Antonio-Pedro
Tejera Reyes
Para el matrimonio
Gustavo y Carmen Gómez
que lo vivieron… y
lo sienten…
Laguna Grande: el
recurso turístico principal del Estado Monagas, se encuentra a pocos kilómetros
del centro de la ciudad de Maturín. Un auténtico regalo de la naturaleza, que
no se ha sabido desarrollar debidamente.
VENEZUELA SIEMPRE
En aquellos años
setenta del siglo pasado fueron varias las publicaciones que hicimos sobre el
Estado Monagas – y también sobre Venezuela en general – que tuvieron especiales
acogidas con mucha expectación por algunas revistas internacionales de países
como Argentina, Perú, México, etc. y naturalmente España y la propia Venezuela…
Destacamos sobre
todo esto para este comentario, las dos publicaciones que hiciéramos en Las
Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias) ya en el año 1981, cuyos títulos fueron
SOCIOLOGÍA ROTARIA y MATURÍN EN BLANCO Y NEGRO.
El primero de ellos
analizaba la actividad del Rotary Club de Maturín, entidad social de mucho
relieve en aquella pequeña ciudad, y en cuya pieza literaria destacaba un
artículo destinado a los falsos rotarios, algunos de ellos “colados” dentro de
la organización sin nada que sustentara su vocación por aquello de “Servir es
mi ocupación” y más bien todo lo contrario.
Espectacular toma desde el aire, de un
Maturín soñado destruido por un” progreso” desorganizado y falto de
conocimientos que dieron en traste con la que efectivamente pudo ser “una
ciudad distinta” como se identificaba en uno de sus acertados slogans
turísticos de aquellos tiempos…
Del libro MATURÍN
EN BLANCO Y NEGRO, escogemos algunos párrafos, para ilustrar este reportaje
como un ejemplo de lo que pudo ser y no fue, pues en esta ciudad teníamos todos
los elementos para progresar debidamente acogidos a ese “desarrollo
sostenible”, tan de actualidad hoy, pero que tiene antecedentes ancestrales, si
bien se fundamentó con toda rotundidad está en las recomendaciones de la más
que célebre Agenda 21, adoptadas en la Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro
(1992).
MATURÍN EN BLANCO Y
NEGRO
Esta es la estampa
que proyectaba Maturín, en aquellos inolvidables tiempos. Copiamos: “Situado en
el Oriente de Venezuela el Estado Monagas tiene una extensión de unos 29.000
kilómetros cuadrados, algo así como Bélgica, Holanda…. Un poco menor que Suiza…
casi en el centro del Estado está Maturín, su capital.
Maturín en 1979, ya no era la ciudad que se
anonadaba en la llanura… Era una próspera capital de la Venezuela moderna, con
todas sus ventajas e inconvenientes… Está bucólica imagen adecuada a la Agenda
21, ha desaparecido… y las extensas llanuras que circundan la ciudad no son lo
que debieron ser aprovechadas para su “desarrollo sostenible” …” bajo el manto
de extensas arboledas y altas chaguaramas…”
Nos encontramos
ante una ciudad llana, sin excesivas alturas, donde la vegetación es algo
dominante. Aquí casi encaja el pasaje de Rómulo Gallegos en su obra “Canaima”,
¡Árboles, árboles, árboles…! Maturín es eso, una sucesión de lo que Europa
llaman “chalets” y aquí llamamos “quintas” rodeadas de preciosos majestuosos
árboles que se extienden por su amplias y bien trazadas avenidas para
enseñorearse en sus frondosas plazas llenas de su más variada flor… plazas como
las de Piar, Ayacucho, Bolívar…
El monumento al
prócer Francisco de Miranda, – precursor de la independencia de Venezuela – en
la plaza de su mismo nombre, fue robado hace pocas fechas y los ladrones solo
dejaron el artístico pedestal.
En Puerto de la
Cruz, Tenerife, existe la casa donde viviera su padre, emigrante canario a
Venezuela, conocido acá, como el “El tendero de La Guaira” …
UNA CIUDAD
DISTINTA…
Desde las suaves
pendientes de la Avenida Raúl Leoni – o el boulevard, como cariñosamente se le
conoce – hasta el gran Parque Andrés Eloy Blanco – todos unos conglomerados de
limpias avenidas van rodeando la ciudad tejiendo ese sueño urbanístico que se
llaman las “vías de ronda” y que aquí son ya una realidad gracias a la
previsión y al acierto de sus planificadores.
Quizá no resulte
del todo fácil imaginarse el desarrollo de la ciudad de Maturín si pensamos que
hace solo unos pocos años se estaba celebrando el bicentenario de su fundación.
En una justa comparación con los pueblos y ciudades de otros continentes, la
ciudad saldría siempre beneficiada por su vocación modernista en los conceptos
urbanos.
Así se veía desde el aire la “ciudad
distinta” de Maturín que decía un acertado slogan, donde ya se propiciaba la
llegada de turistas, con humildes hoteles que se impulsaban con pomposos
nombres como Hotel Ritz, o Hotel Emperador… tan unidos a nuestros recuerdos a
la ciudad que pudo ser…
Las calles angostas
y sin perspectivas de futuro, encuentran aquí poca repetición. Lo más que se
llega a vislumbrar son algunas vías de sinuoso trazado, quizá más motivado por
intereses feudales que por desconocimiento de sus realizadores. Así nació
Maturín el 7 de diciembre de 1760, debiéndose su origen al capuchino Fray Lucas
de Zaragoza, creador de la “Fundación Misional de Indios Guaraunos, San Judas
Tadeo de Maturín”,
RECORRIENDO
MATURÍN, HACE 40 AÑOS
Así sigue el libro
“Maturín en Blanco y Negro”:
“Las calles, las
plazas, los edificios, y hasta las mismas paredes de bahareque cocido, tienen
un mensaje para el visitante que quiera ahondar en el alma de la ciudad”.
El insigne político Andrés Viera García
recibiendo el Diploma del I CURSSO DE ESTUDIOS TURÍSTICOS DE AMERICA LATINA,
impartido en Maturín por el CESTUCA en 1971, con la presencia del Gobernador de
Monagas, Solórzano Bruce, el alcalde de Maturín, Emery Mata, y directivos de la
citada organización turística de Canarias.
Si iniciamos un recorrido por sus calles y avenidas,
nada mejor que comenzar por la misma Avenida Bolívar, en la Plaza de la Redoma,
como se le conoce. En su centro aparece una fuente luminosa inaugurada en 1952,
que sirve de marco al monumento a “Juana La Avanzadora”. La fuente está rodeada
de diversas figuras alegóricas a las riquezas del Estado Monagas, y son obras
del escultor Renzo Bianchi. En el centro con una espada en la mano está la
inmortal Juana Ramírez – La Avanzadora – que parece emular a la Agustina de
Aragón española en su gesta contra los franceses. De esta se cuenta que reunió
a un grupo de mujeres y fue baluarte inexpugnable en la lucha contra las tropas
realistas. En las inmediaciones de la Plaza Piar está colocada una lápida donde
se encontraba instalada la famosa “Batería de las Mujeres”.
La bellísima
catedral de Maturín, en una visión nocturna. Facebook
Siguiendo esta ruta
podemos ver la silueta estilo románico de la Catedral de Maturín. Diseñada por
el Dr. Pral, arquitecto alemán, su primera piedra fue colocada en Julio de 1959
por el actual obispo de Maturín, Monseñor Antonio-José Ramírez Salaverría, y está
dedicada a Ntra. Sra. Del Carmen. Su inauguración ha tenido lugar, dentro de un
marco de la mayor solemnidad, en junio de 1981 con la asistencia del Presidente
de la República y todas las autoridades eclesiásticas de la nación.
Al frente mismo de
la Catedral tenemos el Club Social Militar que desempeña un importante papel en
la vida de la ciudad, celebrándose en él, espléndidas fiestas y actos de todo
tipo. Dotado de amplias dependencias, tiene una piscina de 25 metros,
discoteca, salas de juegos, etc., además de un estupendo marco con una concha acústica
para orquestas por donde han pasado las más importantes y famosas del país.”
Líneas muy parecidas
siguen, en el comentado libro, describiendo aquella “ciudad distinta” como se
le llegó a llamar atendiendo a una realidad que la convertía en la ciudad más
limpia de Venezuela y cuyo slogan era: “la solución es no ensuciar”
El hermoso Parque La Guaricha – niña pequeña
– en la ciudad de Maturín, una zona recreativa de una especial significación
que estaba dentro de una adecuada planificación, junto a las clásicas avenidas
que rodean la ciudad, o aquella recordada conocida como “las avenidas” zona de
chalets – versión europea – hoy destruida por la célebre especulación y una
rigurosa falta de conocimiento.
Este párrafo no
tiene desperdicio alguno: “Llegando a la Avenida Raúl Leoni, tenemos frente
mismo el Parque La Guaricha, con sus siete hectáreas de terreno donde se
encuentran ubicados las más modernas instalaciones recreativas para chicos y
grandes, restaurantes, zoológico, estanque para paseos en barca, fuente de
soda, etc.”
UN EJEMPLO PARA NO
IMITAR
De lo escrito y
relatado en estas memorables líneas es poco lo que queda y lo que ha podido
resistir el embate del mal llamado “progreso” y la especulación.
Edificios
coloniales o de tradición histórica, como del antiguo Ayuntamiento de la
ciudad, han sido demolidos y como en este comentado caso, convertidos en absurdas
malas construcciones sin ningún valor arquitectónico ni de ninguna otra clase.
De aquel bello
sector conocido por “las avenidas” solo quedan estas líneas callejeras, pues de
las preciosas quintas, que eran su principal atractivo y reconocimiento, queda
solo el recuerdo y la nostalgia de quienes tuvimos la suerte de vivir en ella.
Hoy es un espacio absurdamente convertido en comercial, con un tráfico
congestionado, cuando a Maturín lo que le sobra es un inmenso espacio a su
alrededor, llanos inacabables para haber desarrollado una zona comercial e
industrial con las debidas condiciones de movilidad del tráfico, aparcamientos,
etc. sin ninguna necesidad de haber atacado a sus reliquias coloniales o de
arquitecturas variadas, que serían un atractivo turístico-cultural como lo son
en las viejas ciudades de los continentes del norte y aún en muchos países de
este continente sureño.
Hoy, 2019, ante nuestra casa, con la copia
fiel del balcón de la Pensión Capitán, en Puerto de la Cruz Tenerife,
respondiendo a unos planos y un diseño personal, como un sueño realizable de
toda una larga vida de trágicas y gloriosas aventuras. Fotografía original de
José-Gilberto Tejera.
Hechos y realidades
que no podemos olvidar quienes nos hemos dado a la tarea de enseñar a nuestra
juventud el valor del “desarrollo turístico sostenible”, de un lado
considerando “el turismo” como la imparable revolución socio-económica de
nuestra época, y del otro, el “desarrollo sostenible” como lo indica el Informe
Bruntdland Nuestro Futuro Común (Comisión Mundial Desarrollo y Medio Ambiente,
1989): “un desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones
actuales, sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las
generaciones futuras.”
EPILOGO
De aquellos actos,
reuniones y festejos en el Club Social Militar, de Maturín, no quedan ni las
instalaciones del mismo… solo el idílico recuerdo de quienes pudimos vivirlos y
disfrutarlos con todos sus inmensos añorados momentos de un pasado inolvidable
con situaciones, hechos y personajes de los cuales lamentablemente ya no
existen ni las imitaciones…Recordar es vivir…
Fotografías tomadas
por el autor del reportaje
*Del Grupo de
Expertos de la Organización Mundial del Turismo. UNTWO, de las Naciones Unidas.
*Honorable
Embajador de la Organización Latinoamericana del Turismo. OLATUR.
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