Salvador García Llanos
El objetivo, según la consejera de Economía, Conocimiento y
Empleo del Gobierno de Canarias, Elena Máñez, es claro: “Recabar las opiniones
de los agentes sociales vinculados a estas áreas y de la sociedad en general
para identificar las necesidades existentes, incorporar nuevas propuestas y
contar con unos documentos de máximo consenso”. Se trata de ir
familiarizándonos con los nuevos conceptos de economía ahora denominados azul y
circular. Luego hay que poner en marcha procesos de participación social una vez
que ya se dispone de los borradores respectivos de las dos estrategias
canarias: el de Economía Azul y el de Economía Circular. Y entonces, durante
todo el mes de septiembre, se quiere que en diez mesas telemáticas, convocadas
por la citada consejería, grupos de expertos relacionados con las
universidades, el capítulo Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), los
ámbitos empresarial y sindical, las administraciones públicas y el tercer
sector debatan y discutan para enriquecer el texto de las dos estrategias que
estarán a disposición de los usuarios en el sitio web de la consejería.
La crisis sanitaria y los augurios que se tienen sobre la
situación económica hacen que la diversificación productiva sea un hecho
apremiante, de ahí que, como ha señalado la propia Elena Máñez, sea necesario
volcarse en la importancia de analizar y definir el papel de las actividades
marino-marítimas y las actividades de Economía circular en el marco del Plan
para la Reactivación Social y Económica de Canarias, del que hemos hablado en
otras ocasiones. Por su parte, la viceconsejera de Economía e
Internacionalización, Almudena Estévez, apuntó que “la Comisión Europea ha
insistido en la necesaria conexión entre la programación de fondos
estructurales y de inversión y la existencia de estrategias propias para las
economías azul y circular en las regiones ultraperiféricas (RUP), por lo que la
actual elaboración de los dos documentos por parte del Gobierno de Canarias
cobra una especial relevancia de cara al próximo periodo de financiación
comunitaria”.
En el caso concreto de la Estrategia Canaria de Economía
Azul, se ha hecho un esfuerzo notable para contar con una estrategia integral
para todas las actividades económicas relacionadas con el mar: pesca,
transporte, puertos, energía, turismo y recursos marinos. Por otro lado, la
Estrategia Canaria de Economía Circular se ha construido también de manera
integral, orientada a la transición hacia una economía más sostenible, alineada
con el Plan Integral de Residuos de Canarias (PIRCAN), la Ley de Economía
Circular de Canarias y la Ley de Cambio Climático en Canarias, en las que
actualmente trabaja el Gobierno regional.
Según fuentes de la consejería, las estrategias de economía
azul y de economía circular han sido impulsadas por la Viceconsejería de
Economía e Internacionalización, con el apoyo técnico de la empresa pública
Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). Para su elaboración se ha llevado a
cabo un análisis detallado del contexto y marcos de referencia de la economía circular
y azul en Europa, España y Canarias, un diagnóstico actualizado y un análisis
que ha permitido la posterior definición de objetivos y ejes estratégicos,
acciones concretas, una estructura organizativa para la gobernanza y la
definición de los procesos de monitorización, seguimiento y evaluación.
Que nadie diga, pues, que estas modalidades económicas no
van con uno, o que otros son los responsables. En tiempos de cambios, y cuando
algunos modelos dan evidentes señales de agotamiento, estas temáticas nos
afectan a todos. Ya se verá cuánto tiempo tardan los procesos de asimilación e
implantación pero que es cuestión de asumirlos, seguro. Las dos estrategias
están destinadas a constituir soportes indispensables para definir el futuro de
Canarias. Y para fortalecerlos hace falta pedagogía política y receptividad. La
participación social, entonces, es primordial.
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