de Albelo, Notario Público”.

            A continuación se detalla la relación de objetos entregados por el capitán Vicente Perdomo:

            “En dicho día  mes y año se pasó a la casa del citado don Antonio Albelo y estando en ella  su señor el Capitán don Vicente Perdomo hizo manifestación y entrega de las alhajas siguientes:

            Primeramente, una imagen de Jesús Nazareno con su túnica morada de tafetán 

            Ytem otra de tafetán que servía para el nicho

            Ytem otra de terciopelo bordado de oro de costura con sus manguitos de lo mismo,soga de hilo de oro y aquella de seda

            Ytem otra soga de seda amarilla que servía para el nicho

            Ytem den dos coronas de espinas  de maderas pintadas

            Ytem dos pelucas de pelo natural en su cajeta de madera pintada

            Ytem una basa de tres cuerpos dorada con un hueco donde se coloca la peana

            Ytem una cruz dorada y pintada hermana de la basa toda madera de pinsapo

            Ytem otra pequeña con ribetes dorados que servía para el nicho

            Ytem dos angelitos de tamaño de una tercia barnizados y pintados con sus guirnaldas de flores que servía para mantener la soga del Señor

            Ytem tres pares de manteles con encajes dos de ellos viejos que servían para el altar de la imagen

            Ytem manguitos de tafetán del Señor para el uso del nicho

            Ytem un paño blanco con tres rostros del Señor que se ponía en manos de la Verónica

            Ytem un forro de diario de rucia de la basa.

            Ytem un hierro para fijar la peluca del Señor

            Ytem diez y siete garrotas en la gaveta que servían para adorno del Señor

            Ytem un solio de plata del Señor con peso de libra y media y trece adarmes

            Ytem otro de siete onzas y doce adarmes que servía para la Magdalena que la tiene entregada otro mayordomo con su basa en la iglesia del extinguido convento al mismo Señor Comisionado

            Ytem otro con nueve onzas y diez adarmes que servía para San Juan

            Ytem una túnica de terciopelo de seda violado con una franja de oro y sus mangos de lo mismo

            Ytem dos pares de vuelos de encajes que uno de ellos están muy viejos

            Ytem un cíngulo de cinta de seda con sus borlas de lo mismo

            Ytem una toallita de lino de la misma [ilegible]

            Ytem una copa de palo dorado de la misma Magdalena

            Ytem un peón de plata y una porcosuela de lo mismo que pertenece al Señor

            Ytem cuatro tornillos de hierro para atornillar las imágenes

            Ytem una colcha de seda amarilla para forrar al Señor muy vieja y rota.

            Ytem [ilegible] de pinsapo para guardar las flores del Señor que esta llena de estas

            Ytem un arcón con sus llaves para el uso [ilegible]

            Ytem un sagrario de mesa dorado que es el del retablo que se hizo entrega otro depositario al tiempo de la intervención del Gobierno de otro Señor Comisionado, como así mismo un dosel de brocatel de seda y una base que servía para San Juan, y siendo estas las piezas de que hace entrega el depositario que son las únicas incluidas las que el difunto D. Antonio Albelo había hecho de su peculio para el culto y una de la Santa Imagen de todas ellas, a excepción de las que están en la iglesia, ordeno la entrega al dicho Señor Comisionado, quien firmó esta diligencia con los mismos Señores Venerables Beneficiados y el depositario de que certifico        

Antonio Santiago Barrios, Pedro González Acevedo, Francisco Javier Yanes, Vicente Perdomo Bethencourt y Juan Crisóstomo Albelo, Notario Público”         

Conviene aportar la misiva que el capitán Perdomo envía al obispo Folgueras, probablemente, ésta llegó con retraso, pues en ella se solicita un resguardo, ya que dudaba que se le concediera su petición. Una segunda hipótesis nos haría pensar en un enfrentamiento entre el comisionado y los párrocos, por haberse negado a la expedición del recibo, y posterior ocultación al prelado. Este documento nos permite indagar en la biografía de un importante personaje de Realejo Bajo de aquel tiempo, Antonio Albelo Nuño que fue padre de Ana Albelo Perdomo, esposa del capitán Vicente Perdomo, por lo tanto su suegro. A su muerte acaecida el 27 de abril de 1835 a los 84 años de edad, la custodia de la imagen y sus alhajas pasaron a su yerno. No obstante el nazareno aún permanecía en su domicilio en la fecha de la entrega.           

“Ilustrísimo y Dignísimo Sr. Obispo Don Luis Folgueras y Sión       

Mi amado y respetado Señor, entre las cosas que se salvaron del incendio que destruyó el extinguido convento de religiosos agustinos de este pueblo en enero de [1]806, fue una de ellas la imagen de Jesús Nazareno, desde cuya época se depositó en la casa de Don Antonio Albelo su mayordomo, y habiendo permanecido en ésta por falta de localidad en la nueva obra, por ello y no por otra causa dejó de relacionarse en el inventario que insté por comisión del Gobierno (...) y temiendo a la orden de SSI, como representante de aquel, [para] la santa imagen con las alhajas que le pertenecen, como con todas cuantas hizo para su culto el mismo Sr. Antonio Albelo de su peculio que le fueron muchas y de valor, SSY dispondrá la entrega, ordenando si lo considerase justo, que se me provea de recibo por mi resguardo.          

Nuestro Señor que a SSI  m[uchos] a[ños] para bien de su Iglesia y de los fieles.

Realejo de Abajo, marzo veinte y siete de 1836 Ilustrísimo Sr Vicente Perdomo Bethencourt”

Disposición episcopal que ordena la entrega de la imagen y la expedición del recibo:  

“Abril seis, de 1836. Este oficio pase al Venerable Beneficiado Rector de la Parroquial del Realejo de Arriba, para que como comisionado para la formación del inventario de los efectos de la iglesia del Convento suprimido de Padres Agustinos del [Realejo] de Abajo, proceda a recoger de D. Vicente Perdomo Bethencourt la imagen de Jesús Nazareno con todas las alhajas que se hace mérito en él, recibiéndolas por inventario y peso, trasladando la expresada imagen a la iglesia parroquial y dando el oportuno recibo a D. Vicente con prevención de que todo se practique por ante notario público y ejecutado nos devolverá las diligencias por Secretaría. Lo dijo y firmó  S.S.I el obispo mi Señor y lo certifico.  El Obispo y Dr. José Deza y Goiri.

Confirmación de la entrega y comentario sobre la misiva del Capitán Perdomo:

“Remito el expediente de la entrega de la imagen de Jesús Nazareno con todas sus alhajas y pertenencias a los Sres Beneficiados del Realejo de Abajo, según lo dispuso el Ilustrísimo Sr. Obispo de esta diócesis en su decreto de veinte de marzo próximo pasado.        

La entrega de esta imagen con todas sus pertenencias que él se hallaban a cargo y custodia de D. Vicente Perdomo se verificó el veintisiete de marzo, y después de realizada esta es cuando el Sr. Don Vicente Perdomo se presentó al Sr. Ilustrísimo con la exposición que se halla unida al mismo expediente, y no puedo alcanzar cual sea la causa o motivo porque D. Vicente Perdomo después de haber entregado la imagen y sus pertenencias hubiera elevado tal representación como todo consta del referido expediente.

        Dios guarde a V.I (...) Realejo de Arriba abril trece de 1836. Antonio Santiago Barrios

       Sr. Dr. D. José Deza y Goiri, Secretario de Cámara y Gobierno del Ilustrísimo Sr. Obispo”.

       Por último se procede al archivo de las diligencias:

“En el lugar del Realejo de Arriba a diez y seis de abril de mil ochocientos treinta y seis. El Sr. D. Antonio Santiago Barrios Venerable Beneficiado de la Parroquia del Apóstol Santiago de este dicho lugar en vista del antecedente decreto de su Ilustrísima Dignísimo Obispo de esta diócesis que acepta y ofrece con el respeto debido. Digo: Que mediante hallarse practicadas la entrega de la imagen de Jesús Nazareno y de todas sus alhajas a los Venerables Beneficiados de la Parroquia de Nª Sra de la Concepción del lugar del Realejo de Abajo a día veinte y siete de marzo según y como el mismo, S[u] Ilustrísima, lo había dispuesto en el decreto de veinte y cuatro de dicho mes a consecuencia de la exposición hecha por aquellos Venerables Beneficiados y habérsele dado el correspondiente recibo al Capitán D. Vicente Perdomo Bethencourt, únase a las diligencias de su razón para los efectos que convenga. Así lo mandó y firmó dicho comisionado de que doy fe.           

Antonio Santiago Barrios, Juan Crisóstomo Albelo, Notario Público.”            

El Nazareno siguió recibiendo culto en el antiguo retablo de Nuestra Señora del Rosario, sito en la primitiva capilla de esta advocación de la Parroquia de la Concepción de Realejo Bajo, hasta el incendio de 5 de noviembre de 1978. Tras tan sensible pérdida, su mayordomo Manuel Pérez Siverio, encargó una nueva imagen al escultor Ezequiel de León Domínguez (1926-2008). Éste realizó la cabeza, manos y pies en caoba; los artesanos realejeros, José y Manuel Hernández Siverio tallaron el cuerpo y los hijos del escultor colaboraron en el montaje y policromado. Esta tercera imagen de Cristo con la Cruz a Cuestas, en el Realejo Bajo, se venera actualmente en un nuevo altar diseñado por el canónigo realejero José Siverio Pérez (1928-2019), en la reconstruida antigua capilla del Rosario, hoy del Nazareno, de dicha parroquia.       

LÓPEZ PLASENCIA, José Cesáreo. “El patrimonio de la antigua imagen de Jesús Nazareno, del convento de San Juan Bautista de Realejo Bajo, según un inventario del siglo XIX”. Tebeto: Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura. 2012, n. 20, pp. 335-360.      

PÉREZ PADILLA, Miguel Ángel y ÁLVAREZ GARCÍA, Jerónimo David (2013). “Las pérdidas humanas y materiales del aluvión de 1826 en el Valle de la Orotava, según las fuentes parroquiales”. La Prensa, El Día, pp. 25-27.    

PÉREZ PADILLA, Miguel Ángel y ÁLVAREZ GARCÍA, Jéronimo David. (2013). “Las pérdidas humanas y materiales del aluvión de 1826, según las fuentes parroquiales”. La Prensa, El Día, pp. 29-31.

            FOTOGRAFIÁS

1.       Nazareno agustino de Realejo Bajo. JUAN GARCÍA DUMAS.

2.  Procesión del Viernes Santo con el Nazareno Agustino. ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE LOS REALEJOS.

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